Por Santiago Gómez Cañas
Autor del libro: «Historiales de los navíos de línea españoles, 1700-1850»
Este especial se compone de los siguientes artículos:
Primeros conflictos | Colonos en Montevideo | Guerra 1735-1737 | Tratado Madrid 1750 | Expedición Cevallos 1762 | Expedición Cevallos 1777
En una carta del rey portugués al gobernador y capitán general de Río de Janeiro del 29 de junio de 1723, se le ordena enviar una expedición a Montevideo para poblar aquellos parajes.
El 21 de noviembre de ese año zarpa de Río de Janeiro una fuerza naval compuesta por la fragata de 44 cañones Nossa Señora da Oliveira, los navíos Chumbado, al mando de Francisco Días, Sacopira y una zumaca, al mando del capitán de navío Manuel Enriquez de Noronha. Llevaban embarcados de 250 a 300 personas, de ellas 150 eran soldados.
La expedición estaba al mando del maestre de campo don Manuel Freitas da Fonseca, siendo apoyados por el gobernador de Colonia de Sacramento, Antonio Pedro de Vasconcellos. Desembarcan y toman posesión de la bahía de Montevideo el 28 de noviembre, iniciando con ello la fortificación del lugar con la instalación de una batería. Como ya había ocurrido en 1680 con la Colonia de Sacramento, pretendían establecerse ilegalmente.
El gobernador de Buenos Aires, D. Bruno Mauricio de Zabala, es informado de la llegada de los portugueses el 1º de diciembre por el práctico del río, el capitán D. Pedro Gronardo (1).
Envió al capitán D. Alonso de la Vega con 150 dragones para hostigar a los portugueses, mientras comenzó a preparar una expedición por tierra y mar. Se encontraban en aquella zona cuatro buques de registro, los cuales, de acuerdo con sus capitanes y oficiales, fueron armados con varios cañones y aumentada su tripulación.
Las tropas españolas hacían incursiones y golpes de mano, que dejaron a los hombres de Fonseca en delicada situación, empeorando con la llegada el 20 de enero de 420 hombres al mando del gobernador Zabala e instándoles a que se retirasen. Fonseca, viendo su situación tan crítica, sin alimentos y sin apoyos, reembarcó sus tropas el 22 de enero de 1724 (2).
Aprovechando las instalaciones que habían dejado los portugueses, Zabala comenzó una nueva fortificación en enero de 1724, siendo así el fundador de la ciudad de Montevideo. Mandó regresar a Buenos Aires a bordo de dos navíos de los navíos a las milicias y algunas tropas regulares, comenzando a instalar una batería de cuatro cañones al este de la ensenada. La mañana del 24 de febrero aparece a la vista de la plaza la fragata portuguesa Santa Catharina, armada con 32 cañones y con 130 soldados destinados a reforzar Montevideo, ya que al zarpar de Río de Janeiro desconocía que los portugueses se habían retirado (3).
A las nueve de la mañana fondeó cerca de la batería española, desde la cual se la hizo señal para que se acercara con un bote. Cuando el comandante de la fragata se percató que Montevideo estaba en manos españolas, largó velas y viró para salir de la ensenada. Zabala envió un bote para dar caza a la lancha enemiga, consiguiendo capturar a cinco de los marineros.
Dos días más tarde, después de liberar a los prisioneros, la fragata zarpó rumbo a Río de Janeiro. Ese mismo día aparecieron tres velas portuguesas que venían de Colonia, retirándose dos días después sin intentar ningún ataque. Marchó Zabala a Buenos Aires el 5 de abril, dejando como comandante encargado de la defensa de la plaza al capitán D. Francisco Antonio de Lemos con una guarnición de 110 soldados (4) y mil indios armados.
El gobernador Zabala dio franquicias y privilegios a todos los que pasasen de Río de la Plata para poblar Montevideo, y así lo hicieron seis familias, mientras que la mayoría llegarían de las islas Canarias con la aprobación de la Corona española.
En ese mismo año de 1724, la Corte de Felipe V, viendo la necesidad de poblar la costa oriental firma un contrato con el comerciante D. Francisco de Alzaybar para enviar 25 familias gallegas y otras tantas canarias. Al año siguiente se encontraban listas veinte familias canarias, pero la salida se aplazó hasta 1726 y las familias gallegas son sustituidas por otras canarias.
El 19 de noviembre de 1726 llegaron a Montevideo dieciséis familias canarias en el navío de registro Nuestra Señora de la Encina, alias La Bretaña, que había zarpado el 21 de agosto (5) al mando del capitán vizcaíno Bernardo Zamorategui. En este primer viaje no se enviaron tropas, siendo llevadas en un segundo viaje preparado por Alzaybar a bordo de otro navío de su propiedad, el San Bruno. Consistían en siete oficiales, 25 dragones del Regimiento “Pavia” y unos 100 infantes con guarnición en Cádiz (6).
Llegaron a Montevideo el 9 de abril de 1729. Poco antes, el 27 de marzo de ese año, llegó a Montevideo el navío de registro San Martín con treinta familias canarias más, habiendo zarpado de Tenerife el 31 de enero.
Notas
- Alejandro Magariños Cervantes, “Estudios históricos, políticos y sociales sobre el río de la plata”, París, 1854, páginas 60 y 61.
- Centenario. Reg. “Dragones Libertadores” C. Mec. Nº 9, página 20.
- Diario de D. Bruno Mauricio de Zabala.
- Luis Enrique Arazola Gil, “Los orígenes de Montevideo 1607-1749”, 1976, página 86.
- Arturo Scarone, “Efemérides uruguayas”, Instituto Histórico y Geográfico de Uruguay, 1956, página 556.
- Centenario, ob.cit., página 21.