Por Carlos Parrilla
Este fue el lema que Carlos III concedió a Bernardo de Gálvez para colocar en su escudo de armas tras su victoria contra los ingleses en Pensacola, culminando así la conquista de la Florida Occidental durante la Guerra se Independencia de la trece colonias americanas.
Vemos al bergantín del general español, el “Galveztown”, penetrando en la bahía de Pensacola entre la isla de Santa Rosa y el fuerte inglés de Las Barrancas, batiéndolo con su artillería y recibiendo valientemente su nutrido fuego.
El 18 de marzo de 1781 el general Gálvez se adentró con su bergantín más la balandra “Valenzuela” en la bahía de Pensacola (entonces Panzacola) dando ejemplo al resto de la escuadra, provocando así que ésta le siguiera en contra de la opinión del jefe de las fuerzas navales, general Don José Calvo de Irázabal, que se oponía a forzar la entrada ya que en un primer intento el 9 de marzo, debido a la angostura de la misma, había encallado con su navío insignia “San Ramón” de 64 cañones. De esa manera las motivadas fuerzas españolas tomaron posiciones por mar frente a la ciudad.
El 19 de abril llegó de Cádiz una escuadra de 19 navíos y unos 7.000 hombres de refuerzo con lo que Gálvez pudo comenzar el asalto a la ciudad. La batalla se prolongó hasta el 9 de mayo cuando el general inglés John Campbell iza bandera blanca después de que una granada española reventara el polvorín del castillo “Fort George” provocando una descomunal explosión. Al día siguiente se izaría la bandera española en la Plaza.
Los ingleses sufrieron 150 muertos, 400 heridos y 2.200 prisioneros. Las tropas españolas contaron con tan sólo, 80 muertos y 200 heridos, una gran victoria.
A la venta el libro de Carlos Parrilla «La Real Armada del siglo XVIII» con sus mejores pinturas. Infórmate aquí.