Trafalgar, génesis de una selección

Por Hermenegildo Franco Castañón

Artículo publicado originalmente en la Revista de Historia Naval, año III 1985 Número 8. Todas las imágenes incluidas son de Carlos Parrilla y no perteneces al artículo original.

Este especial se compone de los siguientes artículos:
¿Cómo se llegó? | Antecedentes | Antes de la batalla | Escuadra británica | Escuadra combinada | Columna de Nelson | Columna de Collingwood | Tras la batalla | Epílogo | ¿Por qué se perdió la batalla?

Introducción

Siempre que aparece el nombre de Trafalgar, nos viene a la memoria el amargo recuerdo que produce toda derrota; unido a él esta el de los navíos que lucharon en sus aguas y los nombres ilustres de los cuatro Generales y quince jefes que, con ellos pasaron a la posterioridad.

Para comprender mejor las vicisitudes por las que pasa la Armada española en este año de 1805, conviene recordar brevemente los objetivos y plan estratégico aliado que finalizan en aguas del cabo Trafalgar.

Las continuas extorsiones inglesas a buques españoles durante 1804, culmina con el ataque y hundimiento de la fragata Mercedes y los apresamientos de la Medea, Clara y Fama frente al cabo de Santa Maria, en octubre del mismo año, por una división naval británica. Este suceso causa la declaración de guerra a Inglaterra y la posterior participación en la campaña naval, coaligados de Francia, que ve su fin el 21 de octubre de 1805.

El tratado firmado entre España y Francia el 19 de octubre de 1803, hizo a nuestra nación subsidiaria de la de Napoleón al facilitarle los recursos de guerra y comprometió la neutralidad española, con lo que se justifico en cierto modo la actitud beligerante inglesa.

Esta contribución se vio incrementada al entrar en guerra con la firma en Paris del tratado Secreto, por el entonces embajador de España en la corte de S. M. Imperial D. Federico Gravina, y el Ministro de Marina francés, M. Decrés.

Por este nuestra patria, entre otras obligaciones, se subordinaba a los planes y estrategia de Napoleón, contribuyendo con el armamento de tres escuadras que estarían dispuestas en los primeros meses de 1805 en Ferrol, Cádiz y Cartagena.

Los planes de guerra naval perseguían, desde el punto de vista aliado, un interés exclusivamente francés y estaban basados en la consecución de un objetivo terrestre: situar los ejércitos napoleónicos en las islas Británicas mediante un desembarco.

La subordinación española a lo firmado era total y, aparte de comprometerse a poner treinta navíos a disposición de Napoleón, se acepto un almirante francés, Villeneuve, al mando de la escuadra combinada.

Es aquí donde hay que buscar una parte del fracaso táctico de nuestra Marina, sin que sea un exime, ya que existen otras causas que le propiciaron. De todos modos, el error fundamental esta en la estrategia de Napoleón al tratar de evitar el combate naval decisivo para obtener un dominio marítimo circunstancial, que le facilitase el desembarco de su ejercito en Inglaterra.

Su planeamiento estratégico se basaba en una maniobra de diversión en la que una escuadra franco-española se dirigiría a las Antillas con intención de atacar las posesiones inglesas, dividiendo así a las fuerzas navales británicas, y a mantener el bloqueo de los puertos españoles y franceses donde existían fuerzas navales de los aliados; posteriormente, se intentaría obtener un dominio marítimo en la zona del Canal de la Mancha, concentrando en esta agua grandes efectivos navales, lo que no se consigue por la dificultad de llevar a cabo esta concentración.

Cuando el Emperador, iniciada la campaña, comprende su error y la necesidad de batir definitivamente a las fuerzas navales británicas, ya era tarde y tanto Finisterre, pequeña derrota táctica, como Trafalgar, gran derrota estratégica, salvan decisivamente a Inglaterra.

La Armada española en 1804

En 1804, la Armada española, debido a la situación de neutralidad, solamente mantenía armados un reducido número de buques que cubrían los servicios de correos marítimo, transporte de caudales y otros efectos. El total de buques era de 247, de los cuales 54 eran navíos, 37 fragatas, 20 corbetas, 15 urcas, 50 bergantines, y el resto, buques menores[3].

El número de oficiales de guerra de la Armada era de 1.268[4], siendo Ministro de Marina el Teniente General D. Domingo Pérez de Grandallana, el jefe del Estado Mayor D. Francisco Gil y Lemos, Capitanes Generales de los Departamentos de Ferrol y Cartagena los del mismo empleo D. Félix de Tejada y D. Francisco J. De Borja y Comandante General interino del de Cádiz, el Teniente General D. José J. Moreno.

"Una armada formidable". Pintura de Carlos Parrilla.
«Una armada formidable». Pintura de Carlos Parrilla.

Durante los primeros meses de 1804 no se produce ninguna novedad que afecte a la situación española, hasta que el 22 de agosto, a causa de la insurrección que se produce en Vizcaya, por Real Orden reservada al Capitán General de Ferrol se ordena que:

Se habiliten los navíos, fragatas, urcas, corbetas y bergantines que fueren necesarios para el transporte de tropas que deben salir de La Coruña a las ordenes del Capitán General de Galicia.

En su cumplimiento, el 5 de septiembre salían del arsenal los navíos Neptuno, Monarca, y San Agustín; fragatas Prueba y Venganza; corbeta Urquijo, y bergantín Esperanza.

Ante estos preparativos el contralmirante ingles Cochrane, que bloqueaba el puerto ferrolano por la presencia en el de dos navíos y una fragata francesa, al temer que los buques franceses se aprovechasen de la salida de los españoles, protestó ante el Teniente General Tejada, y solicitó a la escuadra inglesa que bloqueaba Brest el envió de varios buques para aumentar su fuerza.

Ante una real Orden, que disponía que las tropas españolas marchasen por tierra, el día 15 se ordenó la vuelta de los buques al arsenal.

Pero ante las injerencias inglesas, que se inician en junio de 1803, con la detención del bergantín-correo Esperanza, y que se acentúan durante 1804 con nuevos atropellos a buques mercantes y de guerra, el 6 de octubre el Capitán General del Ferrol recibe la siguiente orden del príncipe de la paz:

Que disimulando o desentendiéndose de las bravatas del Contralmirante inglés, Alejandro Charane (sic), haga respetar el pabellón, disponiendo que salgan de los puertos cuantos buques de guerra sean necesarios, pues siendo obligación de V. E. Dar cumplimiento a las ordenes con que se halle, debe sostenerla hasta el ultimo extremo, haciendo que nuestro cañón responda en todas partes al de los ingleses si tuviese la temeraria osadía de quebrantar los sagrados derechos de neutralidad.

Preparativos navales para la guerra

Hasta el 13 de noviembre el Gobierno español no expidió la primera orden de aprestos navales que se dirigió al Ferrol, con el encargo de alistar los navíos: Príncipe de Asturias, Neptuno, Monarca, San Agustín y San Fulgencio, que saldrían posteriormente para instruir a su dotación.

Al mismo tiempo se proveía de armamento a los navíos: San Juan Nepomuceno, Montañés, San Julián y San Francisco de Asís.

Una vez efectuada la alianza con Francia, a mediados de noviembre se procede a designar el mando de la escuadra que se iba a formar; este nombramiento recayó en el Teniente General D. Federico Gravina, a quien se lo comunico directamente el Príncipe de la Paz.

Por su parte, el Ministro de Marina, D. Domingo Grandallana, en carta privada a Gravina de fecha 22 de noviembre, se lo confirma y le da un plan de ideas aprobado por S.M. para que las tenga en cuenta en la serie de operaciones combinadas entre Francia y España.

Así, el 8 de diciembre Gravina manifiesta a Grandallana:

En la conferencia que ha tenido hoy con S.M.I. he tenido presente todos los puntos que de V.E. trata en sus cartas y del resultado de dicha conferencia instruyo en esta fecha y en detalle al Excmo. Sr. Generalísimo.

Los puntos tratados por Grandallana se refieren al plan estratégico a seguir en la futura campaña y al número de navíos que se aportarían a la alianza[5]

En esta carta también aludía Gravina a que, en virtud de las instrucciones que le había dado el Generalísimo, remitía en pliego aparte la Relación de los Brigadieres y Capitanes de Navíos que le parecían más aptos para mandos de navíos y fragatas, y pone a continuación de los nombres estas notas:

PRIMERA: Los cuarenta Brigadieres y Capitanes de Navío arriba indicados son, a mi entender, los mas aptos para mando; pero como no tengo conocimiento de todos los oficiales de las dos referidas clases por no haber navegado con ellos, y no puedo, por consecuencia, juzgar de ellos no quiero, prefiriendo los nombrados, perjudicar a ninguno. Así me remito al parecer del Señor Ministro de Marina y demás Generales para que si juzgan que otros, que yo tal vez he dejado por casualidad de no conocerlos, son más aptos, porque los conocen por haber navegado con ellos, los añadan a esta nota y sean considerados como los expresados.

SEGUNDA: Como el Señor Generalísimo previene, y soy del mismo parecer, no nombro los segundos, pues creo conveniente los propongan los mismos Comandantes de los buques.

La relación era la siguiente:

CádizEl FerrolCartagena
Brigadieres
D. Francisco Montes
D. Pedro Pineda
D. Francisco V. Mondagón
D. Francisco J. Uriarte
D. Dionisio Alcalá-Galiano

Capitanes de Navío
D. Rafael Villavicencio
D. Diego Villagomez
D. Juan Darrac
D. Bernardo Muñoz
D. José Gardoqui
D. José de la Guardia
D. Juan Carranza
D. Ignacio Olaeta
D. José Meléndez
D. Salvador del Castillo
D. Lino Trujillo
D. Tomas Ayalde
D. Miguel Gastón
Brigadieres
D. Diego Choquet
D. José Vargas
D. Cosme Churruca
D. Cayetano Valdés
D. Felipe Jado Cagigal

Capitanes de Navío
D. Teodoro Argumosa
D. Francisco Alsedo
D. Antonio Toba
D. Antonio Pareja
D. Fernando Bustillo
D. Joaquín R. Rivera
Brigadieres
D. Rafael de Hore
D. Luis Mesia
D. Isidoro García del Postigo
D. Antonio Boneo
D. Juan José Martínez

Capitanes de Navío
D. Pedro Ruiz Mateos
D. Félix O´Neille
D. José de la Encina
D. José Calderón
D. Antonio Quesada

Primeros armamentos y declaración de guerra

El 4 de enero de 1805 se firma el convenio entre Gravina y el Ministro de Marina francés, Mr. Decrés, en París; por este España se comprometía a armar inmediatamente ocho navíos y cuatro fragatas en el Ferrol; doce navíos en Cádiz y seis navíos en Cartagena.

Estos buques estarían listos antes del 31 ventoso (20 de marzo) o a más tardar el 10 germinal (30 de marzo); todos con víveres para seis meses y agua para cuatro. Al mismo tiempo se comprometían al embarque de tropas para la campaña que se iniciaba con la declaración de guerra, efectuada el 12 de enero de 1805.

Para cumplimentar lo estipulado, el 16 de enero el Príncipe de la Paz dio orden de armamento a los tres departamentos.

En El Ferrol, al recibirse esta orden se encontraban listos los siguientes navíos: Príncipe de Asturias, Neptuno, San Agustín, Monarca y San Fulgencio. Fragatas: Prueba y Venganza. Armándose los Navíos San Juan Nepomuceno y San Francisco de Asís y la fragata Flora. Y desarmados los navíos: Concepción, Mejicano, San Fernando, Oriente, San Telmo, San Idelfonso, Montañés y San Julián.

"El Rayo". Pintura de Carlos Parrilla.
«El Rayo». Pintura de Carlos Parrilla.

En Cádiz estaban armados los Gloriosos, San Justo, Bahama, América, Argonauta y España. Desarmados, el Trinidad, Santa Ana, Conde de Regla, Rayo, San Rafael, África, Terrible, Firme, Vencedor, San Juan Bautista, San Gabriel, San Fermín, Soberano, La Ferme, San Leandro, Castilla y Miño.

A la vista del estado de armamento y carena se disponen que se alisten doce navíos, cinco de los que estaban armados, excepto los siete siguientes: Trinidad, Santa Ana, San Rafael, Terrible, Firme, Castilla y San Leandro.

En Cartagena se encuentran armados los navíos San Carlos y Reina Luisa y desarmados el Guerrero, San Joaquín, San Pablo, San Francisco de Paula, San Ramón, San Pedro Alcántara, Asia, Astuto, y Santo Domingo; asimismo, en la Habana, armados, el San Lorenzo y Ángel de la Guarda, que también pertenecía a este Departamento.

Con el mismo criterio se ordena habilitar a los navíos San Carlos y Reyna Luisa y armar el San Francisco de Paula, San Joaquín, San Ramón y Asia.

Nombramientos, organización y estado de los navíos de la escuadra de Cádiz

Desde París Gravina regresó a Madrid el 1 de febrero de 1805, trasladándose al día 2 a Aranjuez, donde recibe ordenes verbales de Su Majestad relativas al mando de la escuadra; el día 4 emprende viaje a Cádiz.

En esta entrevista se le renovaron y ampliaron sus facultades como jefe de las fuerzas navales españolas y efectuó las propuestas de los jefes subalternos, que resultaron aprobadas.

Estos nombramientos recayeron en los Tenientes Generales D. Ignacio María de Álava y D. Juan María Villavicencio y en el Jefe de Escuadra D. Antonio de Escaño, que desempeñaba el destino de comandante de los Tercios Navales del Norte con residencia en El Ferrol.

El día 14, acompañado por los Tenientes Generales Álava, Villavicencio y el Comandante General interino del Departamento D. José J. Moreno, visitó el arsenal de La Carraca recorriendo los almacenes y los buques que se iban a armar, para que recibieran la aprobación de Su Majestad.

NavíosComandantes
Santísima Trinidad
Santa Ana
Argonauta
San Rafael
Bahama
Glorioso
San Leandro
España
Castilla
Firme
Terrible
América
Brigadier D. Francisco Uriarte
Capitán de Navío D. José Gardoqui
Brigadier D. Rafael Hore
Brigadier D. Francisco Montes
Capitán de Navío D. Lino Trujillo
Brigadier D. Dionisio Alcalá Galiano
Capitán de Navío D. José Meléndez
Capitán de Navío D. Bernardo Muñoz
Capitán de Navío D. José Quevedo
Capitán de Navío D. Rafael Villavicencio
Brigadier D. Francisco Vázquez
Capitán de Navío D. Juan Darrac

Gravina consideró los nombramientos tan efectivos que en el mismo correo dio cuenta de los destinos de los segundos de a bordo, hechos a propuesta de los citados comandantes[6].

En otro oficio enviado el mismo día 15 comunicó que había dispuesto el armamento de dos navíos más sobre los doce anteriormente citados; eran el San Justo y el Rayo, pensando que podrían estar listos para el mes de abril; propuso para el mando del primero al Capitán de Navío D. Miguel Gastón y para el segundo el Brigadier Enrique McDonnell pues, aunque se hallaba retirado del servicio, Gravina consideraba que:

Sus conocimientos, su acreditado valor y su reconocida actividad me estimula a suplicar a V.E. el que con esta distinción, con la de su grado y antigüedad, vuelva en las circunstancias del día al Cuerpo General.

El Príncipe de la Paz aprobó el armamento y los nombramientos, aunque señalando a Gravina el limite de sus atribuciones, según manifiesta en su escrito de contestación:

Excmo.. Sr.: He recibido de V.E. Núm. 4, que trata de para el mes de abril podrán armarse en ese Departamento los navíos Rayo y San Justo, para cuyos mandos propone V.E. al Brigadier McDonnell y al Capitán de Navío D. Miguel Gastón, por las circunstancias que V.E. aprecia.

Aprecio el celo del servicio que a movido a V.E. para dar este paso aunque es asunto que no corresponde a su encargo, y doy la orden para que el Comandante General de ese departamento dispongan se armen dichos navíos y cualquiera otros buques según lo disponga nuestra situación. Apruebo los mandos, y he providenciado que para obtener el del navío Rayo vuelva al servicio activo de la Armada, en su grado y antigüedad D. Enrique McDonnell.

Dios, etc. Aranjuez, 26 de Febrero de 1805.P. de la Paz, Sr. D. Federico Gravina.

No cabe duda que la decisión de Gravina molestó a Godoy, por las ordenes expresas y terminantes de armar solo doce navíos en Cádiz, dentro de lo estipulado en el convenio del 4 de enero, y no por la propuesta de McDonnell; ya que el 4 de febrero había decidido, de acuerdo con Gravina, que el citado Jefe volviese al servicio activo con motivo de la presente guerra, tras haberlo solicitado el interesado; lo que le fue comunicado por el propio Príncipe de la Paz en esa fecha; aunque es cierto que, según manifiesta el propio McDonnell desde Bilbao el 15 de febrero al agradecer al Generalísimo su vuelta al servicio, ignorante del empleo y antigüedad que se le reconocería[7]

Un escrito del ramo de ingenieros del arsenal de la Carraca de fecha 25 de febrero da un aceptable estado de los doce navíos mandados armar en este Departamento[8].

Este estado General de la escuadra de Cádiz parece bueno en cuanto a armamento y material, sin embargo, la escasez de pertrechos en los arsenales y la dificultad de abastecerlos, como ocurrió con la falta de llaves para el servicio de artillería, hicieron difícil la completa habilitación de los navíos.

Aunque lo que más afectó fue la falta de gente para las tripulaciones, tanto de maestranza como marinería. Por lo que a pesar del celo y de la actividad de Gravina, fue imposible tener listo los doce navíos el 9 de abril, fecha de la llegada de la escuadra francesa del Mediterráneo a Cádiz.

Esta falta de gente fue la causa que se ordenara desarmar el 13 de febrero a la fragata Magdalena, cuyo armamento se ordenó, nombrándose comandante al Capitán de Navío D. José Caró y Sureda.

El 5 de marzo salieron del arsenal el Argonauta, San Rafael, Bahama y América arbolando Gravina su insignia en el Trinidad, que permanecía en la Carraca.

El 14 llegó al Departamento el Jefe de Escuadra D. Antonio de Escaño que el 15 fue nombrado Mayor General de la Escuadra. El 25 cambió Gravina su insignia al Argonauta; el 28 el Terrible fondeó en Cádiz.

El 2 de abril se le unieron el Firme y el España; el 5 el Bahama volvió al arsenal para entrar en dique, reconocer sus fondos y forrar de nuevo, ya que tenia filtraciones de agua en su obra viva. El 6, una vez alistados, salieron del arsenal para Cádiz la fragata Magdalena y el navío Glorioso.

La noche del 9 al 10 de abril salió la escuadra combinada para Martinica con lo que comienza la campaña para la española, el resto de los navíos que no estaban listos en esa fecha se quedaron en La Carraca bajo el mando del Teniente General Álava.

Nombramientos y armamentos de las escuadras de El Ferrol y Cartagena

Cuando tuvo lugar la declaración de guerra, estaban ya listos en El Ferrol los navíos armados en agosto de 1804 junto con el San Fulgencio y el Príncipe de Asturias.

Fueron sus comandantes los siguientes jefes:

NavíosComandantes
Príncipe de Asturias
Neptuno
San Agustín
Monarca
San Fulgencio
Brigadier D. Cosme Churruca
Brigadier D. Cayetano Valdés
Capitán de Navío D. Antonio Pareja
Capitán de Navío D. Teodoro Argumosa
Capitán de Navío D. Joaquín Rodríguez Rivera

El 15 de enero se hace cargo de estos navíos el Jefe de Escuadra D. Baltasar Hidalgo Cisneros. A mediados de febrero entrega el mando al Teniente General D. Domingo Pérez de Grandallana, y se queda de segundo jefe.

El nombramiento del Ministro de Marina, Teniente General Grandallana, para el mando de la escuadra del Ferrol, se efectúa el 2 de febrero por resolución del Príncipe de la Paz, cuatro días después se nombra Ministro interino de Marina al del mismo empleo D. Francisco Gil y Lemos.

A la llegada de Grandallana a El Ferrol, se estaban armando todavía los navíos San Juan Nepomuceno y San Francisco de Asís.

Al tomar el mando reorganiza sus fuerzas; enarbolando su insignia en el Príncipe, nombra comandante al Capitán de Navío Pareja, al Brigadier Churruca, comandante de San Juan Nepomuceno, al Brigadier D. Felipe Jado Cagigal del San Agustín, y al Capitán de Navío D. Luis Flores del San Francisco de Asís.

"Ocaso en Ferrol". Pintura de Carlos Parrilla.
«Ocaso en Ferrol». Pintura de Carlos Parrilla.

Posteriormente se desarman las fragatas Prueba y Venganza que son sustituidas por la fragata Flora y la corbeta Mercurio, recayendo el nombramiento de comandante sobre los Capitanes de Fragata D. Pablo Pérez y D. Francisco Grandallana, respectivamente.

El armamento de la escuadra de Cartagena se inicia en los primeros meses del año de 1805, de acuerdo con las instrucciones recibidas.

El 11 de marzo salió de Cádiz para Cartagena D. José Justo Salcedo nombrado Comandante General de la escuadra de este Departamento, de la que se hizo cargo el día 29, enarbolando su insignia en el Reina luisa.

Los buques y sus comandantes eran, el 17 de abril, fecha de su primera salida al mar para su adiestramiento, los siguientes:

NavíosComandantes
Reina Luisa
San Carlos
San Francisco de Paula
San Joaquín
San Ramón
Asia
Brigadier D. Isidoro García del Postigo
Brigadier D. Luis Mesía
Brigadier D. Juan José Martínez
Capitán de Navío D. Félix O´Neille
Capitán de Navío D. Pedro Ruiz Mateos
Capitán de Navío D. José Calderón

Posteriormente, esta escuadra vuelve a salir a la mar, cruza frente a Cartagena los días 18, 19 y 20 de mayo y el 8, 9 y 11 de junio. Esta salida, además de los navíos ya indicados, la hace también el navío Guerrero, mandado por el Capitán de Navío D. José de la Encina, y el bergantín Vigilante, por el Teniente de Fragata D. Miguel Tacón.

Esta escuadra efectúa su última salida durante el año 1805, el 17 de julio y regresa a Cartagena el día 22.

Expedición a Martinica y Cabo de Finisterre

El día 30 de marzo Villeneuve sale de Tolón con una escuadra compuesta por once navíos, seis fragatas y dos bergantines, arrumbando inicialmente al sur con intención de embocar el estrecho de Gibraltar. Al enterarse de que la escuadra inglesa del Mediterráneo, mandada por Nelson, se encontraba al sur de Cerdeña, corrige su derrota y se aproxima a la costa de España para evitar un encuentro.

El 7 de abril llega frente a Cartagena, donde se encontraba la escuadra del General Salcedo, envía una embarcación para adquirir noticias e invitar a esta escuadra a unirse a la suya; Salcedo decide continuar en puerto al no tener ordenes e instrucciones al respecto.

La escuadra francesa continua su derrota hacia el estrecho, cruzándolo el día 9 por la mañana, fondeando en Cádiz al ocaso, donde ya estaban listos para dar la vela el navío francés Aigle y la escuadra de Gravina.

En la noche del 9 al 10 sale la escuadra combinada rumbo a las Antillas. La española estaba constituida por seis navíos y una fragata; el navío Glorioso no sale, ya que, aunque estaba listo, se encontraba muy falto de gente[9].

Durante la navegación a la Martinica el Argonauta y América permanecieron unidos a la escuadra francesa, en cambio los navíos Terrible, Firme, España y la fragata Magdalena la hicieron separados, formando una división. El San Rafael se retrasó por haber tocado levemente en el bajo de arena de La Palma, haciendo el viaje en solitario.

La escuadra francesa y los dos buques de Gravina arriban a Fort Royal el 14 de mayo, la víspera lo hace la división española y el 16 llega el San Rafael. La escuadra combinada permaneció en su fondeadero de la Martinica hasta el 28, en que se efectúa el ataque y toma del islote del Diamante.

El día 30 llega a la Martinica la fragata francesa Didon con una comunicación escrita del Ministerio de Marina francés siguiendo las instrucciones de Napoleón.

Según estas, lo que interesaba era asegurar las posesión de las islas francesas y atacar a las inglesas que fueran susceptibles de conquista; mientras que se esperaba la unión de la escuadra de Rochefort.

Posteriormente se dirigirían a Ferrol donde se le uniría la escuadra española del General Grandallana y la división francesa surta en este puerto, para que juntas arrumbasen a Brest para romper el bloqueo inglés y con todas sus fuerzas, reunidas bajo el mando de Villeneuve, recalasen en Boulogne donde recibirían ordenes directas del Emperador.

El 4 de junio fondearon los navíos franceses Algeciras y Achille, procedentes de Rochefort, con lo que la escuadra franco-española quedó compuesta por veinte navíos, siete fragatas y dos bergantines que dieron la vela en la madrugada del día 5, teniendo como objetivo el ataque a la isla Barbuda.

El 8 por la mañana las fragatas exploradoras descubrieron un convoy enemigo al que se dio caza, apresando quince buques. Este convoy se había hecho a la mar desde la isla Antigua, rumbo a Inglaterra, al conocer la llegada de Nelson a las Antillas, en persecución de la escuadra aliada.

"Volando a Haití". Pintura de Carlos Parrilla con el navío "Argonauta" de Gravina.
«Volando a Haití». Pintura de Carlos Parrilla con el navío «Argonauta» de Gravina.

Esta noticia, comunicada por los prisioneros ingleses, produjo un cambio radical en las operaciones: Villeneuve se dirigió al Ferrol para evitar un posible encuentro con la escuadra de Nelson, con lo que no se efectuó el ataque a Barbuda, ni los que pensaban llevar a cabo contra las posesiones enemigas de las Antillas; permaneciendo en esta agua varias fragatas, entre ellas la española Magdalena que se había quedado en la Martinica a la salida de la escuadra, por tener las dos terceras partes de su gente en los hospitales.

El comandante de la Magdalena, Capitán de Navío D. José Caró, había sido prevenido por Gravina de que, si no se verificaba el regreso de la escuadra a Fort Royal, marchase a La Habana con toda la tropa y marinería enferma; cuando tuvo conocimiento de la marcha de la escuadra a Europa, intento unirse a ella solicitando información al Comandante General de la Martinica; al no ser posible dio la vela el día 1 de julio con destino a Santander por conocer el bloqueo de El Ferrol y Cádiz, llegando a su destino el 2 de agosto.

La escuadra combinada con destino a El Ferrol fue interceptada por la inglesa del Almirante Calder, que bloqueaba este puerto el día 22 de julio al noroeste del cabo Finisterre; se entabló combate en medio de una gran niebla y en él fueron rendidos y apresados los navíos españoles Firme y San Rafael.

La escuadra arrumbo posteriormente a Vigo, donde se excluyeron por sus malas condiciones y averías los navíos españoles América y España y el francés Atlas, con lo que quedó reducida al Argonauta y Terrible, que salieron el día 30 de julio hacia El Ferrol, donde fondearon el 2 de Agosto, mientras que Villenueve lo hacía al mismo tiempo en La Coruña.

Las escuadras de Grandallana y Álava

El objetivo inicial de Napoleón para la escuadra de Ferrol y las francesas de Brest y Rochefort era la India. Posteriormente ordenó que se uniese en la Martinica a la franco-española de Villeneuve y Gravina para, finalmente dirigirse a Brest.

A principios de abril, la escuadra de Grandalla compuesta por siete navíos estaba lista[10], pero como la escuadra de Brest retrasaba su salida, Napoleón escribió el día 22 lo siguiente a Decrés:

Diréis al Príncipe de la Paz que el bloqueo del Ferrol se levantará al instante menos pensado, por lo tanto, que los navíos estén siempre listos, aumentando su número con arreglo al retraso de la escuadra francesa hasta llegar a diez[11].

El 23 de mayo repite Napoleón su deseo de que todos los esfuerzos de España se dirijan al Ferrol para reunir diez navíos armados con víveres para seis meses, que junto con los cinco franceses que se encontraban en este Departamento constituían una fuerza considerable.

El Príncipe de la Paz, ordena el 5 de junio que se alisten urgentemente el Montañés, San Telmo y Oriente, lo reitera el día 14 y sustituye a los dos últimos por el San Ildefonso y el San Julián[12].

El 19 toma el mando del Montañés el Capitán de Navío Don Francisco Alsedo, el 3 de julio el del San Julián Don Fernando Bustillo y el día 24, el Brigadier Don José de Vargas lo hace en el San Idelfonso.

Por otro lado, a la salida de Gravina, el Teniente General Álava se encarga interinamente de las fuerzas navales que permanecen en Cádiz, recibiendo el nombramiento efectivo el 15 de abril, por resolución del Príncipe de la Paz[13].

Previamente había desembarcado de la escuadra de Cádiz el Teniente General Villavicencio, que fue nombrado Comandante General del apostadero de La Habana, Don Dionisio Alcalá Galiano y D. José Meléndez permutaron sus mandos, encargándose el primero del San Leandro y el segundo del Glorioso.

Álava, al hacerse cargo de la escuadra, efectúa un plan de defensa de la bahía de gaditana y reorganiza sus fuerzas.

A finales de abril están fondeados en Cádiz, listos para el servicio, el Trinidad, Glorioso y San Leandro. Y en la Carraca, armados pero sin completar su gente, el Santa Ana y Castilla.

Los días 21, 22, 27 y 28 de mayo, al cesar momentáneamente el bloqueo inglés, sale a la mar para instruir a su gente el Glorioso. El 29 vuelve a salir para proteger un convoy de lanchas con destino a Sanlúcar, pero ante la presencia de cuatro fragatas y un bergantín enemigo, arrumba a Canarias entrando en Santa Cruz de Tenerife el 24 de junio, una vez cumplida su misión, permaneciendo en el archipiélago hasta finales de septiembre. Entra en Málaga el mismo día que sucedió el combate de Trafalgar.

El 7 de junio Álava propone al Brigadier Galiano para el mando del Bahama, según palabras textuales del oficio dirigido al Príncipe de la Paz, para que mejorase de mando. Su propuesta es aprobada el día 15, añadiendo Godoy; que arregle los mandos de su escuadra y confíelos a los dos oficiales que sean más de su confianza.

En virtud de esta Real Orden se nombra comandante del Bahama al Brigadier D. Dionisio Alcalá Galiano, cesando el Capitán de Navío D. Lino Trujillo; del San Leandro se encarga el Capitán de Navío D. José Quevedo y del Castilla, el Capitán de Navío D. Juan de Dios Topete.

Unión de las escuadras de El Ferrol y Cádiz

El 2 de agosto, a la llegada de Gravina a Ferrol con el Argonauta y Terrible, se encontraba ya lista la escuadra de este Departamento formada por diez navíos, una fragata y una corbeta[14].

Gravina al llegar al Ferrol, se hace cargo del mando de todas las fuerzas españolas, y ordena, el día 3, desarmar el navío San Julián por ser de similares características que los dejados en Vigo.

El Argonauta entra en el arsenal el día 4 para reparar las averías producidas en el combate de Finisterre.

El 10, a mediodía, sale de Ferrol con viento del N.E., la división francesa y la escuadra española compuesta por los navíos Argonauta (con la insignia del Teniente General Gravina), Príncipe de Asturias (con la del Teniente General Grandallana) y Neptuno (con la del Jefe de Escuadra Hidalgo de Cisneros), San Juan Nepomuceno, San Francisco de Asís, San Agustín, fragata Flora y corbeta Mercurio los navíos Monarca, Terrible y San Ildefonso, que salen el 13 para unirse al resto de la escuadra que, fondea en Ares, da la vela ese mismo día rumbo a Cádiz, donde entra el 23 por la tarde.

Durante su estancia en El Ferrol Gravina pide a Godoy, por su antigüedad y por tener concedida insignia de preferencia[15], trasbordar al Príncipe de Asturias, donde la tiene izada Grandallana.

Este le contesta:

que sin ofenderse ni ajar las respectivas graduaciones hace lo que sea más conveniente al Servicio del Rey, única mira que debe proponerse reparando también que el General Grandallana tiene condecoraciones las más grandes de la Monarquía.

Esta contestación y una carta de Godoy a Grandallana, en la que le manifiesta que, en caso de salir a la mar, no ira como segundo jefe de la escuadra, sino para remplazar a Gravina, en caso de enfermedad, hacen que al llegar a Cádiz, Gravina escriba al Príncipe de la Paz pidiéndole que le revele del mando, pues sospechaba que había perdido la confianza de la Corte.

Recibida está por Godoy el 24 de agosto en San Ildefonso, contestó a Gravina confirmándolo en el mando de escuadra, que debería organizar reduciendo a lo preciso las altas plazas de los navíos, formando su Estado Mayor y llevando otro jefe de segundo si así lo juzgase conveniente.

"Alas y rastreras". Pintura de Carlos Parrilla.
«Alas y rastreras». Pintura de Carlos Parrilla.

Ante esta Real Orden Gravina arboló el día 30 su insignia en el Príncipe de Asturias, suprimiendo las Mayorías Generales de las escuadras de Grandallana y de Álava, disponiendo el desembarco del primero, nombrando segundo jefe al segundo y tercer jefe al Jefe de Escuadra D. Baltasar Hidalgo de Cisneros que era segundo en la de Ferrol, quedando como Mayor General D. Antonio de Escaño.

En la reorganización de la escuadra, ordena que se desarmen los navíos San Fulgencio y Terrible, la fragata Flora y la corbeta Mercurio, transbordando la dotación del primer navío al Santa Ana; la del segundo al Rayo; con las de la Flora y Mercurio se habilita el San Justo.

El mando del Príncipe de Asturias lo toma el Brigadier Hore, encargándose el Capitán de Navío Pareja del Argonauta.

Se dispone el desarme del navío Castilla por sus malas condiciones marineras y militares, hechas patentes por su comandante, y su marinería se barrió, palabras del General Álava, para completar las de los navíos Trinidad, Bahama y San Leandro días antes de la llegada de Gravina.

Planes y objetivos de la escuadra de Cartagena

El plan previsto por Napoleón para la escuadra de Cartagena era que está se uniera a la de Villeneuve en Tolón y, si no, que se dirigiera a Cádiz.

Godoy, el 14 de mayo, notifica a Salcedo sobre la urgencia de la unión con la escuadra de Álava en Cádiz, reiterándolo el 28. Este empeño de ir a Cádiz, era para bloquear a Gibraltar y propiciar un golpe de mano sobre dicha plaza para destruir un convoy ingles fondeado en su puerto.

La escuadra de Salcedo salió el 8 de junio para Cádiz, regresando a su punto de partida el 11 para remediar algunas averías sufridas por sus buques; mientras reparaban en Cartagena, Álava dio aviso a Salcedo de la presencia de la escuadra enemiga conjunta de siete navíos y una fragata delante de Cádiz, por lo que suspendió momentáneamente su salida.

El 16 de junio se realizó una nueva tentativa de unión; el Príncipe de la Paz ordenó a Álava que hiciera todo lo posible para que los buques ingleses levantaran el bloqueo del puerto de Cádiz.

Sin embargo, la debilidad de la escuadra de Álava, que solo contaba con dos navíos listos, el Bahama y San Leandro, no se lo permitió.

La escuadra de Cartagena salió otra vez el 17 de julio para intentar la unión pero tuvo que retornar el 22, donde no volvió a salir por cambiar los planes Napoleón.

El 7 de octubre, el Príncipe de la Paz, para facilitar la salida de la combinada de Cádiz, dio a Salcedo la siguiente orden muy reservada, a través de Gravina:

Luego que V.S. reciba este pliego dará la vela con la escuadra de su mando para desempeñar la operación más importante de la guerra actual.

La operación consistía en llamar la atención de los ingleses hacia el Mediterráneo y obligarles a desmembranar la escuadra de 33 navíos que en ese momento estaba sobre Cádiz; y en caso de que no la dividieran, dominar el Mediterráneo, navegando hacia la costa de África, para apresar o destruir cuantos buques o convoyes enemigos hallase en su camino.

Este crucero tendría una duración de 15 días, debiendo entonces de volver a Cartagena. Gravina recibió estas instrucciones el día 15 y debería enviárselas a Salcedo con la antelación suficiente para ejecutar el plan que podría facilitar la salida de la combinada, que tendría superioridad numérica si los ingleses dividían sus fuerzas.

Pero la escuadra de Cartagena no recibió nunca esa orden de operaciones, ya que, después del Consejo de Guerra celebrado a bordo del Bucentaure, que decidió la salida de la escuadra combinada. Godoy, de acuerdo con el informe de Gravina enviado el 15, revocó la orden, pretendiendo volver al plan anterior de reunión con la escuadra de Cartagena a su paso hacia Sicilia.

La batalla de Trafalgar

Es coincidencia que el mismo día 19 de octubre, fecha en que Godoy aprobó el plan de Gravina, saliese la escuadra combinada formada por 32 navíos, de los cuales 15 eran españoles, para combatir en Trafalgar. Eran estos los siguientes, tal y como consta en el estado de fuerza firmado por el Mayor General Escaño:

Navíos
ComandantesInsignia
Príncipe de Asturias
Trinidad
Santa Ana
Rayo
Argonauta
Neptuno
San Ildefonso
Bahama
San Juan de Nepomuceno
San Agustín
Monarca
Montañés
San Francisco de Asís
San Justo
San Leandro
Brigadier Hore
Brigadier Uriarte
Capitán de Navío Gardoqui Brigadier Macdonell
Capitán de Navío Pareja
Brigadier Valdés
Brigadier Vargas
Brigadier Alcalá Galiano
Brigadier Churruca
Brigadier Cagigal
Capitán de Navío Argumosa Capitán de Navío Alsedo
Capitán de Navío Flores
Capitán de Navío Gastón
Capitán de Navío Quevedo
Teniente General
Teniente General
Teniente General

Todo ocurrió frente a cabo Trafalgar el 21 de octubre es conocido, sólo se puede añadir que los marinos que combatieron en esta aguas pasaron a la posterioridad con valentía y honor, y que aquí acabó la influencia política y militar de España en los asuntos de Europa.

"Trafalgar". Pintura de Carlos Parrilla.
«Trafalgar». Pintura de Carlos Parrilla.

La selección

Es indudable que la selección, que hizo que en Trafalgar estuviesen unos barcos y unos hombres, fue debida a múltiples causas, entre las cuales destaca la propiamente humana. Pero este proceso selectivo se vio además condicionado por otros aspectos materiales, políticos y estratégicos.

La elección de Gravina se justifica por las siguientes razones: es el Teniente General más antiguo que puede tener acceso al mando.

Según el Estado General de la Armada de 1805 ocupa el número 7 de los 29 de que consta el Cuerpo General, los seis anteriores son por orden de antigüedad los siguientes: D. Juan de Araoz, Comandante General de Marina en la isla de Cuba; D. José de Mazarredo, que se encuentra cesante como Capitán General del Departamento de Cádiz por real Orden de 9 de febrero de 1802, a petición propia por discrepancias con Godoy, y de cuartel en Bilbao; D. Francisco Gil y Lemos, Director General de la Armada; D. Francisco de Borja, D. Félix de Tejada y D. Gabriel de Aristizábal Capitanes Generales de Cartagena, Ferrol y Cádiz, el último cesado a finales de 1804 por enfermedad, por lo que se nombra interinamente para ocupar su cargo el número 9 del escalafón, D. J. Moreno[16].

En segundo lugar, su destino como embajador en París le hace idóneo para llevar a cabo con éxito el papel asignado a nuestras fuerzas navales, tanto por sus buenas relaciones con el Ministro de Marina francés Mr. Decrés, como por su participación en los convenios formados en París, que le dan un conocimiento inmejorable de la situación.

En tercer lugar, su juventud, respecto a la mayoría de los posibles candidatos es notable, Gravina cuenta con 49 años, mientras que la media en edad esta sobre los 63 años[17].

Por último, su trayectoria militar y marinera, con brillantes hechos de armas en su hoja de servicio, avalan y respaldan su designación.

Gravina, a su vez, designa como segundo y tercer jefe de la escuadra a los Tenientes Generales Álava y Villavicencio. Álava ocupa el número 25 y Villavicencio el 28, son ambos jóvenes ya que tienen 55 y 50 años, respectivamente, su elección pudo ser motivada por existir una notable diferencia de antigüedad con Gravina, ya que este ascendió a Teniente General en 1793 y éstos en 1802.

Por otro lado, tanto Álava como Villavicencio habían estado a las ordenes de Gravina; el primero en la toma del arsenal de Tolón y el segundo como segundo jefe de la escuadra de Brest en 1801.

Para el mando de la escuadra de Cartagena designa al Jefe de Escuadra D. José Justo Salcedo; este nombramiento, por las características de esta escuadra tanto en su composición, como por los planes previstos de actuación subordinada en las operaciones que llevase a cabo con las Gravina, es razonable ya que su mando debe recaer en un General de este empleo.

Caso diferente es el nombramiento del Teniente General Grandalla, Ministro de Marina en el momento de declaración de guerra, para el mando de la escuadra del Ferrol; su cese sorprende, ya que no se debe a haber caído en desgracia, en este caso no se le conferiría un mando de tanta importancia.

Más verosímil parece que, por ir a operar esta escuadra independientemente de la de Gravina y unida a las francesas de Rochefort y Brest, considerase Godoy necesario contar con un General de carácter, que no se sometiese fácilmente a las intenciones de Napoleón.

Grandallana tenía gran ascendiente y prestigio profesional, y era, al contrario que Gravina, nada pro-francés, quizá mas bien pecase de lo contrario.

La intención de Godoy, una vez que cambiaron los planes de operaciones para la escuadra del Ferrol y se unió a la de Gravina en este puerto, era que lo sustituyese en el mando de todas las fuerzas navales españolas[18]. Su eliminación a finales de agosto en Cádiz está motivada, indirectamente por presiones francesas[19].

El nombramiento de Hidalgo de Cisneros para segundo jefe de la escuadra de Ferrol, a las órdenes de Gradallana, es coherente, ya que fue capitán de bandera[20] en el Santa Ana de la escuadra de Mazarredo en 1799.

Su continuidad en la de Gravina como tercer jefe cae dentro de la lógica, por la nueva organización operativa dada a esta escuadra. Los mandos de los buques recaen todos, excepto los del Brigadier Macdonell, comandante del Rayo, y del Capitán de Navío Flores, comandante del San Francisco de Asís, en jefes de la propuesta inicial de Gravina.

Los barcos elegidos para la campaña son, a priori, todos los que por su estado material y de armamento los hacen mas aptos[21]; después de las circunstancias y la evolución de los acontecimientos los dejan reducidos a los quince que combaten en Trafalgar.

Consideraciones finales

El proceso que hizo aparecer en aguas de cabo Trafalgar, el 21 de octubre de 1805, a la escuadra española, aparentemente pecó de todo lo negativo que conlleva la improvisación, pues los múltiples cambios que se produjeron a lo largo de estos meses, tanto de mandos, como de barcos, fueron consecuencia de la falta de objetivos de la Armada española.

Pero seríamos injustos sino aclarásemos más esta idea.

La política General de España en este año de 1805, como en los precedentes, fue un devaneo continuo que convirtió a España en un juguete, no sólo de los grandes intereses de otras naciones, sino de personajes de tercer orden, de pequeñas intrigas y de la más inconcebible incapacidad de nuestros gobiernos.

Sin esta consideración no se justifica la actitud del gobierno español ante la guerra entre Francia e Inglaterra, declarada a principios de 1803, firmando el Tratado de 19 de octubre con Napoleón por el que, entre otras obligaciones, España pagaba un subsidio de seis millones de francos mensuales y en cuyo articulo 6º dice:

En consideración a las cláusulas arriba estipuladas, y durante el tiempo que sean ejecutadas, la Francia reconocerá la neutralidad de España.

Es decir, para poder conservar la neutralidad ante Francia, había que pagarle, lo que llevaba directamente a la guerra con Inglaterra.

¡La neutralidad!, este problema de ayer que es el problema de hoy.

Esta situación de neutralidad nominal que España quiso sostener con disquisiciones retóricas totalmente ridículas, fue causa de miles de atropellos por parte de las flotas inglesas a unos buques que llamados de guerra y que efectivamente pertenecían a la Armada, venían abarrotados de carga y pasaje, con la mayor parte de la artillería desmontada y, por tanto, presas fáciles de los navíos ingleses.

En esta falta de preparación y en el abandono en que la nación tenía de la Armada, en lo económico y en lo militar, está la causa de la falta de objetivos y la improvisación a la que aludíamos anteriormente, que unida al papel asignado a nuestra Marina a remolque de los intereses y objetivos franceses, sin un interés nacional propio, dio como resultado el desorden en la génesis de la selección que aparece en Trafalgar.

Trafalgar fue también un gran desastre político, pues la batalla perdida abrió una brecha en nuestro poderío, por donde se fue el mayor y más débil Imperio que jamás existió, perdido desde el momento que caía la Marina, la única que podía ligar sus pedazos esparcidos por el mundo entero.

La Armada española moría de abandono; con sus barcos hundidos, no precisamente en Trafalgar, donde sólo se perdieron diez, cinco en el combate y cinco como consecuencia del temporal que siguió a este, sino años más tarde en nuestros arsenales por falta de carena, decepcionados sus hombres por la incomprensión y el olvido de su propia nación.

Anexo

Relación de buques armados para la campaña naval, sus comandantes con expresión de fechas de toma de posesión y cese, y otras observaciones

S. TrinidadD. Francisco Javier Uriarte (Febrero-Trafalgar)Hundido en Trafalgar
S. AnaD. J. Gardoqui (Febrero-Trafalgar)Entró en Cádiz después del combate
ArgonautaD. Rafael de Hore (Febrero-Agosto)
D. Antonio Pareja (Agosto – Trafalgar)
Participa en Finisterre y hundido en Trafalgar
S. RafaelD. Francisco Montes (Febrero – Finisterre)Apresadó en el combate de Finisterre
TerribleD. Francisco Vázquez (Febrero-Septiembre)Participo en el combate de Finisterre y fue sustituido por el Rayo
BahamaD. Lino Trujillo (Febrero-junio)
D. Dionisio Alcalá Galiano (Junio-Trafalgar)
Apresado y hundido en Trafalgar, muerto su comandante
GloriosoD. Dionisio Alcalá Galiano (Febrero-Marzo)
D. José Meléndez (Marzo-Continuó)
Salió en Mayo de Cádiz; entro en Tenerife en junio y en Málaga el 21 de octubre.
S. LeandroD. José Meléndez (febrero – Marzo)
D. Dionisio Alcalá Galiano (Marzo-Junio)
D. José Quevedo (Junio-Trafalgar)
Entró en Cádiz después del combate
EspañaD. Bernardo Muñoz (Febrero-Continuó)Participó en el combate de Finisterre, entro en Vigo en donde se quedó por sus malas condiciones
AméricaD. Juan Darrac ( Febrero-Continuó)Participó en el combate de Finisterre, entro en Vigo en donde se quedó por sus malas condiciones
CastillaD. José Quevedo (Febrero –Junio)Se excluye por sus malas condiciones
FirmeD. Rafael Villavicencio (Febrero – Finisterre)Apresado en el combate de Finisterre
S. JustoD. Miguel Gastón (Marzo-Trafalgar)Sustituye al San Fulgencio en septiembre en Cádiz. Entró en Cádiz después del combate.
RayoD. Enrique Macdonell ( Marzo-Trafalgar)Perdido en el temporal después del combate
Magdalena (fragata)D. José Caro (Marzo-continuó)Se quedó en la Martinica, regresó a España el 2 de agostó entrando en Santander
Príncipe de AsturiasD. Cosme Churruca (noviembre 1804-febrero)
D. Antonio Pareja (febrero –agosto)
D. Rafael de Hore (agosto 1804- Trafalgar)
Entró en Cádiz después del combate
NeptunoD. Cayetano Valdés (agosto 1804- Trafalgar)Perdido en el temporal después del combate
S. AgustínD. Antonio Pareja (agosto 1804-febrero)
D. Felipe Cagigal (febrero –Trafalgar)
Hundido en el combate de Trafalgar
MonarcaD. Teodoro Argumosa (Noviembre 1804- Trafalgar)Perdido en el temporal después del combate
S. Juan NepomucenoD. Cosme Churruca (febrero-Trafalgar)Apresado en Trafalgar, muerto su comandante
S. Francisco de AsísD. Luis de Flores (febrero-Trafalgar)Perdido en el temporal después del combate
MontañésD. Francisco Alsedo (junio-Trafalgar)Se ordenó armar en junio. Entró en Cádiz después del combate. Muerto su comandante.
S. JulianD. Fernando Bustillo (julio-agosto)Se ordenó armar en junio para sustituir al Oriente, ordenándose su desarme en agosto
S. IldefonsoD. José de Vargas (julio-Trafalgar)Se ordenó armar en junio para sustituir al San Telmo. Apresado en Trafalgar.
Mercurio
(fragata)
D. Francisco Grandallana (febrero –septiembre)Se ordenó su armamento en febrero y su desarme en septiembre
Flora
(fragata)
D. Pablo Pérez (febrero –septiembre)Se ordenó su armamento en febrero y su desarme en septiembre
S. FulgencioD. Joaquín Rodríguez de Rivera (noviembre 1804-SeptiembreSe sustituyó por el San Justo
S. CarlosD. Luis Mejia (febrero-continuó)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
Reyna LuisaD. Isidoro García del Postigo (Febrero –continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
S. Francisco de PaulaD. Juan J. Martínez ( febrero –continua)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
S. JoaquínD. Félix O´neille (febrero-Continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
San RamónD. Pedro Ruiz Mateos (febrero-Continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
AsiaD. José Calderón (febrero –Continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
GuerreroD. José de la Encina (febrero-Continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
S. PabloD. Marcelo Spínola (agosto-continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806
Vigilante
(bergantín)
D. Miguel Tacón (abril-continuo)Escuadra de Cartagena, permaneció en este puerto hasta 1806

Notas

  • [3] Resumen General de los buques de los tres Departamentos, tomado del Estado General de la Real Armada. Año de 1805. Pág.159
  • [4] Cuadro primero. Pag. 41. La Armada Española en el siglo XVIII. José P. Merino Navarro.
  • [5] Págs. 361 a 3364. Combate de Trafalgar. Parte I de D. Pelayo Alcalá Galiano. Publicada por la R.G.M en marzo de 1906
  • [6] Se nombró segundos comandantes, a los Capitanes de Fragata siguientes:
    Santísima Trinidad – Don José Sartorio
    Santa Ana – Don Francisco Millán
    Argonauta – Don José Vacaro
    San Rafael – Don Pedro Calvillo
    Terrible – Don Fermín Estenipa
    Firme – Don Diego Butrón
    Bahama – Don Vicente Varela
    América – Don Luis Ariarte
    Castilla – Don Salvador Meléndez
    San Leandro – Don Manuel Salazar
    Glorioso – Don Tomas Ramery
    España – Don Juan Coronado
  • [7] Pág. 245 El combate de Trafalgar. Parte I. Publicado en R.G.M. agosto 1906
  • [8] Extracto del estado de los navíos de la escuadra de Cádiz, firmado por D. Honorato Bouyon el 19 de febrero de 1805: Trinidad: completo de arboladura y embarcaciones menores, estanco y en buen estado. Santa Ana: listo de arboladura, estanco y en buen estado. Argonauta: completo de arboladura y embarcaciones menores, estanco y en buen estado. Terrible: Completo de arboladura y embarcaciones menores, estanco y en buen estado. Firme: Completo de arboladura y falto de botes. Estanco y en buen estado. Bahama: Estanco y completo de arboladura. En buen estado. Glorioso:Se están construyendo los cuatro palos principales y embarcaciones. Estanco. España: Se esta terminando su arboladura. Estanco. San leandro: Le faltan alguna menudencias en su arboladura, que se están haciendo. Estanco y en buen estado. América: Completo de arboladura y embarcaciones menores, estanco y en buen estado. Castilla: Están haciendo las ligeras obras que necesita su arboladura. Falto del tercer bote. Estanco y en buen estado. San Rafael: Estanco y completo de arboladura. En buen estado.
  • [9] Según el estado de fuerza firmado por Escaño el 9 de abril, al Glorioso le faltaban 236 hombre de los que le correspondían por Reglamento.
  • [10] Formaban esta escuadra los navíos Príncipe de Asturias, San Agustín, Monarca, Neptuno, San Fulgencio, San Juan Nepomuceno y San Francisco de Asís.
  • [11] Correspondencia con Napoleón. Tomo X Pág. 540
  • [12] El Oriente y el San Telmo necesitaban ¼ de carena, mientras que el Montañés necesitaba mandar algunos baos y el San Julián hacer un recorrido general. Nota 2 Pág. 963 y 964 del Combate de Trafalgar, parte I de Don Pelayo Alcalá Galiano, publicada por la R.G.M. en diciembre de 1908.
  • [13] Pág. 523 . El Combate de trafalgar. Tomo II de D. Pelayo Alcalá Galiano.
  • [14] Fragata Flora y corbeta Mercurio
  • [15] El 5 de marzo de 1805 solicitó Gravina insignia de preferencia, por ser igual a la de los Tenientes Generales subalternos Álava y Villavicencio, y de acuerdo con el articulo 15, titulo 29, de la Real Ordenanza de 1802 que prescribía Quando yo lo determine por conveniente al destino ó a las fuerzas de una Escuadra, mandada por Xefe de esta clase o Teniente General, se enarbolara insignia de preferencia que será para este la quadra al tope mayor, como si fuese Capitán General de Departamento.
  • [16] Relación de Tenientes Generales de que consta el Cuerpo General, con indicación de destino y edad en 1805:
    1. D. Juan Araoz, Comandante General de Marina en Cuba, 77 años
    2. D. José de Mazarredo, Sin destino en Bilbao, 60 años
    3. Frey D. Francisco Gil, Director General de la Armada, 60 años
    4. D. Francisco de Borja, Capitán General de Cartagena, 72 años
    5. D. Félix de Tejada, Capitán General de Ferrol, 68 años
    6. D. Gabriel de Aristizábal, Capitán General de Cádiz, 62 años
    7. D. Federico Gravina, Embajador en París, 49 años
    8. D. Francisco Melgarejo, Vocal Junta Departamento del Ferrol, 52 años
    9. D. Juan J Moreno, Comandante General interino de Cádiz, 70 años
    10. D. José Romero, Jefe de Ingenieros de Madrid, 69 años
    11. Marqués de Arellano, Comandante General de batallones, 78 años
    12. D. Joaquín Cañavera, l Vocal Junta Departamento de Cartagena, 72 años
    13. D. Fernando Daoíz, sin destino en Madrid, 66 años
    14. D. Blasco Morale, Vocal Junta Departamento de Cádiz, 69 años
    15. D. Estanislao de Velasco, Consejero de Guerra, 68 años
    16. D. Domingo P. Grandallana, Ministro de Marina, 68 años
    17. D. Félix Berenguer, Virrey de México, 67 años
    18. D. Antonio del Rea,l sin destino en Madrid, ?
    19. D. Miguel de Socisa, Vocal Junta Departamento del Ferrol, 68 años
    20. D. Luis Muñoz de Guzmán, Capitán General de Chile, 70 años
    21. D. Pedro de Cardenas, Comandante General interino de batallón, 65 años
    22. D. Manuel Núñez, sin destino Departamento de Cádiz, 63 años
    23. D. Antonio de Córdoba, sin destino Departamento de Cádiz, 66 años
    24. D. Domingo de Nava, sin destino en Tenerife, 67 años
    25. D. Ignacio M. De Álava, sin destino Departamento de Cádiz, 55 años
    26. D. Tomas Muñoz, Ingeniero Director en Cádiz, ?
    27. D. Bruno Ezeta, sin destino en Cádiz, 56 años
    28. D. Juan Villavicencio, Jefe del Apostadero de Algeciras, 50 años
    29. D. Julián de Retamosa, Comandante General Ingenieros
  • [17] Ibidem nota 15
  • [18] El candidato de Godoy para el mando de la escuadra era Grandallana, el del rey D. Carlos IV Era Gravina. Pág. 773 del Combate de Trafalgar de D. Pelayo Alcalá Galiano. Parte I. Publicado por la R.G.M. Mayo de 1906.
  • [19] En carta fechada en Verona el 16 de junio de 1805, decía Napoleón a Decrés, entre otras cosas: No quiero que el señor Grandallana mande mi escuadra.
  • [20] Comandante buque insignia
  • [21] Estados de armamento de los buques de los Departamentos de Ferrol, Cádiz y Cartagena. Estado General de la Armada 1805.

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