Por Juan García (Todo a Babor)
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La bandera española hasta 1785
¿Cuál es la historia de la bandera de España?
Con la llegada de los Borbones a España, la bandera de España adoptó el color blanco con el escudo como bandera nacional. Como veremos más adelante, esto daría lugar al cambio de colores en la bandera española por una cuestión meramente práctica sin tener ningún motivo histórico en el uso de los colores.
Hasta entonces, en la Armada se utilizaban las siguientes banderas (R.O. de 1732):
Teniendo el Rey resuelto que el Cuerpo de Navíos de la Armada se divida en tres Escuadras, y que cada una de ellas tenga su puesto en un Departamento de los tres establecidos en España, como son Cádiz, Ferrol y Cartagena, ha deliberado S.M. para que cada una de estas divisiones se conozca por las banderas e insignias de que han de usar, lleven todos los navíos de cualquiera de las tres referidas escuadras, los pabellones o banderas largas a popa, blanca, con el escudo de Armas Reales en la forma que se practica. Los Navíos que se armasen en Cádiz, usarán en las insignias de banderas cuadras, cornetas, rabos de gallo, gallardetes, banderas de proa, de botes, de lanchas, sobre blanco el referido escudo de Armas Reales. Los Navíos que se armasen en Ferrol, en todas las referidas insignias y banderas de proa, de botes y lanchas, de la Cruz de Borgoña, sobre blanco con cuatro anclas en los extremos del cuadrado que forma la referida Cruz. Los Navíos que se armasen en Cartagena usarán en las mencionadas insignias y banderas de proa, de botes, de lanchas, sobre color morado el escudo de Armas Reales sencillo, de castillos y leones (…) y cuatro anclas en las esquinas.
Los buques mercantes y corsarios también enarbolaban banderas blancas con la cruz de Borgoña en rojo.
El problema de la bandera nacional en blanco era el del reconocimiento en el mar. Recordemos que por entonces otros países tenían banderas sobre fondo blanco, tal como Francia y otros reinos con los Borbones como monarcas. Incluso los buques ingleses, cuando utilizaban la bandera blanca con la cruz de San Jorge, podían ser confundidos con buques de otras nacionalidades.
Debía ser muy engorroso, sobre todo en tiempos de guerra, intentar otear el pabellón del barco oponente y no distinguirlo de amigo o enemigo hasta estar lo suficientemente cerca.
Este grave inconveniente lo sufrió la escuadra de Aristizábal en el puerto de Constantinopla, donde fondeaban gran cantidad de barcos. Es de destacar que el tratado de paz firmado entre España y la Sublime Puerta era tan reciente que los barcos griegos con que la escuadra se cruzó en la travesía no reconocieron la bandera, con el consecuente temor de sus tripulaciones a que su barco fuera apresado y ellos vendidos como esclavos. Lo mismo le sucedió en 1786 al comandante Felipe López de Carrizosa en Chipre, donde no conocían el pabellón español, como tampoco en Beirut o Sidón.
«Descubriendo el Mediterráneo: expediciones de la Marina española en el Mediterráneo en el siglo XVIII». Luisa Martín-Merás Verdejo.
O pensar que es de la misma nación y acercarse para descubrir, en el último momento, que es un navío inglés, por ejemplo. Este juego de hacerse pasar por quién no es también se daba, pero era una táctica naval en tiempos de guerra.
Debió ser algo en lo que los mandos de la Armada insistieron mucho, debido como decimos a su experiencia en el mar. Por lo que en reinado de Carlos III se decidió a cambiar la bandera de sus bajeles de guerra.
Banderas de España propuestas al Rey
Estas eran las banderas españolas propuestas al Rey:
Como se puede ver utilizaban prácticamente el mismo patrón de formas, pero con distintas combinaciones cromáticas. Se puede ver claramente que las cuatro primeras eran las más visibles.
La bandera española que fue elegida
Tras un tiempo de estudio de las opciones presentadas, se dictó el Real Decreto dado en Aranjuez el 28 de mayo de 1785 Carlos III adjudicando el diseño ganador para los buques de guerra la siguiente bandera:
Para evitar los inconvenientes y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera Nacional, de que usa mi Armada naval, y demás embarcaciones españolas, equivocándose a largas distancias, o con vientos calmosos con las de otras naciones, he resuelto que en adelante usen mis buques de guerra de bandera dividida a lo largo en tres listas, de las que la alta y la baja sean encarnadas, y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de en medio amarilla, colocándose en esta el escudo de mis Reales Armas reducido a los dos cuarteles de Castilla, y León con la Corona Real encima; y el gallardete con las mismas tres listas y el escudo a lo largo, sobre cuadrado amarillo en la parte superior. Y que las demás embarcaciones usen, sin escudo, los mismos colores, debiendo ser la lista de en medio amarilla, y del ancho de la tercera parte de la bandera. Y cada una de las restantes partes dividida en dos listas encarnada, y amarilla alternativamente, todo con arreglo al adjunto diseño. No podrá usarse de otros pabellones en los Mares del Norte por lo respectivo a Europa hasta el paralelo de Tenerife en el océano y en el Mediterráneo desde primero de año de 1786: en la América Septentrional desde principio de julio siguiente; y en los demmas mares desde primero del año de 1787. Trendréislo entendido para su cumplimiento. Señalado de mano de S.M. en Aranjuez a 28 de mayo de 1785. A D. Antonio Valdés.
La bandera ganadora empezó entonces a utilizarse a partir de 1785 en los buques de guerra y mercantes, ampliándose por las Reales Ordenanzas de la Real Armada de 1793 su uso a las Plazas y Castillos marítimos y otros establecimientos de la Armada, como arsenales, astilleros, cuarteles, observatorios, Escuelas de Guardiamarinas…
La Real Orden de 1802 también ahonda en esta legislación.
Sólo a partir de 1843, bajo el reinado de Isabel II la bandera rojigualda fue la bandera nacional, abandonando la blanca, al igual que hiciera su bisabuelo.
El artículo primero decía así:
Las banderas y estandartes de todos los cuerpos ó institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional, serán iguales en colores á la bandera de guerra española, y colocados éstos por el mismo orden que lo están en ella.
Aunque el color de la bandera de España se ha mantenido desde entonces, a excepción de la bandera de la Segunda República (1931-1939) que sustituyó la segunda franja roja en color morado, en homenaje a los comuneros de Castilla, no ha ocurrido lo mismo con el escudo de España, que ha ido cambiando según los distíntos momentos de la historia.
Así que ya sabemos que hasta 1785 la bandera ganadora del concurso de Carlos III, y origen de la bandera de España, fue por así decirlo la bandera de la Real Armada, siendo todavía la blanca la oficial de España.
De ahí el error de muchos pintores, nacionales y extranjeros, que en sus cuadros navales de antes de 1785 pintaban en los buques españoles la bandera rojigualda, cuando debería ser la blanca. O en los ejércitos de tierra con flamantes banderas rojas y amarillas cuando estas eran sólo de uso por la Real Armada.
El problema del reconocimiento de la bandera quedaba así bien solventado, pues el rojo y amarillo en un ambiente donde predominan los colores azules son la mejor combinación si lo que se busca es la visibilidad.
La bandera rojigualda más antigua
Hay una bandera española que se conserva en el Museo Naval de Madrid, y que estuvo expuesta en 2018, que es de las más antiguas que se conservan.
Se trata de la enorme bandera que enarbolaba el navío Príncipe de Asturias en la batalla de Trafalgar. Los británicos poseen la del navío San Ildefonso. Esta última tiene las siguientes medidas: 9,8 x 14,4 metros, mientras que las del Príncipe de Asturias son 26 metros cuadrados.
La evolución de la actual bandera española
Una vez establecida la enseña nacional, esta evolucionó hasta tu forma actual. Los cambios, en realidad, no fueron tanto en la propia bandera como en el escudo, aunque hubo un periodo de la historia en la que se cambió un color de la bandera nacional. Estos fueron los cambios más importantes:
Bandera española de la Primera República (1873-1874).
Era igual que la de 1785 pero sin la corona.
Bandera de la Segunda República (1931-1939)
Utilizada por el Gobierno republicano y posteriormente durante la Guerra Civil. Cambia el escudo, desapareciendo la corona, y cambiando la última franja roja por la morada, en recuerdo del pendón morado de Castilla que enarbolaron los comuneros que se sublevaron contra Carlos I.
Bandera española durante la dictadura de Franco y la transición a la Democracia (1945-1977).
El escudo fue parecido al que llevaron los Reyes Católicos, con el águila negra de San Juan y con las columnas de Hércules en la parte externa de las alas.
Bandera de España actual (1981-actualidad)
Ya en Democracia, la bandera nacional adopta el escudo que conocemos (y explicamos a continuación).
El escudo de la bandera de España
El actual escudo de España, presente de manera oficial en toda bandera nacional, ha sufrido también varias modificaciones a lo largo de los siglos. Tiene, eso sí, en su raíz, más solera que los colores de la bandera.
Hay que remontarse a 1230 cuando el rey de Castilla y León, Fernando III, queriendo unificar en su escudo la unión de los dos reinos, inventa el escudo en cuartelado con las armas de Castilla por un lado y León por otro, en una combinación que fue de tal agrado que en el resto de Europa se imitó esa forma de cuartelado.
Con la unión, siglos después, de los reinos de Castilla y Aragón, los Reyes Católicos adoptaron el escudo con el águila negra y los escudos cuartelados de Castilla y León, como hasta entonces, además de los escudos de la Corona de Aragón y las Dos Sicilias. También aparecía por primera vez una granada, símbolo de la conquista de este reino a los musulmanes.
Con la llegada de la casa de los Austrias, el escudo pasa a «agrandarse» con la corona imperial y el águila bicéfala del Sacro Imperio Romano Germánico. A la amalgama de escudos ibéricos hay que añadirle ahora los de Austria, Borgoña, Brabante y Flandes. A partir de 1580 se añadiría el escudo de Portugal. Aparece también el Toisón de Oro.
Con el transcurso de los siglos, hasta llegar al actual, el escudo de España va sufriendo modificaciones según la casa reinante y las circunstancias, tales como la ocupación napoleónica, o con la creación de la bandera actual como hemos comentado, con sólo la inclusión de los escudos de Castilla y León, llegando al escudo actual que todos conocemos y que representa a los antiguos reinos peninsulares históricos: Reino de Castilla, Reino de León, Corona de Aragón, Reino de Navarra y Reino de Granada.
Además, se integra el escudo de armas de la casa de los Borbones, la corona real y las columnas de Hércules, que flanquean el escudo y soportan el lema de España: Plus Ultra.
El escudo va situado en la bandera en una colocación un tanto extraña, respecto a otras banderas, pero que da mucha visibilidad al escudo cuando la bandera de España se encuentra ondeando o expuesta en salas o despachos o actos protocolarios de interior.
El artículo tercero del Código de Ceremonial y Protocolo indica lo siguiente sobre su posición respecto a la bandera:
El Escudo de España tendrá una altura de dos quintos de la anchura de la bandera y figurará en ambas caras de ésta en el centro de la franja amarilla. Cuando la Bandera de España tenga la proporción normal, de longitud igual a tres medios de la anchura, el eje del Escudo se colocará a una distancia de la vaina de media anchura de la bandera. Si la longitud fuere menor a la normal o la bandera tuviera la forma cuadrada, el Escudo se situará en el centro de la enseña.