Por Juan García (Todo a Babor)
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Cómo maniobrar un navío de línea español del siglo XVIII (Navegación y combate)
Índice
De lo que se debe practicar, y de las circunstancias a que se debe atender en los casos de dar caza
Se llama dar caza cuando una embarcación, sea mercante, corsario o de guerra, procura alcanzar a otra, para adquirir noticias, navegar en conserva o si es enemiga batirla.
Para todo lo expresado necesita ser de más andar que la otra, de lo contrario, si esta no quiere esperar, mal se puede lograr lo que se pretende.
¿Se ha perdido con los términos náuticos? Aquí tiene un diccionario marítimo que le ayudará.
Es asunto tan prolijo, como difícil, dar reglas fijas para emprender el verdadero rumbo, a que se debe gobernar, para el alcance de otra embarcación, por carecer de los datos o bases principales, que son el andar de la otra embarcación, y su distancia. Sin embargo, daré para lograr las reglas que la práctica nos ha enseñado.
Antes de emprender la caza de otra embarcación se debe reconocer el andar de la suya, respecto al de la otra; para lo cual le debe poner a gobernar el mismo rumbo que la otra, demarcándolo al rumbo, que de demora y sea, por ejemplo, al Sudeste.
Si se mantuviere a este rumbo navegando algún tiempo, las dos serán del mismo andar; pero si a poco tiempo de navegar si reconoce que la demora más para proa del citado rumbo, será la otra de más andar, y por el contrario la suya será de más andar si la demora para popa la otra.
Con esta satisfacción se puede emprender el alcance de la otra, con el seguro de conseguirse si la noche no lo impide, pues con la oscuridad le puede hurtar el rumbo y dejarle burlado.
Respecto a las infinitas posiciones, en que se pueden hallar dos embarcaciones, antes de emprender el referido alcance, sería asunto muy molesto explicar varios rumbos, a que se debía emprender la caza, por tanto lo omito, y solo para la más breve inteligencia de los curiosos principiantes explicaré algunas, lo más sucintamente que se pueda, para que por estos diversos modos de emprender la caza en las posiciones que se exponen, vengan en el conocimiento de lo que se debe ejecutar en las demás posiciones en que se puede hallar.
Posiciones con barlovento
Primera posición
Supongamos que se hallan dos embarcaciones navegando de bolina, que es, por ejemplo, ciñendo al viento sobre una bordada, y que se le a solicitar demora por la perpendicular del costado de sotavento, como tres leguas.
En este caso, siendo la embarcación de mucho más andar se emprenderá la caza gobernando cuatro cuartas arribando del rumbo a que navega la otra; pero no siendo de tanto exceso su andar se gobernara tres cuartas arribando del rumbo a que navega la otra.
Por ejemplo: va navegando un capitán con viento noroeste, proa al nordeste, y la demora de la embarcación por la perpendicular del rumbo, que es el este-sudeste, como tres leguas, siendo de superior andar, debe ponerse a gobernar al este-nordeste, y no siéndolo tanto al nordeste, cuarta al este, a fin de concurrir las dos embarcaciones en un punto.
Y respecto de ser este rumbo, como los que expondré en las demás posiciones, de los más llegados para dar principios a la solicitud de la otra embarcación, se valdrá de las prácticas siguientes:
- Para reconocer si se debe o no variar del rumbo a que emprendió la caza, atenderá a lo que está expresado en el modo de reconocer el andar de dos embarcaciones, y en ella verá que si le demora más a proa del rumbo a que demarcó, deberá gobernar medio rumbo más para proa, o para el rumbo a que se va navegando la otra; de lo contrario se le propasará la embarcación. Pero si la demora del citado rumbo para popa, deberá gobernar algo más arribado y repitiendo esto encontrará el verdadero rumbo a que debe gobernar, para mantenerse al rumbo que le demoraba la otra embarcación en el principio de la caza. Logrado esto, vendrán las dos embarcaciones en un punto que es lo que se pretende.
- Siempre que hallándose por sotavento fuere en solicitud de otra embarcación, y esta navegase o viniere a ciento largo, si reconoce que la demora para proa a poco tiempo de navegar del primer rumbo a que marcó, deberá ponerse a navegar a una media cuarta más arribado. Pero si le demora más a popa del expresado rumbo, ceñirá el viento, con lo que vendrá a cortarle por la proa, y concurrir los dos en un punto.
Segunda posición
Hallándose con la otra embarcación en la posición que en la primera queda dicha, si reconoce que varía de rumbo, esto es, que le pone a navegar dos cuartas arribado del que navegaba, que era ciñendo el viento, en este caso debe ponerse a gobernar como tres cuartas arribado del rumbo a que va navegando la otra embarcación, esto será siendo su andar con exceso y de no de cuarta y media a dos cuartas más arribado que la otra.
Tercera posición
Si se halla con la expresada embarcación en la posición primera, y reconoce, que se pone a navegar cuatro cuartas arribado, evidente señal de no querer esperar. En este caso, siendo su andar de mucha superioridad, se pondrá a navegar de cuarta y media a dos cuartas más arribado del rumbo al que gobierna la otra. Pero no habiendo tanto exceso en el andar, deberá ponerse a gobernar una cuarta, o algo más arribado del rumbo que gobierna la otra, para que a la larga distancia pueda concurrir con la otra en un punto.
Cuarta posición
Si hallándose con la otra embarcación en la primera posición reconoce que se pone a navegar seis cuartas arribado, siendo su andar mucho mayor, debe ponerse a gobernar una cuarta o algo menos arribado del rumbo a que va navegando la otra, pero no siendo su andar de tanto exceso se pondrá a gobernar media cuarta más arribado que la otra.
Quinta posición
Si hallándose en la primera posición se pone la otra embarcación a navegar en popa, la seguirá por sus aguas, respecto de no haber otro recurso que el de la superioridad de su andar para alcanzarla.
De las cuatro primeras posiciones, puede venirse el reconocimiento de lo que se debe operar en los diversos casos que pueden ofrecerle teniendo el barlovento. Veamos ahora lo que se se debe ejecutar cuando en las mismas se tiene el sotavento.
Posiciones con sotavento
Primera posición
Siempre que dos embarcaciones se hallen navegando de bolina, sobre una bordada, y la que se va a alcanzar demora por la perpendicular del costado de barlovento, o algo para popa, puede emprenderse la caza de dos modos:
- Que es la mejor opción, siguiéndola con la misma bordada para no perderla de vista hasta tenerla por la aleta de popa, para que en la segunda bordada la pueda coger las aguas a corta distancia, y tal vez pasarla por la proa, con lo que lograría llegarla a hablar a menos tiempo.
- Esta necesita más tiempo. Es como se refiere en caso de hallarse la otra embarcación por la perpendicular del costado para proa, en cuya posición es lo mejor y más breve emprender la caza virando de bordo a fin de cogerla las aguas, y de la otra bordada llegar al costado de ella. En este caso debe la embarcación de barlovento virar de bordo al mismo tiempo que la otra vira por sus aguas, con el fin de dilatar el tiempo y de que la noche la favorezca para la fuga. Pero el primer caso si reconoce que la puede cortar del segundo bordo deberá al mismo tiempo que la otra virar de bordo, para dilatarla la distancia y si reconoce que de la bordada viene por su sotavento, virará cuando la otra vira por sus aguas que será al tercer bordo.
Segunda posición
Si hallándose las dos embarcaciones navegando de bolina, la de barlovento le demora por la perpendicular del costado y reconoce que se pone a navegar dos cuartas arribado, en este caso siendo de más andar que la otra, debe mantenerse ciñendo el viento y a no ser con exceso su andar navegará gobernando una cuarta arribado para concurrir los dos a un punto, valiéndose de la segunda práctica.
Tercera posición
Si hallándose las dos embarcaciones en la posición primera, reconoce que la otra se pone a navegar cuatro cuartas arribado, que es en diez cuartas del viento con que navega, en este caso siendo su andar superior, debe ceñir el viento, y a ser de poco más y de igual andar con dos cuartas que arribe será bastante.
Por ejemplo: navegando las dos embarcaciones, ciñendo el viento la de barlovento, se pone a gobernar cuatro cuartas arribado, que será por ejemplo al les-nordeste, viento noroeste, en este caso siendo de superior andar, ceñirá el viento, proa al nor-nordeste, pero no siendo sino de poco más, o de igual andar, deberá gobernar dos cuartas arribado, que es dos cuartas más al viento de el rumbo a que va navegando la otra y será al nordeste.
Cuarta posición
Si hallándose las dos embarcaciones en la expresada posición, reconoce que la otra embarcación solicita hablarle y para esto se pone a navegar seis cuartas arribado, debe ceñir el viento con poca vela, pues ella le viene a buscar.
De estas cuatro posiciones, puede inferir el modo de disponer de las demás que le ofrezcan en otros casos de esta naturaleza, valiéndose siempre de la segunda práctica para el cálculo del rumbo verdadero, pues por ella se logrará el intento.
No obstante de ser correspondiente al tratado de evoluciones este asunto hallo muy útil para aquellos que no están instruidos en este asunto, pues los más de los capitanes mercantes y corsarios necesitan de esto.