Galeón made in Japan

Por Juan García (Todo a Babor)

galeón San Juan Bautista
El San Juan Bautista Pintado por Claude Deruet, con Hasekura Tsunenaga en Roma en 1617.

Qué curiosa es la historia. ¿Sabían ustedes que hubo un galeón construido en Japón y que acabó siendo vendido a los españoles?. Y hablamos de la época de los samurais, ojo.

Pues si. El Date Maru, o 伊達丸 en japonés para los que entiendan esa lengua, fue uno de los primeros buques de guerra japoneses al estilo occidental, al que ellos mismos llamaban «buques bárbaros». Fue construido en 1613 por Date Masamune, el Daimyo (Señor) de Sendai al norte de Japón.

Este noble japonés ya había tenido otros pequeños buques de estilo occidental, y quería un navío que le permitiese recorrer el Pacífico como hacían los españoles desde hacía tiempo, ya que los buques tradicionales japoneses no lo permitían, para poder así hacer que una delegación diplomática abriese lazos con el exterior.

El galeón nipón fue construido en 45 días por un enjambre de carpinteros, herreros, y miles de trabajadores. Ver un galeón japonés por aquella época era como ver una góndola veneciana por el Manzanares 😉 También participaron en su realización el fraile Luis Sotelo y el capitán Sebastián Vizcaíno, ambos españoles. 

Que por cierto, no tenían el visto bueno del gobierno español, que desde Manila sugirió que no debía permitirse que se inmiscuyeran en la construcción de ninguno más. Suponemos que si en mes y medio hacían un galeón habría que echarse a temblar si decidían fabricarse una flota de guerra.

Una vez terminado el galeón partió hacia Acapulco en misión diplomática con 180 personas a bordo, encabezada por Hasekura Tsunenaga y acompañado del español Luis Sotelo con misión de ir a las posesiones españolas para firmar tratados y luego ver al Papa en Roma. 

Entre los que iban en el buque estaban 10 samurais importantes (encabezado por el Ministro de la Marina Mukai Shooken), otros samurais de menor rango, 120 comerciantes japoneses, marinos y funcionarios y unos 40 españoles y portugueses.

Se aconsejó que el buque fuera renombrado con un nombre más acorde con la misión que iban a realizar y los puertos que iban a tocar para crear un buen efecto diplomático y se le llamó San Juan Bautista. Así, tal cual. Y era totalmente nipón.

Salieron el 28 de octubre de 1613 y llegaron a la ciudad mexicana el 25 de enero de 1614. Después Hasekura partiría en otro buque hacia Europa para proseguir su comisión diplomática mientras el buque permaneció en Acapulco.

Tras un año en la ciudad el Date Maru o San Juan Bautista, com gusten, regresó a Japón el 28 de abril de 1615 llevando a bordo a especialistas en minería para que ayudasen a desarrollar esta industria en el país del sol naciente. También se embarcaron un grupo de franciscanos. Llegaron a Uraga el 15 de agosto de 1615

El segundo viaje a Acapulco, mandado por el Capitán Yokozawa Shogen, no salió tan bien porque murieron un centenar de marineros por el camino debido a las enfermedades. Habían salido en septiembre de 1616 y llegaron en mayo de 1617 para recoger a la comitiva japonesa que había estado visitando España, Francia y varios estados italianos.

El fraile Luis Sotelo y Hasekura se reunieron en Acapulco para el último viaje de regreso a Japón. Por cierto, algunos miembros de la expedición se quedaron a vivir en España y hoy en día hay muchas personas descendientes de aquellos con el apellido «Japón» que recuerdan aquel pasado oriental de sus raices.

En abril de 1618 el galeón japonés llegó a Filipinas donde fue vendido a las autoridades españolas con el objetivo de aumentar las defensas contra los holandeses. El galeón siguió siendo conocido como San Juan Bautista.

Hasekura regresó a su país en 1620 pero el Japón había cambiado mucho en su ausencia. Aquellos aires aperturistas habían dejado paso al aislamiento con el mundo y a la persecución del cristianismo. Los acuerdos comerciales con las autoridades españolas también quedaron anulados, por lo que el pobre Hasekura vio como todo aquel esfuerzo no había servido para nada y murió dos años después por enfermedad.

En 1993 el San Juan Bautista o Date Maru fue reconstruido como parte de un parque temático en la ciudad nipona de Ishinomaki y es el que se puede ver en la actualidad.

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