Pintura del patrullero Vigía P-73

Por Ildefonso Palomares

Pintura del patrullero Vigía P-73 de Ildefonso Palomares
Pintura del patrullero Vigía P-73 de Ildefonso Palomares.

El patrullero Vigía P-73 fue construido en los astilleros de la antigua Empresa Nacional Bazán (hoy NAVANTIA), y entregado a la Armada el 23 Marzo de 1993.

Desde entonces y hasta la fecha ha cumplimentado multitud de misiones entre las que se encuentran las de vigilancia marítima y pesquera.

Su diseño está concebido mayoritariamente para navegar en alta mar durante períodos prolongados de tiempo y con estado de la mar hasta mar gruesa sin que se produzca una degradación significativa de sus capacidades, contando para ello con dos aletas estabilizadoras.

Dispone además de una cubierta de vuelo que le permite operar con helicópteros de tamaño medio, un hospital con seis camas y dos embarcaciones semi-rigidas (RIB).

Fotografía del patrullero Vigía P-73
Fotografía del patrullero Vigía P-73

Algunas de sus características principales:

  • Eslora: 68 mt.
  • Manga: 19,33 MT
  • Calado: 3,36.
  • Velocidad : 20 nudos.
  • Armamento : Cañón 3″/50.2 Ametralladoras Browning de 12,7
  • Planta propulsora: 2 Motores MTU. (7500 HP).
  • 2 Ejes con hélices paso variable.
  • 3 Generadores Diesel de 195 Kw c/v
  • Dotación: 48 personas.

El Patrullero Vigía en el conflicto del Fletán

El día 9 marzo de 1995, el Gobierno Canadiense apresó al pesquero español Estai que faenaba cerca de sus aguas territoriales en la captura del Fletán. Este fue el pez de la discordia que dio pie al estallido de la «guerra del Fletán».

La reacción española fue el envío de un patrullero de altura de la clase Serviola (Vigía P-73) perteneciente a la Armada española, para proteger sus intereses pesqueros en la zona de Canadá.

Finalmente este país liberó al Estai tras las fuertes presiones de la UE acabando así este conflicto.

El Vigía estuvo destacado desde el 10 marzo de 1995 al 2 Abril de 1995 siendo relevado por el patrullero Serviola, que a su vez fue relevado por el Centinela.

Los Patrulleros se desplazaron a casi 3.000 km para dar protección a la flota pesquera en aguas de la NAFO, la Organizacion Pesquera del Atlántico Norte.

Dibujo del patrullero Vigía P-73
Dibujo del patrullero Vigía P-73. Regalo de la Real Liga Naval Española al comandante del patrullero en su visita a Barcelona en mayo de 2018.

Hostigados por fragatas y patrulleros canadienses, las condiciones en que se desarrollaron los acontecimientos fueron extremas y llevadas a cabo por tripulaciones veteranas que se encontraron por primera vez con un estado de la mar terrible como jamás podrían haber soñado en la peor de sus pesadillas.

Durante las operaciones del «conflicto del Fletán» narraba el Comandante del Patrullero Serviola:

En zona se sufrieron un total de cinco temporales pudiendo valorarse al menos dos de ellos como duros. Todos ellos fueron capeados con la mar de amura cerrada y a una velocidad de 2 a 3 nudos.

Así mismo el comandante del patrullero Vigía relataba lo siguiente:

Durante todo este día se capea el sector más duro de la borrasca que produce vientos de temporal muy duro del NW que llega a alcanzar los 75 nudos (135 km/h), la mar es montañosa con olas de 14 MTS, y son frecuentes los chubascos de nieve. El barómetro llega a un mínimo de 974mb. En los pantocazos se embarcan grandes cantidades de agua… Se producen acumulaciones de hielo en la cubierta.

Ante esta situación y al aproximarse al límite de hielos que se encuentra a 40 millas por la proa se decide correr el temporal.

El boceto y posterior obra definitiva pretende ser un fiel reflejo de las condiciones meteorológicas que tuvieron que soportar los patrulleros en dicho conflicto.

Comandante del patrullero Vigía P-73 posando con la pintura de su buque realizada por Ildefonso Palomares
Comandante del patrullero Vigía P-73 posando con la pintura de su buque realizada por Ildefonso Palomares.

Cabe destacar que la ejecución de este proyecto es por encargo expreso del Sr. Comandante del patrullero Vigía P -73 el C.C. Pedro José Arenas Marín, al que agradezco de todo corazón su gentileza y apoyo para poder llevar a buen puerto este trabajo.

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