Por Carlos Parrilla
Autor de «La Real Armada del siglo XVIII» y «Barcos de madera, hombres de acero«
En la época de la vela con frecuencia las naves se veían impedidas en su avance debido a la ausencia total de viento.
Era a la altura del Ecuador donde con más frecuencia este fenómeno afectaba a la navegación, alargándose estas encalmadas en ocasiones por días, provocando en muchas ocasiones que las provisiones y el agua se agotaran antes de llegar a destino.
En la imagen un galeón visto por la aleta de estribor, con todo el trapo dado que cae lacio sin una gota de viento, siendo atoado por los botes hacia unas prometedoras nubes en el horizonte.