Abordaje en tres idiomas

Por Juan García (Todo a Babor)

Fragatas
Fragmento de una pintura de Thomas Luny (1759-1837).

Durante varios años de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos fue de los pocos momentos de la historia reciente en los que Gran Bretaña perdió el dominio del Canal de La Mancha, o Canal Inglés como lo llaman ellos. 

Y fue un momento claramente desaprovechado por las escuadras francesa y española que navegaban combinadas. Las enfermedades y sobre todo no tener un mando único, ya que estaba dividido entre España y Francia, cada uno con sus intereses particulares, acabaron con el sueño de zurrarles a los ingleses en su casa.

La escuadra combinada por tanto se hallaba paseando por el canal de La Mancha, o en su base de Brest, y hasta allí tenían que llegar los buques de aprovisionamiento para avituallar a tanto navío de guerra.

Uno de esos convoyes volvía a Brest con refrescos para la armada combinada un 15 de agosto de 1779, escoltado por la fragata de guerra francesa Atalanta, mandada por el capitán de navío Barón de Durfot, y la corbeta española de S.M.C. Santa Catalina, bajo el mando del capitán de fragata don Pedro de Oribe, cuando al amanecer y a legua y media al Oeste de Ouessant se descubrieron 3 buques pequeños entre aquella isla y el convoy.

El buque más grande parecía un londro inglés, con 16 cañones y 12 pedreros; y los otros dos eran unos lanchones a vela, que parecían presas hechas por el corsario. Todos esos buques procuraban alejarse a fuerza de remos.

No permitiendo la calma a la fragata y a la corbeta darlos caza, ni acercarse a tiro de cañón, propuso el Barón de Durfort ir a apoderarse de ellos por abordaje con la lancha y el bote; la respuesta de la marinería fue muy entusiasta, ante la perspectiva de llevarse una parte de aquellas presas.

Así que echaron al agua el bote y la lancha, al mismo tiempo que desde la corbeta española, y con la mismas ganas, ejecutaban la misma maniobra con su lancha.

El mando del bote de la Atalanta se le confió al teniente de navío Mr. Gerard; el de la lancha al alférez Mr. de S. Jorge (sic) y el de la lancha española al teniente de fragata don Francisco Yepes.

Así que las tres embarcaciones menores se dirigieron hacia el corsario, sufriendo un fuego muy largo y vivo. Después de bogar más de una legua las embarcaciones se acercaron presentando un frente extenso, para impedir que de una descarga de los cañones del corsario lograran alcanzar a todas.

El primero que llegó fue la lancha de Mr de S. Jorge, que aprovechando un instante en que las olas abatieron un poco al londro para abordarlo por la proa, logrando este oficial francés ser el primero en saltar a bordo. Después llegaría el bote y la lancha española que se abordaron también. Tras un reñido combate cuerpo a cuerpo el corsario inglés fue rendido.

Las embarcaciones francesas perdieron un marinero y tuvieron 3 oficiales de mar y un soldado gravemente heridos a sablazos. En la lancha española hubo 4 heridos, uno de ellos de riesgo. Los corsarios ingleses perdieron a su capitán, al igual que otros 3 hombres. Otros 8 fueron heridos, 5 de ellos peligrosamente y los otros 3 con heridas de sable sin consecuencias graves.

Este londro era de Jersey, llamado Sprightly (sic), su capitán era Gedeon Philip Garrequer, y tenía 40 hombres de dotación. Los dos lanchones eran efectivamente presas que iban cargados con madera de construcción, hierro y municiones por cuenta de S.M. y que fueron represados e incorporados al convoy.

Tanto a los hombres de la Atalanta como a los de la Santa Catalina se les reconoció su valor y buen hacer en el combate.

  • Fuente: Gaceta de Madrid.

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