Caballeritos en Trafalgar

Caballeritos.
Como motejó el P. Isla, autor del Fray Gerundio de Campazas, a quienes convirtieron en academia tertulias que mantenían en la guipuzcoana Azkoitia. Eran Munibe, conde Peñaflorida educado en Toulouse, Eguía, futuro marqués de Narros, y Altuna, el íntimo de Rousseau. Componían una especie de gentry sin ascos a las tareas manuales, interesada en la educación popular y en Europa. Acabarían creando en 1764, junto con otros notables del País Vasco, la Sociedad Bascongada de los Amigos del País que sigue viva. A ella perteneció Churruca y fueron los introductores de la Ilustración, sin restar mérito a Ward, Feijoo y los llamados novatores. Entre ellos Gaztañeta, arquitecto naval paisano del marino, que resolvió a principios del XVIII problemas de calado, fortaleza, duración y proporciones de los navíos. Apostando por la eslora como base del diseño, reduciendo el puntal, trazando las secciones transversales por método geométrico y extendiendo sus conocimientos al aparejo y velas, con lo que lograba un prototipo más largo, de líneas más firmes, gran estabilidad y maniobrabilidad, que podía navegar sin lastre. Aunque también adolecían de defectos y para remediarlos implantó Jorge Juan el sistema inglés, sustituído por el francés que introdujo Gautier al trabajar en Guarnizo, El Ferrol, Cartagena e, incluso, La Habana.

Churruca.
Se traduce del euskera como “salto de agua” y se registra desde principios del siglo XVI. Su escudo, conforme un documento de 1600, tiene en azur tres fajas de plata y bordura de oro con cadena de azur. Una rama pasó de Soraluze/Placencia de las Armas a Xemein y de aquí a la actual Mutriku, llevando tal apellido el condado de Motrico, varios marquesados y hasta descendientes de Guillermo el Conquistador. En el año 1745 era dueño del caserío placentino Txurrukagain, Bartolomé de Churruca; dice el historiador local Ramiro Larrañaga que Placencia exigía en sus Ordenanzas, además de ser noble de sangre y de vida honesta, la condición de “millarista” (posesión de bienes suficientes) para ejercer cargo público. Apareciendo en calidad de “millarista casariego” Bartolomé, en tanto que se considera “vecino del casariego” a otro Churruca. En la actual guía telefónica de Soraluze aparecen más abonados cuyo primer apellido es Churruca o Txurruka que en Mutriku, si bien aquí hay un Churruca Elorza.

En 1806 aparece en Madrid Elogio histórico del Brigadier de la Real Armada Don Cosme Damián de Churruca y Elorza escrito por “el amigo más confidente que tuvo”, su hermano Julián abogado de los Reales Consejos y Alcalde de Mutriku en muchos períodos. Habian nacido en esa villa, siendo padrino de bautismo de Cosme Damián su tío Juan de Elorza, Secretario de Carlos III. Su madre, María Teresa, descendía de la localidad de Legazpi y Francisco, su padre, era originario del solar de su nombre en Soraluze pero rama establecida en Mutriku desde principios del siglo XVII. Hizo información de nobleza en relación a los expedientes de hidalguía de Juan Bautista Churruca Arrascaeta y de José Elorza Amuchastegui, padre y suegro, que sirvieron para que el hijo sentara plaza de guardiamarina. Entre las diecisiete casas armeras que Lope Martínez de Isasticita en Placencia el año 1625 está la de Churruca y Larrañaga dice que si los caseríos más antiguos datan de los siglos XVI y XVII, hay referencias anteriores de casas que dieron origen a apellidos como Churruca. También habla de la tradición migratoria de los soraluzetarras, viéndose bastantes en tierras andaluzas desde principios del XVI probablemente para trabajar como armeros, pues desde 1512 hasta 1800 aparecen una decena apellidados Churruca como chisperos, llaveros y arcabuceros. Y entre los escribanos públicos que ejercieron en la villa está Juan de Churruca entre 1553 y 1580, apareciendo contratos para la fabricación de arcabuces firmados por un Martínez de Churruca en 1522 o un Ibáñez de Churruca en 1559. De los cuatro barrios rurales que recoge Madoz en su Diccionario de 1845 como pertenecientes a Placencia, está Churruca con quince casas, mientras que un censo municipal de caseríos en 1925 cita entre los de ese barrio a Txurrukaspi y Txurrukagain, el de yuso y el de suso.

Muerte de Churruca

  • "Muerte de Churruca". Museo del Prado de Madrid. Pintura de Álvarez Dumont.

Amigo del País.
No pretendo recalcar la personalidad científica de Churruca y menos la tópica imagen del marino muerto en cumplimiento del deber. A falta de receptividad para la ciencia positiva en las Universidades españolas de la época, se cultiva ésta de manera importante en la Marina y otro polo de descubrimientos fue el “Real Seminario de Vergara”; valgan los ejemplos del aislamiento del wolframio, la purificación de la platina y, en su entorno, la cementación del acero. A quienes habían realizado estudios en Bergara se les cerraban puertas, salvo que viesen su porvenir en la Teología, las Leyes, la Filosofía o la Cirugía, y dada la importancia social de la carrera militar, la Mari-na les atraía para aprovechar sus conocimientos científicos y satisfacer las ansias por conocer otros países y culturas. Baroja describió en El caballero de Erlaiz el ambiente de las Azkoitia y Bergara de la época, que llegarían a consti-tuir plataforma de renovación intelectual y simbiosis del viejo foralismo vasco con las ideas ilustradas. Nacida de la amistad de unas personas que la transforman en amistad al País por un proyecto colectivo y sustentado en la correspondencia epistolar. Además de ofrecer un modelo de desarrollo agrícola, industrial y comercial.

En el II Seminario de Historia de la Bascongada, San Sebastián 1988, hubo una ponencia sobre Don Cosme Damián de Churruca y Elorza, Amigo del País. Como lo fue su hermano Juan Pascual, que abrazó la carrera eclesiástica y se licenció en Derecho y Teología, ocupando cargos de Provisor del obispado de Pamplona e Inquisidor en Valladolid, Logroño, Mallorca y Murcia. En la carrera de Cosme Damián influyeron Ignacio Mª de Alava y José Domingo Mazarredo, que igualmente fueron Amigos del País, y cuando se resintió su salud pasó a Mutriku donde ejerció de primer Alcalde y Juez ordinario, teniendo por segundo a su hermano Julián. Colocaron la primera piedra de un nuevo templo, obra de estilo neoclásico inspirada en la Madeleine parisina y ejecutada bajo planos del célebre arquitecto Silvestre Pérez, que fue inaugurada terminadas las guerras de la Independencia y Primera Carlista, en 1843. En aguas frente a Trafalgar, se celebró el combate en que Churruca se batió animando a sus hombres, aunque discrepaba del plan de Villeneuve, hasta que un cañonazo le tumbó sobre cubierta. Cuando siente acabar su vida, quiere confiar el mando a Francisco de Moyua y Mazarredo, hijo del marqués de Rocaverde que era uno de los fundadores de la Bascongada, de lo que habla el artículo Unos minutos antes, publicado en el Boletín de la Sociedad en 1949.

Arte y literatura.
Se conoce la pintura Muerte de Churruca en Trafalgar de Álvarez Dumont, que está en el Prado, y menos el busto que hay en el Museo Naval de Madrid y la estatua obra de Marcial Aguirre que preside la plaza mayor de Mutriku. La financió Gipuzkoa y la primera piedra la puso Isabel II, siendo inaugurada en junio de 1885. Celebró misa un descendiente llamado Cesáreo de Churruca, asistió como delegado del Ministro de Marina Cosme Churruca presidente de la Audiencia de Valladolid, a quien acompañaba suhermano Evaristo, cantándose el zortziko titulado Churrukari oroitza. Eduardo Urrutia escribió el año 1915 sobre Cosme Damián en una galería biográfica de vascos ilustres de la revista Euskalerriaren alde, mientras que en 2000 publicó el Museo Naval donostiarra, con motivo de una exposición, Bajo polvora y estrellas.Churruca y otros marinos vascos de la Ilustración de Mª Dolores González Ripoll, investigadora del CSIC que ha escrito otras obras sobre el tema. Y junto a los Episodios nacionales de Pérez Galdós que se estrenan con Trafalgar, combate al que José Quintana dedicó una oda, tienen composiciones para honrar a Churruca los poetas en euskera Arrese Beitia, que fue premiado en los Juegos Florales de San Sebastián en 1881, y media docena más, en la revista Euskal Erria y dentro de la novena decena del XIX.

Cabo Trafalgar.
Arturo Pérez Reverte se adelantó un año al bicentenario para publicar la novela. Al centrarse en un buque inventado, no se toma en cuenta su tripulación a diferencia de las restantes, ya que dice manejar inimaginable colección de documentos directos. Churruca está fuera de foco, por haber quedado al maniobrar en la retaguardia, pero se le describe taciturno, flaco, pálido y con la peluca mal empolvada. Se anota que sus estudios, amén del valor en combate, lo hacen respetado por franceses e ingleses, que ni juega, ni fuma, ni bebe; es tozudo, inteligente y con corazón de oro, sin ser simpático impone. Contrasta con la declaración de Wilhelm Humboldt, que en sus Diarios de Colombia le califica “pendenciero y apresurado”. Comenta Pérez Reverte cómo la Armada le debía varias pagas, por lo que subsistió en Cádiz dando clases de matemáticas, y que “es de los que no se rinden nunca y venden caro su pellejo”. Se ha repetido mucho su frase “si llegas a saber que mi navío ha sido hecho prisionero, dí que he muerto”. En el relato se ven nombres que denotan la presencia de Amigos del País en cuatro de los quince barcos españoles que intervinieron, con resultado de siete hundidos y tres capturados. El Brigadier Churruca al mando del San Juan Nepomuceno, que desarbolado y apresado tuvo 103 bajas; el Santa Ana donde iba el Teniente General Álava, 2º Comandante de la Escuadra, fue apresado, represado y entró en Cádiz desarbolado, 104 muertos; el San Justo lo manda el Capitán de Navío Miguel Gastón y apenas participó; el San Ildefonso a cargo del Brigadier José de Vargas y Ponce, desarbolado fue apresado, 38 muertos. Suman casi la cuarta parte de las 1.025 bajas españolas.

Textos, espías, exiliados.
Habla ese libro de la cultura y preparación de los marinos, lo que puede relacionarse con las enseñanzas de Bergara y con una vocación, pues ya en 1717 toda la primera promoción de guardiamarinas de Cádiz procedía de la región vasco-navarra. Dice también que en la formación destacaban las Punterías de Churruca y la Táctica de Mazarredo. Pérez Reverte señala en el ficticio Antilla piezas con cuño “Canon Iron Company”, la fábrica escocesa donde la Bascongada se prestó al espionaje para el Ministerio de Marina que ocupaba González de Castejón. Y cuenta que los navíos tenían cañones fundidos en La Cavada, que es el lugar al que huyeron los trabajadores de Soraluze-Placencia de las Armas por temor a los convencionales. Alexander Humboldt se ocupó de ello y Larrañaga habla de la aportación vasca a las fábricas de armas de Asturias, donde se trasladaron aquellos desde su exilio en la localidad cántabra, mencionando términos euskéricos que quedaron allí para designar herramientas.

Otras curiosidades.
Por un lado, que la finca Zabalaga de Hernani donde está instalado el museo de Eduardo Chillida, perteneció a la familia Churruca. Por otro, el recuerdo de la película Raza que nos proyectaron con insistencia durante mis años escolares y he revisado hace poco en DVD. Basada en la novela del mismo título de Jaime de Andrade, seudónimo de Franco, se inicia con un Capitán de Navío que muere en Cuba durante un combate, como su antepasado directo el Churruca de Trafalgar.