Príncipe de Asturias (2º) (1695)

Por Santiago Gómez Cañas
Autor del libro: «Historiales de los navíos de línea españoles, 1700-1850»

Esta entrada pertenece a la sección:
Historiales de los navíos de línea españoles (XVIII-XIX)

Historial del navío Príncipe de Asturias (ex Cumberland)

Navío de 80 cañones

Navío de línea de 80 cañones

Segundo navío de línea que tuvo este nombre en la Real Armada española del siglo XVIII, contando a este primero como a un navío, el que tenía por alias Burlandina, aunque estaba artillado con solo 50 cañones de pequeño calibre.  

Tiene una historia poco menos que curiosa, ya que estuvo en servicio en cinco Marinas diferentes.  

Otra curiosidad es que fue construido por una mujer, Anne Wyatt, que heredó el astillero de su difunto marido, completando varias construcciones en curso, como el de este navío. 

Servicios en la Marina inglesa

El 4 de mayo de 1694 se realiza un contrato para la construcción del navío, bautizado como Cumberland, con William Wyatt y John Bolton, completado por Anne Wyatt tras la muerte de su marido. Botado en los astilleros de Bursledon el 12 de noviembre de 1695, con un artillado de 80 cañones. 

En 1696 estuvo comisionado al mando del capitán Thomas Dilkes, sustituido ese mismo año por el capitán Robert Sincock. En mayo del año siguiente se puso al mando de Peter Watton. En 1701 estaba al mando de John Knapp, y al siguiente, en 1702, al mando del capitán Simon Foulkes (fallecido en diciembre de ese año), sirviendo en la escuadra de Sir Stafford Fairborne.

Modelo del HMS Boyne (1692). Este fue uno de los primeros navíos de una gran clase de dos cubiertas con 80 cañones construidos entre 1692 y 1695. Por porte, y fechas de construcción, estéticamente debió parecerse a nuestro Cumberland. National Maritime Museum, Greenwich, London, Greenwich Hospital Collection.
Modelo del HMS Boyne (1692). Este fue uno de los primeros navíos de una gran clase de dos cubiertas con 80 cañones construidos entre 1692 y 1695. Por porte, y fechas de construcción, estéticamente debió parecerse a nuestro Cumberland. National Maritime Museum, Greenwich, London, Greenwich Hospital Collection.

Con la escuadra de George Rooke estuvo en el ataque a Cádiz a finales de agosto de 1702, en octubre del mismo año en la ría de Vigo en el ataque a la flota de Indias de Manuel de Velasco y la escuadra francesa de Chateaurenault, en la batalla de Málaga y en la captura de Gibraltar en 1704. 

En 1703 con el capitán Samuel Martin con la flota de Rooke en Cádiz. Destinado al Caribe en agosto de 1703 con la escuadra de Walker. En 1705 al mando de capitán Hovendon Walker en el Canal de la Mancha y bahía de Vizcaya, en el Mediterráneo en 1706, y en agosto de ese año es enviado al Caribe con la escuadra de Jennings.  

Captura. Combate cabo Lizard, 1707

El 20 de octubre de 1707 zarpa de Plymouth un convoy inglés, entre 80 y 130 buques, cargado con suministros para las tropas que combaten en la guerra de Sucesión española, rumbo a la costa portuguesa. Estaba escoltado por una escuadra de cinco navíos, a las órdenes del comodoro Richard Edwards, el Cumberland, de 80 cañones, insignia, Devonshire, de 80, Royal Oak, de 70, Chester, de 50, y Ruby, de 50 cañones. 

Al día siguiente, cerca de cabo Lizard, en la costa de Cornualles, son avistados por dos escuadras francesas. Estaban al mando de René Duguay-Trouin, con los navíos Lys, de 72 cañones, insignia, Achille, de 64, Jason, de 58, Maure, de 50, y las fragatas Amazone, de 42, y Gloire, de 38, y Claude de Forbin, con otros ocho buques, los navíos Dauphine, de 60 cañones, Fidéle, de 58, Mars, de 54, insignia, Blacwall, de 52, Salisbury, de 50, Protée, de 52, y las fragatas Griffon, de 48, y Jersey, de 40. 

La escuadra de Edwars esperó a los buques franceses para defender al convoy. Al darse cuenta de su inferioridad da la orden de huida. En el enfrentamiento posterior, la victoria francesa fue aplastante. 

Claude de Forbin era el oficial más veterano, pero Duguay-Trouin fue el más agresivo y sus barcos encabezaron el ataque, aunque también fueron los que más daños sufrieron. Ordenó al Achille, al Jason y al Amazone que atacaran y abordaran al Royal Oak y al Chester, apoyados el capitán del Gloire. Mientras tanto, el Maure y el Blackwall atacan al Devonshire y al Ruby

Con 200 hombres fuera de combate, cañoneado por el Lys y la Gloire, el navío Cumberland se rinde. El Chester se rinde al Jason y al Amazone, y el Ruby corre la misma suerte ante el Maure y el Mars, que se había unido finalmente al combate. El Devonshire se defendió durante varias horas contra siete barcos franceses hasta que se incendió y voló por los aires. Solo hubo tres supervivientes de los 500 que formaban la tripulación. Únicamente el Royal Oak, junto con unos pocos barcos mercantes, consigue escapar y refugiarse en puerto británico.  

En servicio con los franceses, y con el mismo nombre, se aumenta la tripulación hasta los 550 hombres en 1708, con el consiguiente aumento de peso y el calado del buque. Ante el inminente fin de la Guerra de Sucesión española, los franceses deciden vender el buque en mayo de 1715 a la República de Génova, que someten al buque a un acondicionamiento y dejan el total de cañones en 72, quedando reducido a un navío de dos puentes, disminuyendo su calado. 

Génova vende este navío a mercaderes genoveses, concretamente al asentista genovés Jean Marqueli. Se desconocen las circunstancias por las que el navío se encontraba en puerto francés al ser adquirido por este asentista. 

Proceso de entrega a la Armada española

A finales del año 1713 se encontraban en Lorient varios buques de guerra, la mayoría en muy mal estado. Entre ellos estaba el Aimable, vendido en mayo de 1714 al comisario Mézy, encargado por el rey de España Felipe V para armar tres buques y ponerlos al servicio de la Corona española.

Otros buques en la misma situación eran el Cumberland, Mars, Triton, Apollo, las fragatas Sphère y el Cavalier-de-Flessingue y las corbetas Marie-Françoise y Christine. A ellos se unió el Baron-de-la-Fauche, que al llegar de la Luisiana quedó en situación de desarme.  

En marzo de 1715 el Cumberland es adquirido en Brest por el asentista genovés Giovanni Marchelli (Marquely), comisionado por el rey Felipe V, a través del comisario de Marina francés Mêzy. En aquellas fechas se compra en Lorient, además del navío Aimable, a las fragatas Baron de la Fauche y Sphêre, esta última adquirida por el teniente de navío francés Martinet.  

El navío Aimable, del armamento de Mézy, cayó presa de las llamas en el puerto de Lorient, el 24 de julio de 1715, y para colmo, se reconoció que el Apollo, designado para reemplazar al Aimable, estaba prácticamente inservible. 

El socio de De Mézy, el Sr. Marquely, provocó varios retrasos en el suministro de fondos destinados al armamento de los tres buques. De Mézy se vio obligado a recurrir a los comerciantes de Nantes para poder continuar con este considerable armamento, y con la ayuda de la Marina real francesa, que proporcionó suministros y equipamiento. 

Los dos buques de Mézy, a bordo del Cumberland, al mando del capitán Charles de Ruis-Embito de La Chenardière, y el Baron de la Fauche, al mando de Anne Jousselin de Marigny de Longueil (Longueville), salieron de Brest el 26 de junio y llegaron a Cádiz el 7 de agosto de 1715 (a primeros de septiembre según algunas fuentes).

Mientras Mézy parte hacia Madrid a finales de agosto, los dos buques quedan al mando de Ruis, que se dispuso a recibir la visita de Andrés de Pez. 

Al poco de llegar a Cádiz, los oficiales y tripulaciones francesas comenzaron a negarse a servir bajo pabellón español. A mediados de noviembre se reciben órdenes de Madrid de enviar los dos buques al socorro de Melilla, mientras todavía se está discutiendo sobre la negativa de tres cuartas partes de los franceses de servir bajo bandera española.

Segundo navío llamado Príncipe de Asturias en la Real Armada, navegando en su servicio español. Pintura de Todo a babor.
Segundo navío llamado Príncipe de Asturias en la Real Armada, navegando en su servicio español. Pintura de Todo a babor.

Mientras algunos marineros son encarcelados, se pide que no se les castigue y que se les permita regresar a Francia a quien lo desee. A mediados de noviembre se confirma al capitán Ruis en el mando del Cumberland

En diciembre de 1715 reciben la orden de llevar tropas y pertrechos de socorro a la asediada Melilla, saliendo el día 12 con la mayoría de las tripulaciones francesas. Para finales de diciembre se encontraban en Cartagena, zarpando rumbo a Melilla escoltando a varios transportes con socorros. En varios documentos, los navíos Cumberland y Baron de la Fauche son nombrados como San Juan y San Isidro

De regreso en Cádiz, el problema de las tripulaciones francesas no se soluciona. Marquely, propietario de los buques, no llega a un acuerdo sobre sus pagas. Louis Robin, que hace las funciones de cónsul francés en Cádiz, toma medidas para repatriar a más de 200 marineros.

La mayoría embarcan en la fragata de guerra Mutine, al mando de Charles Potier de Courcy, para llevarlos a Nantes. Por falta de espacio en la fragata, Robin dio pasaportes a numerosos marineros para realizar el viaje por tierra. 

Para finales de mayo de 1716, los últimos franceses, junto a Ruis-Embito y Longueville, embarcar en un buque británico para su repatriación. 

Servicios en la Real Armada

Seguían las disputas entre Marquely y los franceses. Incumpliendo el contrato, según los franceses, Marquely pone al navío Cumberland al servicio de la Real Armada, en esta ocasión con oficiales y tripulaciones españolas e italianas, para una campaña a las órdenes del papa. 

Esta campaña, que era una expedición a Corfú en apoyo a los venecianos, atacados por los turcos, la realizan los buques puestos al mando del jefe de escuadra marqués de Mari. Eran dos navíos de línea y cuatro fragatas, además de cinco galeras a las órdenes del jefe de escuadra Baltasar de Guevara.

Salen de Cádiz el 21 de junio de 1716. El Príncipe de Asturias, ex Cumberland, contaba en esa campaña con un artillado de 72 cañones y una tripulación de 550 hombres.  

Los turcos, con una escuadra de 22 navíos, asedian la plaza estratégica de Corfú. Desembarcan a 30.000 hombres en Corfú y comenzaron el asalto el 18 de agosto, pero reembarcaron con la llegada de las escuadras aliadas. 

Tras reparar los daños sufridos en el golfo de León a causa de los fuertes vientos, la escuadra del marqués de Mari fondea en Génova el 24 de julio, zarpando a primeros del mes de agosto para unirse a la escuadra veneciana, mientras las galeras de Baltasar de Guevara salen de Cartagena y llegan a Mesina, donde esperan órdenes de Su Santidad el papa.

El navío Príncipe de Asturias días antes de la batalla de Cabo Passaro. Pintura de Todo a babor.
El navío Príncipe de Asturias días antes de la batalla de Cabo Passaro. Pintura de Todo a babor.

El 15 de octubre de 1716 llegan las galeras de Guevara a Civitavechia, mientras la escuadra de Mari, cumplida la comisión, zarpa de Mesina rumbo a las costas españolas, regresando a Cádiz a finales de año. 

El 26 de marzo de 1717 zarpa de Cádiz rumbo a Melilla con tropas de infantería y pertrechos, regresando con un batallón de infantería relevado. 

Estuvo en la campaña de Cerdeña en el verano de 1717 con los buques del jefe de escuadra marqués de Mari Centurione, con insignia el el navío Real Felipe (1º) / San Felipe el Real.

Varios autores señalan que esta fue su primera comisión como buque de la Real Armada. Las primeras naves en regresar a Barcelona fueron las galeras de Grimau, mientras el grueso de la escuadra zarpa de Alghero una semana más tarde, el 18 de noviembre, entrando en Barcelona el día 23.  

Finalizada la anterior campaña, el 11 de marzo de 1718 deja en Cádiz a doce guardiamarinas destinados a la Real Compañía, recién creada.  

Al mando del capitán de navío Francisco Javier Cornejo e insignia del jefe de escuadra Fernando Chacón, participa en la campaña de Sicilia en 1718. El 17 de junio de 1718 zarpan de Barcelona los buques al mando del jefe de escuadra Antonio de Gaztañeta, con insignia en el navío San Felipe El Real.

Contaba, según Fernández Duro, con doce navíos de línea, diecisiete fragatas, siete galeras, dos bombardas y dos brulotes, dando escolta a 276 naves de transportes y 123 tartanas. Ocupada Palermo el 4 de julio, sale Chacón el 5 de julio con el navío Príncipe, otros tres buques y 100 mercantes rumbo a Cerdeña y Barcelona a recoger más tropas y pertrechos. Regresa a Palermo a finales de julio.  

Estuvo en el combate de cabo Passaro el 11 de agosto de 1718. El navío Príncipe de Asturias combatió contra tres enemigos a un tiempo.  Herido de un astillazo en la cara el jefe de escuadra Chacón, y con la mitad de la tripulación muerta o herida, se rinde después de varias horas de combate cuando comenzaba a hundirse. Preso de los británicos, es llevado a Menorca.

En la Marina de Austria

En 1720 los británicos venden el navío a Austria, que toma el nombre de San Carlo y pasa a Nápoles, puesto que en esa época el reino de Nápoles estaba asignado a Austria. 

En 1724, la escuadra napolitana estaba compuesta por cuatro galeras, Capitana, Patrona, Santa Elisabetta y San Carlo, y cuatro buques de guerra, Santa Barbara, San Leopoldo, San Carlo, San Michele. La principal preocupación eran los piratas norteafricanos, pero también el interés de España en la península italiana.

El Tratado de Sevilla firmado en 1729 entre Francia, España, Inglaterra y Holanda abrió las puertas de Italia a la llegada de Carlos de Borbón. Los austriacos realizan reparaciones urgentes en las fortalezas de Gaeta y Pescara y se preparan para la inminente guerra, en detrimento de un aumento y reorganización de la escuadra napolitana. 

El general napolitano Giovanni Luca Pallavicini, comandante de las galeras, asume el mando de la escuadra en agosto de 1733. En 1734 el general Pallavicini traslada a Trieste a parte de la flota napolitana, los navíos S. Elisabetta, de 60 cañones, S. Michele, de 40 cañones, y el S. Carlo, de 80 cañones, para defender Trieste y apoyar al ejército imperial, que combatía contra España, Francia y Cerdeña en la guerra de sucesión polaca. Al no disponer de un puerto adecuado para su fondeo, los tres buques permanecieron anclados en las afueras del puerto. 

En los preliminares de paz de 1735 y la paz de Viena de 1738, los Habsburgo perdieron Nápoles a cambio de Milán, Parma y Piacenza. El navío San Carlo había quedado abandonado en el puerto. En octubre de 1737 se decide hundirlo cerca del puerto, pero sus restos dificultaron el acceso de buques a dicho puerto.

Pocos meses después, en abril de 1738 se intentó reflotarlo, pero se fracasó en dicha operación. Se intentó de nuevo en 1740, pero los esfuerzos, en materiales, hombres y dinero, acabaron en otro fracaso. En 1752 se decide desistir de la recuperación y transformarlo en la base de un contramuelle que protegiera el puerto de los vientos del nordeste. 

El muelle construido sobre sus restos se llamaría muelle San Carlo-Audace, dado que en 1918 a los restos del navío de línea se añadió el destructor italiano Audace.  

Dimensiones

En codos y pulgadas de ribera: 82 codos y 4 pulgadas de eslora, 68 codos y 23 pulgadas de quilla, 22 y 7 de manga, 11 y 14 de puntal (en metros: 45,79 x 38,43 x 12,45 x 6,45).  

En pies y pulgadas: 164,4 x 127,11 x 44,7 x 23,2. 

Arqueo: 1.220 toneladas (arqueo) Burthen. 

Artillado

En 1695 disponía de 80 cañones, 26 de a 24 libras en la batería baja, 26 de a 12 en la batería intermedia, y 28 de a 6 libras (22 en la cubierta superior y 6 en el alcázar). 

80 cañones (1707), 26 x 24, 26 x 12 y 28 x 4 libras.  

En 1718 contaba con 72 cañones, con calibre máximo de 18 libras. 

Dotación

500-550 hombres.

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