Navío Vencedor (2)

Nombre común: Vencedor (2) Porte del navío
Advocación de: -
Porte: 74 cañones
Botado en: El Ferrol, 1755

» Historial del navío.

En 1758 junto con los navíos Soberano y Héctor atacan a un navío y una fragata argelinos, apresando el navío y dejando la fragata mal parada, sin mucho daño a los navíos españoles. (ver este artículo para más detalles).

Al mando de Dionisio Alcalá Galiano y encuadrado en la escuadra de Mazarredo estuvo en las acciones del bloqueo de Cádiz por los ingleses entre 1797 y 1798.

Posteriormente, en 1799, hizo viaje a Veracruz y La Habana para conducir caudales a la Península, lo que ejecutó por derrotas desusadas y entró en Santoña. Hizo nuevo viaje a Veracruz y Cuba, donde le sorprendió la paz de Amiens (1801), regresando a España en 1802.

En 1806 es cambiado por el Argonaute francés que luchó en Trafalgar y es renombrado también Argonaute. Pero debido al bloqueo británico no puede salir de Cádiz, donde en 1808 es capturado con el resto de la escuadra francesa y pasa a llamarse de nuevo Vencedor.

El naufragio.
(Extraído del libro Naufragios de la Armada Española. 1867 Escrito por don Cesáreo Fernandez Duro).

A tal grado de penuria había llagado el arsenal de la Carraca en este año, que para sostener en estado de prestar servicio los buques de la escuadra surta en Cádiz bajo el mando del general Villavicencio, hubo necesidad de acudir á los auxilios ofrecidos por los ingleses, entonces nuestros aliados, facilitando el almirante Purwis, que se encontraba en el mismo puerto con su escuadra, cables, jarcias y aun marinería para la española; por más que el jefe de esta expresase al gobierno de la regencia su repugnancia en admitirlos hasta el último extremo, "pues que siendo la costumbre de los marineros ingleses entrar tirando y despreciando lo que les parece inútil, no están nuestros buques en estado sino de que los alisten los miserables que los conocen".

Aun asi, no tardaron en encontrarse fuera de servicio varios navios que el mismo gobierno determinó enviar á Mahon, para su desarmo ó carena, siendo uno de ellos el Vencedor de 74 caflones, que se entregó al referido almirante Purwis para que habilitado y tripulado con los recursos de su escuadra, emprendiese la navegación.

El 28 de Setiembre, terminados los preparativos y habiendo tomado el mando del Vencedor el teniente de navio de la marina inglesa Mr. John Gook, que embarcó con 70 marineros de su nación por todo equipaje, salió á la mar este navio escoltado por el inglés Rodney, arribando ambos á Gibraltar á los pocos dias.

El vice-almirante Keats solicitó la detención allí del Vencedor, con objeto de embarcar en él los convalecientes de la fiebre que se había desarrollado en los trasportes conductores de reclutas desde Cartagena; pero aun cuando el consejo de la regencia accedió á la petición, debieron presentarse dificultades que impidieron felizmente el embarque, siguiendo los dos navios su viaje á Mahon.

Continuaron la navegación sin novedad importante hasta el 28 de Octubre en que refrescando mucho el viento del SO. dio el Rodney un remolque al Vencedor. La mar gruesa que se fue levantando hizo faltar el cable, y durante la noche partió igualmente el timón, quedando atravesado el Vencedor. Cuantos esfuerzos se hicieron para recibir la mar por la mura, fueron inútiles; el casco, sin su completo armamento, y con la mayor parte de la artillería en bodega, estaba en las peores condiciones marineras; los balances permitían apenas guardar el equilibrio y la mar que rompía en el costado no tardó en introducirse en cantidad considerable en la bodega.

En tan angustiosa situación, ocupada la gente en el incesante trabajo de las bombas, se perdieron de vista las luces del Rodney que se alejó no obstante los cañonazos disparados para marcarla posición de su consorte.

El siguiente día continuó el temporal, haciendo infructuosos los trabajos de la tripulación para manejar el navio: ni las velas, ni un cable que se largó por la popa surtieron efecto, continuando con el través á la mar que atormentaba cada vez más al buque. Las bombas se inutilizaron en su ejercicio, siendo necesario achicar con baldes.

La vista de una vela que al parecer hacia rumbo al Vencedor, reanimó un tanto los ánimos: se le hicieron señales de auxilio, que comprendió, aproximándose al habla y prometiendo acompañar al navio, tan luego como conoció su situación.

El dia 30 cambió el viento al NO. con mayor fuerza; el buque mercante, fallando á su promesa siguió su rumbo, dejando al Vencedor. En la amanecida del 31 se avistó tierra por el E. y empezó á disminuir el viento hasta quedarse por completo; mas siguiendo la mar muy gruesa de O. aconchaba al navio sobre la costa occidental de Cerdeña, en términos de encontrarse al medio dia muy próximo á la bahía de Bosa.

Se pidió socorro con varios cañonazos, y se envió con el mismo objeto un bote á tierra, pero la reventazón hizo imposible la vuelta de este ó el envío de ningún otro. A las 9 de la noche, como á cinco millas de la costa, sondando en 22 brazas, se dejó caer su ancla que aseguró al buque, hasta que volviendo á soplar ahuracanado el O. faltó el cable de la primera ancla, cayendo el navio en la reventazón al hacer pír la segunda.

En este trance, sin esperanzas ya de salvar el buque; picados los palos y oyendo el roce del cable en las piedras, que anunciaba su próxima destrucción, se pensó en la seguridad de la gente, procediendo con toda premura á construir jangadas en que pudiera ganar la tierra, luego que, varado el navio en una ensenada que quedaba por su popa, pudiese servir de parapeto, contra la mar y la resaca.

Bajo este plan, á las 11 del mismo dia (2 de Noviembre), se largó el chicote del cable y el Vencedor chocó inmediatamente con gran fuerza: la gente se precipitó á las jangadas y picó sus amarras bajo el sentimiento de la salvación individual, antes de que el costado del navio pudiese ofrecer el abrigo que se buscaba, siendo la consecuencia inmediata verse envueltos en la rompiente que los barrió, no obstante los esfuerzos que para auxiliarles hicieron los que quedaban á bordo. Catorce marineros perecieron de este modo; los restantes con el comandante y oficiales consiguieron, no sin trabajo ganar la playa de Tresnuraques, donde fueron auxiliados con el mayor esmero por las autoridades de Marina que los hicieron conducir á Bosa. Dos horas después, quedaba apenas vestigio del Vencedor.

El navio Rodney llegó á Cagliari el 9 de Noviembre sospechando el siniestro de su escolta en vista del temporal que los había separado, y recibió a su bordo la tripulación salvada.

La artillería, herrajes y efectos que del Vencedor pudieron extraerse, fueron cedidos al gobierno de Cerdeña á cambio de trigo y menestras para la Marina, y se dio definitivamente de baja este buque por Real orden del consejo de regencia de 29 de Diciembre.

En el estado general de la armada del año de 1849 se publicó una «Relación dé los buques de guerra de que se componía la marina española en 1790, época de su mayor engrandecimiento, con expresión de los cañones que montaban, parajes en que fueron construidos, afios en que se botaron al agua y fin que cada bajel ha tenido.» En ella se dice que el navio Vencedor de 74 cañones, construido en Ferrol en 1755, fue entregado á los franceses en 1806 á cambio del Argonauta de dicha nación: apresado después por los españoles en la bahía de Cádiz en 1808, y deshecho en Cartagena por falla de carena en 1810. Esta última parte es inexacta, según se ha visto en la relación de su naufragio.

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