En septiembre de 2015, hace ahora un año, se ponía a la venta en librerías y grandes almacenes la primera edición de “El Glorioso”. Alcanzaba así el objetivo que me había marcado, tras una investigación realizada con una ilusión y unas ganas como hacía tiempo que no experimentaba con trabajos de este tipo. No había aspiraciones adicionales, el mero hecho de ver publicado el trabajo al que habías dedicado tantos esfuerzos y desvelos era ya suficiente premio. En aquellos momentos ni si quiera me planteé que se fuera a vender más de una edición.
Sobre la historia del navío relatada por Agustín Pacheco
Sin embargo, poco a poco fueron vendiéndose ejemplares. Las reseñas y comentarios difundidos a través de las redes sociales y páginas especializadas, como esta de Todo a babor, lograron captar el interés por la obra. También las primeras presentaciones, en Barcelona y Madrid (esta última delante de casi doscientas personas), ayudaron a publicitarla. De manera sorprendente, en dos meses se había agotado el stock en las librerías. Ni en mis más optimistas previsiones alcancé a soñar que algo así pudiera suceder.
En consecuencia, después de corregir las erratas localizadas y añadir a las imágenes ya existentes una nueva selección de ellas, incluyendo algunas realizas expresamente para intentar que la estructura documental de esa primera versión resultara más didáctica y atrayente (trabajo en el que muchos de los lectores han tenido un importante protagonismo), se lanzó al mercado una segunda edición. De nuevo Internet y el “boca a boca” ayudaron a divulgar la existencia de la obra. Todo ello, unido a un gran número de conferencias y actos promocionales desarrollados en distintas ciudades de España (incluida una emocionante para mí, firma de ejemplares en la última Feria del Libro de Madrid, por deferencia de la Librería Náutica Robinson), han logrado que la tercera edición sea una realidad.
En definitiva, me siento muy, muy afortunado. La investigación y redacción de “El Glorioso” me ha permitido aprender mucho, pero sobre todo me ha proporcionado la oportunidad de interactuar con multitud de personas, cuya ayuda desinteresada unida a sus impagables comentarios han resultado ser el verdadero éxito de este proyecto. Para mí, resulta complicado intentar transmitir por medio de la palabra escrita emociones y estados de ánimo; por ello, me limitaré a decir, desde lo más profundo de mi corazón, muchas gracias a todos. Muchas gracias a todos aquellos lectores que compraron el libro. Muchas gracias a todos los que me enviaron sus apreciaciones. Muchas gracias a todos los que ayudaron a divulgar la obra, a los particulares y a las asociaciones e instituciones. En referencia a estas últimas, y a riesgo de resultar injusto, permítanme que cite a las dos que más han contribuido a dicha difusión: la Real Liga Naval Española y la Asociación de Reservistas Españoles.
En cuanto a la calidad del libro, no soy quien para emitir valoraciones, resultaría demasiado pretensioso por mi parte. Como dice el historiador y académico Julio Albi de la Cuesta, autor del prólogo, «un libro debe explicarse por sí mismo, sin necesidad de glosas ni alabanzas». Así que para aquellos que decidan adquirirlo, o para los que ya lo hicieron y quieran volver a releerlo, sólo puedo desearles lo que ya apuntaba en la introducción de una de mis primeras obras:
«No queda más que decirles que tomen asiento y disfruten de este libro tanto como yo lo he hecho al darle vida. Si al pasar la última página, un halo de satisfacción recorre su ser, piensen que la persona que escribió estas líneas será aún más feliz de lo que es ahora».
Agustín Pacheco