La fabulosa aventura de la fragata "Medea".

5 de Octubre de 1804

Cuando se encontraban en las proximidades de Cádiz, puerto de destino, cuatro fragatas españolas procedentes de Lima y Buenos Aires, con unos cuatro millones de pesos y otras muchas valiosas mercancías destinadas al erario público español avistaron a una formación de navíos de línea ingleses que a toda vela se dirigían hacia su posición.

No estaban en guerra nuestros dos países en aquel momento aunque debido a nuestra alianza con la Francia de Napoleón las relaciones con Inglaterra eran más bien tensas.

No obstante, España mantenía una estricta y escrupulosa neutralidad, permitiendo incluso el avituallamiento y asistencia a las naves británicas en nuestros puertos y en todas nuestras colonias americanas.

Inglaterra no reconoce la neutralidad española porque según el tratado que la débil España de Godoy se había visto obligada a firmar con Francia el 19 de Octubre de 1803, pasábamos una renta de seis millones de pesos a Napoleón mensualmente como compensación por no intervenir con nuestro ejercito y nuestra flota en las disputas anglo-francesas.

El sacrificio que suponía para nuestra nación en esos momentos tal aportación económica a mayor gloria del emperador francés siquiera sirvió para evitar una guerra que nos impusieron y provocaron los ingleses.

Los guiris, como siempre a lo suyo, nos capturan las fragatas Santa Florencia y Santa Gertrudis a la altura del Cabo Santa Maria, como aperitivo inicial.

Después, despreciando cualquier norma ética al uso, cuatro poderosas fragatas inglesas, las llamados Indefatigable, Medusa, Lively y Amphión asaltaron impunemente a nuestras inferiores fragatas llamadas Mercedes, Clara, Fama y Medea.

voladura de la fragata  Mercedes

  • Momento en el que la fragata española "Mercedes" estalla en los primeros instantes del ataque de los británicos. Las fragatas británicas contaban todas con superioridad artillera con cañones de 18 libras, mientras que en las españolas sólo la "Medea" contaba con cañones de este calibre, siendo de 12 libras las de las demás. Como pasajeros viajaban grupos de mujeres y niños, ya que no estaban en tiempo de guerra, muriendo algunos de ellos.

Aunque opusieron una valerosa resistencia, sorprendidas por la infame agresi ón en tiempos de paz, fueron apresadas, apropiándose de sus valiosos cargamentos e incorporando los buques a su propia flota.

De nuestras naves, la primera estalló en pedazos (con mujeres y niños a bordo) a consecuencia del combate y la última junto a las otras dos pasó a integrar la escuadra enemiga.

No conformes con esto, aún atacaron y capturaron a las fragatas Matilde y Anfitrite a su salida de Cádiz con destino al Caribe.

La fragata Medea fue rebautizada como Imperieuse dándosele el mando a Lord Thomas Alexander Cochrane, hijo del Conde de Dundonald, nacido en Ansfield (Escocia) en 1775.

A consecuencia de esta injusta agresión, España se vio forzada a declarar la guerra a los “anglosajones” una vez mas, publicándose tal disposición en la Gaceta de Madrid el 14 de Diciembre de 1804.

Dolorosamente el gobierno español justificaba la decisión haciendo ver “la mala fé y las miras ocultas del ministerio ingles (sic)…apresando cuatro fragatas españolas que, navegando con la plena seguridad que la paz inspira, fueron dolosamente atacadas por ordenes que el gobierno ingles había dado en el mismo momento que engañosamente exigía condiciones para la prolongación de la paz , en que se la daban todas las seguridades posibles a tal fin y en que sus buques se proveían de víveres y pertrechos en los puertos españoles”

Sus primeras actuaciones bélicas como nuevo buque inglesy bajo tan distinguido mando, al que nuevamente encontraremos en la historia en circunstancias poco agradables para nosotros fueron en el bloqueo y vigilancia de los puertos franceses de Gascuña, frente a Burdeos y Arcachon, alrededor de Junio de 1806, pasando un corto tiempo después al Mediterráneo.

El 12 de Septiembre de 1807 salio de Spithead protegiendo un convoy comercial y se enfrentó a un navío maltés, al que considerándole enemigo, atacó resultando heridos 16 hombres de la tripulación.

Luego atacó a un barco turco frente al puerto de Valona en las costas de Dalmacia y más tarde, en los primeros cuatro meses de 1808, se dedicó a atacar el tráfico hispano francés en las costas de Cataluña y Baleares, apresando entre otros al bergantín Gamo donde iba embarcado con su Regimiento el que luego seria Libertador de Argentina, General San Martín, que cayó prisionero.

En el combate perdió a un oficial y once tripulantes fueron muertos o heridos.

Curiosamente se invierten las alianzas en Mayo de 1808, al revolverse el pueblo español contra los franceses opresores e inmediatamente nuestra ex – fragata vuelve a dedicarse al trabajo para el que fue construida, proteger los intereses españoles.

En Julio de 1808 la ciudad de Gerona esta sitiada por los franceses que han cortado sus comunicaciones con el resto de Cataluña, al tomar el castillo de Mongal, en la vía que une Barcelona con Gerona.

Mientras tropas españolas realizan un ataque sobre una colina cercana, infantes de marina embarcados en nuestra ex-fragata asaltan y toman la fortaleza, matando a dos artilleros franceses, capturando a dos oficiales y sesenta y siete hombres y desmantelando las defensas artilleras. Los pertrechos y provisiones encontradas fueron entregados a las hambrientas tropas sitiadas en Gerona al mando de nuestro inmortal héroe Álvarez de Castro.

En Septiembre de 1808 su misión fue destruir mediante cañoneos las estaciones de señales que los franceses habían situado a lo largo de las costas del Golfo de León, realizando una labor tan completa y exitosa que los franceses se vieron obligados a retirar cerca de 2.000 hombres desde la fortaleza de Figueras para proteger sus propias costas.

Entre el 13 y el 15 de Noviembre bombardeó Barcelona y el castillo de Monjuich aunque resultó seriamente dañada la fragata, uno de sus cañones fue desmontado por el fuego de las baterías de la fortaleza.

Siguió Lord Cochrane con sus razzias por las costas catalanas dirigiéndose hacia el Golfo de Rosas, entrando en la bahía hacia el 22 de Noviembre para ayudar en la defensa de la fortaleza que estaba siendo atacada por un ejército italiano al servicio de los franceses.

Una inspección detallada de las defensas de la fortaleza encontró las mismas en un estado deplorable. El bastión sudoeste había sido destruido por una explosión en una guerra anterior y los defensores españoles, unos 80 hombres,habían tratado de reforzar el fuerte de la Trinidad con piedras y sacos.

El propio Lord Cochrane desembarcó para inspeccionar las defensas, encontrando que la escasa guarnición española estaba a punto de sucumbir bajo el despiadado bombardeo de cuatro cañones de 24 libras que hacían un fuego devastador sobre las precarias defensas, ordenando el en ese momento el desembarco de 50 marineros y 30 infantes de marina desde su buque para ayudar a los españoles.

Alrededor de 1.000 sacos de arena, barriles, bocoyes y empalizadas de todo tipo fueron empleadas para reforzar las destruidas murallas y cuando el día 30 los franceses iniciaron el asalto final con cerca de mil hombres, fueron estrepitosamente rechazados, perdiendo a su comandante en jefe y a todos cuantos intentaron acercarse a las murallas.

Así y todo no se pudo impedir la caída de la fortaleza el 8 de Diciembre.

Viendo la imposibilidad de resistir más tiempo, decidió reembarcar a sus marinos en los botes de la Imperieuse y de otras dos fragatas que se le habían unido, la Magnificent y la Fame (ex española Fama), perdiendo tres hombres en la operación y resultando heridos cuatro más.

El 2 de Enero de 1809 se adentró en la rada de Cadaques, por haber sido informado de que dos buques de guerra franceses escoltaban un convoy con provisiones y pertrechos de guerra destinados a la guarnición francesa de Barcelona.

Eran dos pequeñas cañoneras, goletas probablemente, llamadas Gauloise y Julie, armadas respectivamente con 7 y 5 cañones.

Protegían a once transportes con trigo principalmente, les hizo salir de puerto tras desmontarle 9 de los 12 cañones y el convoy se dispersó como pudo sin realizar su misión.

Retornó a Plymouth después de estas operaciones en las costas catalanas y allí, su comandante Lord Cochrane fue designado para una importante misión.

Una fuerte flota inglesa, primero al mando del Contraalmirante Stopford y posteriormente por el Alm. Lord Gambier tenia bloqueada en la llamada Rada Vasca, frente a Charente, a una escuadra francesa, si bien les era imposible destruirla en su rada.

Se les ocurrió que preparando unos brulotes podría intentarse destruir las naves francesas provocando su incendio y para esta misión se eligió al Comandante de la ex - fragata española.

La Imperieuse con su comandante arribó a la rada el 3 de Abril y se mantuvo en espera de que llegaran los brulotes, viejos transportes y gabarras atiborradas de pólvora, resinas y miles de granadas con las que se intentaba romper las barreras con las que se protegían los navíos de línea franceses al amparo de las baterías costeras.

Cada noche, lanchas armadas recorrían la fuerte barrera defensiva para prevenir el ataque con brulotes o cualquier otro intento similar por parte inglesa.

El 11 de Abril de 1809 la exfragata española ancló en las proximidades del bajo de Boyard, junto a otras tres naves inglesas, Aigle, Unicorn y Pallas.

En el crepúsculo de la tarde, aproximadamente a las 20.30 horas, aprovechando esa incierta luz que los marinos saben es un excelente camuflaje en el mar, comenzó el ataque.

Tres viejos buques-bomba, cada uno de ellos cargado con 1.500 barriles de pólvora y miles de granadasacompañaban a los pequeños brulotes encargados de incendiar las barreras y los buques franceses.

Uno de ellos era mandado por el propio Lord Cochrane, un teniente y cuatro marineros y el otro lo gobernaba el Teniente de Navío Urry Jonson y el Guardiamarina Merrimat.

Prendieron fuego a las mechas aproximadamente a tres cuartos de milla de la línea defensiva francesa y un brulote dirigido a toda marcha rompió la barrera defensiva flotante.

A medianoche, cerca de trece navíos franceses habían cortado sus cables de anclaje intentando escapar aterrorizados de los incendiarios y habían varado en el fondo de la rada. Solo el navío de línea Foudroyant se mantuvo contrarrestando con sus baterías el ataque ingles.

El comandante de la Imperieuse señalo a su Almirante que, vistas las circunstancias, con la mitad de la flota podría destruirse al enemigo y señaló además que no se les diera tiempo a reponerse e intentar salir.

Lord Gambier, sin embargo, optó por fondear su flota a seis millas de la entrada y no hizo nada.

Lord Cochrane, enfadado al ver que el atrevido ataque nocturno no iba servir de nada, levó anclas con la Imperieuse y se fue hacia el enemigo junto a las Insolent, Growler y Conflict.

Esto ocurría a las 13.30 horas del día 12 y para obligar a su Almirante a entrar en acción, mediante señales le indicó:

Los buques enemigos están desplegando velas para salir, son superiores a los nuestros, estamos en peligro y requerimos asistencia inmediata.

A las 14.00 horas la fragata inglesa abrió fuego sobre las naves francesas Calcuta, Aquilón y Varsovia, ordenando su comandante acercarse lo más posible para disparar con las letales carronadas, como forma de protegerse y anular la ventaja de los franceses, buscando la proximidad y el abordaje.

Después de hora y media en desigual lucha, finalmente el navío de línea inglés Indefatigable y otros tras de el comenzaron a aproximarse a la batalla entablada.

Diez minutos después abrían fuego sobre el Calcuta que se rindió y algo más tarde lo hicieron el Varsovia y el Aquilón.

Otro francés, el Tonnerre, estallo al haber sido incendiado por su propia tripulación para no rendirlo a los ingleses y el Calcuta, casi destrozado, estalló también por haberlo incendiado un guardiamarina inglés de la ex fragata española.

A la mañana siguiente, el comandante de la Imperieuse solicitódel Capitán Rodd del navío

Indefatigable que, junto a el, se situaran ambos por las aletas del navío francés Ocean para batirle pero el orto comandante rehusó por entender que no podía hacerlo sin ordenes de su superior, el Almirante Lord Gambier.

Entonces, sin encomendarse ni a Dios ni al Diable, Lord Cochrane atacó con su fragata y la Pallas más una serie de pequeñas embarcaciones, bergantines, bombardas y cutter, se adentró por el canal de Mamusson hasta donde la marea y el viento le permitieron llegar y envió a la fuerza sutil atacar a tres grandes navíos franceses, Ocean, Regulus e Indienne, sufriendo por su parte en la refriega tres muertos y doce heridos.

A las 9 de la mañana del dia 14 de Abril, el Capitán Wolfe del Aigle llegó con órdenes del Almirante para sustituir a Lord Cochrane en el mando y con despachos para que sin tardanza regresara a Inglaterra.

El asunto tuvo graves consecuencias que se reflejaron en dos consejos de guerra para juzgar la conducta de los protagonistas del asunto y el turbio asunto de la casi rebelión del comandante de la ex fragata española Medea por actuar sin ordenes superiores.

El Contralmirante Harvey fue destituido por llamar a Lord Gambier “an old men who did not know his business” (en traducción libre un viejo que no tenia ni puta idea) y el insultado recibió, no obstante el reconocimiento y agradecimiento del Parlamento británico en la corte marcial a pesar del voto negativo de Lord Cochrane

Para evitar una crisis ministerial, por el enfrentamiento entre aquellos dos pares de Inglaterra, ambos con derecho a voto en la Camara de los Lores, fueron cuidadosamente seleccionados los testimonios y atemperados los cargos contra uno y otro para evitar un escándalo jurídico.

Lord Cochrane fue condecorado con la Orden del Baño, recompensa muy selecta que muy pocos conseguían, pero arruinó su reputación entre los altos cargos del Almirantazgo por enfrentarse a un Almirante y no se lo perdonaron nunca.

Tiempo después, ya dedicado por completo a la política, sus enemigos le acusaron en un turbio asunto económico, achacándole el uso de información privilegiada para lucrarse en la Bolsa de valores de la City.

El siempre negó esta acusación y se declaró inocente, pero la denuncia prosperó, fue destituido de todos sus cargos e incluso se le retiró la preciada condecoración del Baño, procesado y condenado a la cárcel por un corto tiempo.

Como consecuencia de este incidente, el ex Comandante de la Medea pasó a ser otra vez nuestro directo enemigo al ser contratado para dirigir, organizar y mandar la flota rebelde chilena que combatía en América contra los españoles.

  • Nota: La vida de Lord Cochrane sirvió de inspiración al escritor irlandés Patrick O'Brian, para su serie de libros sobre Aubrey y Maturin de "Master and Commander".