Por Carlos Parrilla
Autor de «La Real Armada del siglo XVIII» y «Barcos de madera, hombres de acero«
A principios de mayo de 1798 se preparaba en Cartagena un convoy de seis mercantes con destino a Ibiza y Mallorca, permanecía a la espera de la llegada del pequeño jabeque corsario Cornel de dos palos, 24 metros de eslora, y solo 95 toneladas de arqueo que, al servicio de la Real Armada, había sido asignado como escolta del convoy.
Procedente de Ibiza, y patroneado por su joven comandante de 24 años don Pere Sala Medines, arribó a Cartagena el 11 de mayo. Al día siguiente zarpan haciendo cabotaje con destino al cabo de la Nao, para desde ahí virar al Este y navegar hasta Ibiza, en total unas 160 millas náuticas.
A la altura del cabo San Antonio, a las 18 horas del día 13, se avista una vela que navega directa hacia el convoy, se trataba de un bergantín inglés del porte de 18 cañones de a 12 libras, muy superior al jabeque español que apenas montaba cañones de 8 y 4 libras.
El jabeque se separó del convoy navegando directo al bergantín enemigo para cortarle el paso, y así lo hizo, costado contra costado, y después de haber colisionado con el inglés, los españoles lanzaron garfios para asegurarse de que el enemigo no se separara y pudiese batir al jabeque con su superior peso de andanada, pero al tener el barco español la borda mucho más baja los ingleses solo podían infligir daño en la arboladura desde tan corta distancia.
Al cabo de 4 horas de combate los ingleses desistieron de continuar, cortando los cabos de los ganchos y retirándose con cuarenta bajas en su dotación entre muertos y heridos.
Por su parte los españoles sufrieron once heridos y dos muertos, uno de ellos su comandante Don Pedro, que con un disparo en el cuello murió desangrado el día 14 de mayo a las 6 de la tarde.
El Cornel siguió navegando en solitario, ya que los mercantes habían continuado por su cuenta llegando a puerto felizmente, y el día 15 a las 11 de la mañana arribaba al puerto de Ibiza.
El Cornel fue uno de los innumerables ejemplos de la eficacia del corso ibicenco y español, heredero del gran Antoni Barceló, y del arrojo, pericia y valentía de sus dotaciones, que sin dudarlo se enfrentaban al enemigo en muchas ocasiones en inferioridad de condiciones, como es el caso que nos ha ocupado, por lo general saliendo victoriosos.
Libro sobre este hecho de armas
El escritor José María Prats ha escrito un libro titulado «Pere Sala, el último gran corsario«, editado por la editorial BALAFIA – POSTALS y que contiene algunas pinturas de Carlos Parrilla, incluida la de esta entrada. De venta el 23 de abril de 2025.