Por Juan García (Todo a Babor)
El 27 de junio de 1798 se encontraba en las cercanías de Vigo la lancha corsaria Santa Victoria, con un sólo cañón y 25 hombres de tripulación. Se encontraban haciendo el corso sobre la costa de Portugal.
Encontraron en su navegación una balandra inglesa de 80 toneladas y 10 cañones de a 12 y de a 6 libras reforzados. Era la Franchipe (sic), su capitán John Roberts que navegaba con géneros de Liverpool a Oporto.
El comandante de la Santa Victoria optó por el abordaje como forma de combate, ya que el solitario cañón que portaba no tenía mucho que hacer frente a la gran superioridad artillera de la balandra.
Así que cuando se acercaron a tiro de pistola, listos para lanzarse al abordaje, vieron como los marineros ingleses abandonaban a su capitán y le dejaban sólo sobre la cubierta. Imaginamos que este desdichado capitán se quedaría con una más que cara de asombro ante la espantada de sus hombres.
Supongo que la tripulación tenía algo contra su capitán y prefirieron entregar el buque a seguir navegando con él.
- Fuente: Gaceta de Madrid