Ordenes de batalla y listados de escuadras.

Batalla de Cabo de Gata de 2 de septiembre de 1643.

Buques españoles participantes en la batalla de Cabo de Gata de 2 de septiembre de 1643:

ARMADA DEL MAR OCEANO.
- Nuestra Señora de la Asuncion y Santiago. Capitana Real. Galeon.(1200 Tn).
- San Joseph. Almiranta Real. Galeón. (800 Tn).
- Testa de Oro. Galeón (800 Tn).
- Santiago de Portugal. Galeón (500 Tn, 30 cañones, 300 hombres). APRESADO.
- Nuestra Señora de Regla. Galeon (450 Tn).
- Sol de Jesús. Urca (600 Tn).
- San Marcos. Urca (650 Tn, 46 cañones y 350 hombres). APRESADO.

ESCUADRA DEL GENERAL MASSIBRADI (NAPOLES)
- Capitana de Napoles. Galeon-Urca (600 Tn, 50 cañones y 500 hombres). HUNDIDO.
- Santa Cruz. Galeón (414 Tn).
- Adan y Eva. Urca (550 Tn).

ARMADA DE FLANDES (JOOS PETERSEN)
- Nuestra Señora de Atocha. Capitana Real. Galeon.
- Nuestra Señora de la Natividad. Almiranta Real. Galeon.
- Nuestra Señora de Stella Maris. Galeón.
- Santiago. Galeón.
- San Juan Bautista. Galeon.
- Santa Barbara de Dunkerque. Galeon (¿500?, 35 cañones y 300 hombres). HUNDIDO.
- Santa Teresa. Fragata.
- Santa Dorotea. Fragata.
- Santa Agata. Fragata.
- Santa Barbara. Fragata.
- Nuestra Señora de las Virgenes. Fragata.
- Santa Inés. Fragata.

Completando un poquito tu estupenda lista, Magyk:


-ARMADA DEL MAR OCÉANO-

-Nª Sª de la Asunción y Santiago (Capitana Real): dañada en velas y trinquete
-S. Joseph: muy dañado (impactos en el árbol mayor, vergas, bauprés, velas, gavias...)
-Testa de Oro: poco dañado (mastelero, gavias y velas)
-Santiago de Portugal: apresado
-Nª Sª de Regla: poco dañado (las dos bombas y las velas)
-Sol de Jesús: dañada (árbol del trinquete, gavias, velas, masteleros, cables...)
-S. Marcos: apresado

-ESCUADRA NAPOLITANA-

-Capitana de Nápoles: hundida
-Sta. Cruz: dañado (árbol de trinquete, vergas, anclas, velas y cables)
-Adán y Eva: dañado (árbol de trinquete, anclas, velas y cables)

-ESCUADRA FLAMENCA-

-Nª Sª de Atocha: dañado (3 árboles, 2 anclas, 2 velas altas y cables)
-Nª Sª de la Natividad: dañado (2 árboles, 2 anclas, 2 vergas y 1 mastelero)
-Nª Sª de Stella Maris: poco dañado (1 árbol, 1 verga y 1 mastelero)
-Santiago: poco dañado (2 árboles y 2 anclas)
-S. Juan Bautista: poco dañado (1 árbol)
-Sta. Bárbara de Dunkerke: hundido
-Sta. Teresa: poco dañado (1 árbol, 3 anclas, 1 cable)
-Sta. Dorotea: indemne (sólo 1 ancla)
-Sta. Ágata: indemne (sólo 2 anclas)
-Sta. Bárbara: poco dañado (1 árbol, 3 anclas, 1 cable)
-Nª Sª de las Vírgenes: muy poco dañado (sólo 1 verga)
-Sta. Inés: muy poco dañado

Combate naval del cabo de Gata

Tuvo lugar el día dos de septiembre de 1643, en el lugar del nombre por el que es conocida, cerca del puerto de Cartagena, en el Mediterráneo occidental, entre una poderosa flota francesa, dirigida por Armand Maillé, marqués de Brézé y otra española menos importante, al mando de Martín Carlos de Mencos y Judocus Peeters.

El hábil Brézé, ya nombrado duque en premio a sus éxitos en la mar, partió del puerto de Barcelona el veintidós de agosto con su flota, llevando la misión de buscar a las fuerzas navales españolas, para oponerse a todo intento de socorro de las mismas a la plaza de Orán, entonces amenazada seriamente por los argelinos.

La fuerza francesa, que consistía en veinticuatro navíos y doce brulotes, hizo rumbo suroeste.

A la altura del cabo de Gata se hallaba la escuadra española, compuesta de cinco galeones y seis urcas flamencas, al mando de Martín Carlos de Mencos, y catorce navíos de la escuadra de Dunkerque, a las órdenes de Judocus o José Peeters, que esperaba a otra división de galeras que había de salir de Cartagena, al mando del duque de Fernandina, quien tomaría el mando supremo y la dirección de las operaciones navales.

Al amanecer del dos de septiembre, Brézé, que daba bordadas a la altura del cabo de Gata, descubrió a la fuerza española, decidiendo inmediatamente atacarla.

Aunque en número de naves de combate estaba aparentemente niveladas ambas armadas, pues eran veinticinco españolas contra veinticuatro francesas; sin contar con los brulotes que seguían a estas últimas, tipo de barco del que carecían los españoles.

En realidad los franceses tenían gran superioridad efectiva, pues casi todos sus buques eran grandes y estaban muy bien artillados, en tanto que la fuerza española sólo podían parangonárseles con los cinco galeones y algún que otro buque de la escuadra de Dunkerque, pues los restantes eran más pequeños y con muchos menos cañones.

Hacía las siete de la mañana, Brézé dio la señal de ataque, destacando una división compuesta de cuatro de sus mejores buques, contra tres españoles que se hallaban a barlovento del grueso de las fuerzas y un tanto separados del mismo.

Como el francés tenía la ventaja del viento, inmediatamente arrumbó con el resto de sus buques, con todas las velas largas y sin abrir fuego de artillería, a fin de no desordenar su formación, sobre la línea de buques españoles, que apresuradamente habían formado Mencos y Peeters.

Estos de mantuvieron firmes, y la acción se generalizó, guardando cierta semejanza en sus episodios con la batalla librada en Barcelona el año anterior.

Por el lado español el principal peso del choque lo llevó el galeón insignia de Mencos y el de Nápoles, a los que apoyaban los buques dunkerqueses, contra Brézé y once de sus buques, sosteniendo furioso combate de artillería y mosquetería durante más de tres horas, sin que el francés consiguiera romper la línea española.

El navío más potente de la escuadra de Dunkerque, armado con treinta y seis cañones, se incendió, combatiendo costado con costado con el buque insignia de Brézé, alcanzando el fuego la santabárbara, resultado de lo cual fue su voladura con sus trescientos hombres de dotación, mientras el buque de Brézé, en previsión de aquel resultado, había logrado separarse, lo que le salvó de perecer al mismo tiempo.

Los franceses comenzaron entonces a hacer jugar sus brulotes, uno de los cuales logró engancharse al galeón de Nápoles, que era uno de los buques españoles más poderosos, de cerca de 1.000 toneladas y cincuenta cañones, el cual se hallaba medio desarbolado a consecuencia de la dura y desigual pugna, que sostenía contra varios enemigos, comunicándole el fuego, lo que provoco que fuera hundido.

Mencos y Peeters, en vista de la inferioridad de las condiciones en que se luchaba, y ante el peligro de que el ataque con los brulotes les causara nuevas pérdidas, retrocedieron rumbo a Cartagena, a donde llegaron, un tanto malparados, al anochecer, sin que Brézé consiguiera mayores ventajas que rodear y rendir otro buque de treinta cañones, con lo que fueron tres los perdidos por los españoles.

Las quince galeras del duque de Fernandina cerraron la boca del puerto a fin de impedir la entrada en fuerza de los franceses.

Estos no perdieron ningún buque, aunque tres o cuatro de ellos resultaron muy averiados, amén de sufrir muchas bajas.

Aunque las fuentes galas de la época hablan de haber hecho 1.000 prisioneros españoles, afirmando que tuvieron éstos, en la acción 1.500 muertos y heridos, tales cifras deben estimarse muy exageradas.

  • Enciclopedia General del Mar. Garriga. 1957.
    Autor: contralmirante don Carlos Martínez-Valverde y Martínez.