Por Juan García (Todo a Babor)
Índice
Introducción
Iniciamos otro monográfico sobre alguno de nuestros marinos más desconocidos y que, sin embargo, realizó algunas campañas marítimas dignas de consideración. Don Pero Niño. Esta entrada se centrará en su campaña contra el corso en el Mediterráneo. En otra entrada nos centraremos en sus ataques a la costa inglesa.
En realidad, decir que Pero Niño era marino es absurdo. Este caballero castellano era eso mismo: un caballero medieval, con los atributos que se espera de tal rango.
Según Carlos Martínez-Valverde, autor de uno de los trabajos en el cual nos estamos basando, y que a su vez se basa en el manuscrito de El Victorial, Pero Niño era un hombre de a caballo, muy entendido en lo que a estos se refiere, diestro en justas, torneos y combates, ya que toma parte en estos desde muy temprana edad. Era experto con la espada y ballesta; amén de un consumado jinete.
Acostumbrado a batallar para su rey en tierra, y sin tener ni idea del mar y sus cosas, se le encarga una misión naval que Pero Niño acepta sin pensarlo. ¡Ya tendrá tiempo de aprender sobre la marcha!
Algunos datos de la biografía de Pero Niño
Antes de entrar en materia, conviene saber algo más de este personaje. Niño nació en 1378, posiblemente en Cigales (Valladolid), cuyo señorío concedió el rey posteriormente a sus padres. Se estrenó en armas en los ataques a Gijón en 1394; es decir con 16 años.
En 1404 se le otorgó el mando de una fuerza naval para defender el comercio de Castilla por el Mediterráneo del asalto de corsarios y piratas. Esta campaña será la que veremos a continuación.
Tras finalizarla, regresa a Castilla durante un corto periodo de tiempo, hasta que el rey Enrique III le da otro mando naval. Esta vez para combatir a los ingleses en favor de los franceses. Toda esta campaña, muy interesante, la veremos en la segunda parte de este artículo que publicaremos en breve.
Y ahí acabaría el paréntesis naval en la carrera militar de este aguerrido caballero. Posteriormente libraría diversos combates, entre las que estuvo la batalla de la Higueruela en 1431, donde el ejército del rey estaba al mando del Contestable Álvaro de Luna. Pero Niño participó con su nuevo título de Conde de Buelna, concedido por el rey Juan II antes de la batalla.
Luego estuvo un tiempo de calma hasta que fue llamado tras ocho años a combatir contra aragoneses y navarros en 1444. Pero Niño moriría en 1453.
Campañas marítimas en el Mediterráneo
Tal y como hemos comentado, vamos con esa primera ocasión que tuvo Pero Niño de luchar a bordo de un buque.
Fueron tres las expediciones navales en aguas del Mediterráneo con la misión de limpiar de piratas aquellas aguas que tanto entorpecían el comercio de los castellanos. Aunque los principales enemigos eran los propios corsarios castellanos, que actuaban en conjunción de la Corona de Aragón, el papado de Avignon y hasta de algunas casas nobiliarias castellanas, al final acabó derivando en un corso contra los musulmanes.
Primera expedición de Pero Niño en el Mediterráneo
La primera expedición parte de Sevilla a principios de mayo de 1404. Lo hicieron con dos galeras y una nao, bien tripuladas y guarnecidas. Pero Niño iba como capitán de las galeras, junto con su primo Fernando y una treintena de caballeros. Efectuaron escalas en Cádiz, Gibraltar, Málaga y Almuñecar.
Los moros de Granada, en tregua con Castilla en esos momentos, los agasajan. Parten de nuevo y tocan varios puertos más, entre ellos Cartagena. Pasarán posteriormente a la costa de Berbería donde desembarcan en Cuevas de Alcocébar, cerca de Orán, para hacer aguada tras combatir con los moros. Tras buscar a los piratas infructuosamente, regresan a Cartagena.
Segunda expedición en el Mediterráneo
En junio, Pero Niño parte de nuevo contra los corsarios cristianos. Esta vez por la costa noreste de la Península. Sale de Cartagena y navega costeando hasta Barcelona y San Feliú, sin hacer escalas.
Se entera de que en Marsella hay corsarios castellanos y parte hacia allí. Sin embargo, los corsarios se refugian en el puerto ante la imposibilidad de escapar a alta mar, ya que se encontraron con los castellanos. De Marsella parten entonces unos buques prestos a enfrentarse con las fuerzas de Niño, quien no se arredra ante la superioridad numérica y se prepara para hacerles frente.
Antes de que corriera sangre cristiana, el Papa Luna le pide que no haya combate. Los corsarios de Marsella están bajo su autoridad y los castellanos terminan acatando su mediación.
Se dirige entonces hacia Cerdeña, donde sabe que hay mucha actividad corsaria y era posible que hasta allí se hubieran ido los corsarios castellanos a los que perseguían.
Arriban en Alguer, por entonces bajo control de la Corona de Aragón y allí se encuentran a más corsarios castellanos y vascos. De nuevo, los corsarios de preparan para el enfrentamiento y los castellanos de Pere Niño hacen lo propio. Y, de nuevo, el gobernador de la plaza, mentando la amistad de Aragón y Castilla, intercede para que no se produzca combate alguno.
Aceptan la invitación para bajar a tierra y allí se les informa de que en Orestán se halla una nave apresada a mercaderes sevillanos que los corsarios estaban utilizando para sus negocios.
Pero Niño entró en el puerto y abordó la nave, saqueándola y mandándola presa a Cartagena. Aquello desembocó en un serio incidente diplomático, ya que la plaza estaba bajo jurisdicción de Aragón, lo que sirvió como pretexto para enemistar a ambos reinos.
Tras estos fracasos, Pero Niño decide correr la costa de Berbería con solo sus dos galeras, dejando la nao ya que hubiera limitado la maniobra de estas en las operaciones que estaban por venir. Ya que había conocido que en Túnez se estaban armando galeras para atacar a los cristianos.
Llegaron al golfo de Túnez y allí se deciden a adentrarse en la bahía, donde apresan una galera que estaba acercándose a Túnez de forma muy sigilosa. Los marineros capturados le informaron que más al interior estaba la galeaza del rey de Túnez. Lograron apresarla tras su persecución. La galera de Niño embistió por la popa, haciendo que el propio Pero saltara a ella. Se quedó solo, ya que su galera retrocedió debido al impacto, aunque pudo aguantar a solas hasta que volvieron a engancharse.
La rindieron, pero no pudieron llevársela, ya que estaba encallada y no había tiempo de sacarla a flote. Por tierra empezaban a congregarse numerosas tropas enemigas. Así que se transbordó lo valioso y se la prendió fuego, como a la otra galera capturada. En julio de 1404 regresaba a Cartagena a repartir botín y dejar a los heridos.
Tercera expedición por el Mediterráneo
En Cartagena se reune con la nao, que iba más o menos por libre en el «corso anticorso». Venía del Estrecho donde había apresado un cárabo e contentólos a todos. E pusieron los heridos en tierra, e mandó curar dellos. E despalmaron las galeras é los marineros (Cómitres) adereçaron todas sus cosas que avían perdidas é rompidas, así en las peleas, como en las tormentas de la mar, velas, é remos é otras cosas. E el Capitán (Pero Niño) repartió ballestas a los ballesteros que avían quebrado las suyas, e viratones (no habla, como vemos, de armas de fuego). E mandó como de cavo fornescer las galeras de pan e vino, e tocinos, e quesos, e agua, e leña, e todas las cosas que eran menester…
Parte de nuevo hacia Orán, con sus dos galeras, la nao y dos galeotas (una de Cartagena y otra alquilada de Aragón). En el camino se encuentran con una embarcación cristiana, pero como la carga pertenecía a unos judíos, les da tiempo de hacer de piratas y se quedan con la carga, dejándolos marchar después.
Como no había mucho tráfico mercante por la zona, Pero Niño decide atacar Arcew, en el Arceo de Belli, y saquear el campamento o alorna de un hermano del rey. Ataca con un centenar de hombres comandados por su primo Fernando. Pero estos no logran encontrar el campamento en plena oscuridad y se vuelven. Se salvaron de un enfrentamiento con un millar de jinetes berberiscos que llevaban el mismo plan. De haberse encontrado…
Los castellanos deciden atacar el campamento de los jinetes, aprovechando que estos están ausentes, por lo que se adentraron en tierra y encontraron el campamento, que saquearon e incendiaron. Llegaron a sus naves con la vanguardia de los jinetes pegados a sus talones. Gracias a la retirada ordenada y el combate por relevos de sus hombres, se logró embarcar, no sin antes matar de un flechazo al cabecilla de los berberiscos.
Después fueron saqueando pequeñas poblaciones, e incluso llegaron a bombardear Orán. En la mayor parte de la noche non cesaron las galeras de lanzar truenos en la villa que está cabe la mar, e viratones con alquitrán.
Luego hicieron lo mismo en Mazalquivir. Se produce después un combate en las Cuevas de Alcocébar donde estaban haciendo la aguada. Tras aquello pasarían a la península y allí da licencia a las galeotas que le habían acompañado. Envió a Sevilla a los prisioneros hechos y Pero Niño va a Cádiz y después a Sevilla para curarse de la grave herida sufrida en un pie en la captura de la galeota de Túnez. Tras ello iría a Segovia a dar parte personal al rey de sus expediciones.
Los posteriores ataques a la costa inglesa de las galeras de Pero Niño y otras francesas no tiene desperdicio. No se lo pierdan porque aquí se lo contaremos también.
Fuentes
- La nota marinera en la crónica de don Pero Niño. Carlos Martínez-Valverde. Revista de Historia naval. 1985.
- La marina de Castilla desde su origen y pugna con la de Inglaterra hasta la refundición en la Armada española. Cesáreo Fernández Duro. 1894.