Por Carlos Parrilla
El 6 de septiembre de 1522 llegaba a Sanlúcar de Barraneda la nao “Victoria” con Juan Sebastián Elcano y diecisiete hombres más después de haber circunnavegado el globo por primera vez en la Historia.
El viaje les llevó tres años y 26 días habiendo superado toda clase de dificultades pues de las cinco naves que partieron (”Trinidad”, “Victoria”, “San Antonio”, “Concepción” y “Santiago”) solo la “Victoria” consiguió regresar después de haber llegado a las Islas de las Especias, a pesar de haber sufrido la pérdida de la mayor parte de su tripulación, ya por hambre o enfermedades (la “San Antonio” regresó a España desde Patagonia al perder de vista al resto de la expedición).
Durante el viaje hubo enfrentamientos, deserciones, un motín, la muerte en combate del promotor y director de la expedición, Fernando de Magallanes, y la persecución a ultranza de los portugueses empeñados en capturar a la ya solitaria nao y hacer fracasar la empresa, cosa que estuvieron a punto de conseguir durante la escala que la “Victoria” haría en las islas Cabo Verde para hacer aguada y conseguir víveres frescos.
Elcano dijo a los portugueses que procedía de América pero debido al fuerte olor que desprendía la nao por la gran cantidad de especias que habían cargado en las Molucas el engaño se vio frustrado.
Elcano tuvo que zarpar a toda prisa consiguiendo escapar y llegar a destino en España.
El cuadro representa a la “Victoria” navegando quizá por el Océano Índico, violando las aguas portuguesas hacia el cabo de Buena Esparanza y así subir por el Atlántico hacia la península.
A su llegada el emperador Carlos V le concedió una pensión vitalicia de 500 ducados al año (una fortuna para la época) y un escudo de armas con la leyenda “Primus circumdedisti me” o “Fuiste el primero que me rodeaste”.
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