Malaspina y Bustamante (pintura)

Por Carlos Parrilla

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Las corbetas de Malaspina y Bustamante.

A finales del S.XVIII el ansia exploratorio de España no había decaído y fue el 30 de julio de 1789 cuando comienza en Cádiz la expedición científica comandada por el brigadier Don Alejandro Malaspina.

Se pusieron a su disposición dos corbetas que se habían construido para tal fin, la “Descubierta”, que comandaría el propio Malaspina, y la “Atrevida” gemela de la anterior, que quedaría bajo el mando de su amigo el capitán de navío Don José de Bustamante y Guerra.

Su destino era recorrer el océano Pacífico pero antes de entrar en él harían un reconocimiento de las islas españolas del Atlántico Sur. Parten con destino a Montevideo haciendo escala en Canarias.

De Montevideo zarpan hacia las Islas Malvinas y Patagonia, doblando el Cabo de Hornos para después visitar la isla de Chiloé, Talcahuano, las Islas Desventuradas, Valparaíso y El Callao, siguiendo después la costa hacia Guayaquil y Panamá, finalizando la primera parte del viaje en Acapulco en abril de 1791.

Allí reciben el encargo de buscar el Paso del Noroeste, zarpando hacia el Norte recorriendo la costa septentrional del Pacífico norteamericano hasta Alaska. A su regreso, sin haber conseguido el objetivo encomendado por el virrey de Nueva España, recalan en la base de San Lorenzo de Nutca, el puesto más septentrional del Imperio Español, situado en la isla de Cuadra y Vancouver, actual Canadá.

Ya en Acapulco los dos barcos se adentraron en el Pacífico para explorar, juntas o por separado, las Islas Marshall, las Marianas, desde Manila recorren las costas filipinas y Macao, después se adentran hacia el Sur hasta las Islas Célebes, las Molucas, isla sur de Nueva Zelanda, Sidney en Australia, islas Tonga y de ahí toman rumbo a El Callao, desde donde iniciaron el viaje de regreso a España doblando el Cabo de Hornos, volviendo a las Malvinas, las Antillas del Sur y Montevideo.

Llegaron a Cádiz el 21 de septiembre de 1794, cinco años y dos meses después de su partida, aportando toda clase de conocimientos e información científica que desgraciadamente fue arrumbada en el olvido, aunque mucho más tarde, ya en 1885, se le diera la importancia que merecía.

En la imagen las dos corbetas navegan siguiendo la costa pacífica de Norteamérica rumbo Norte. En primer término la “Descubierta” de Malaspina, con insignia de brigadier, precede a la “Atrevida” de Bustamante, quien fue ascendido de capitán de navío a brigadier durante el viaje, aunque siguió bajo el mando de Malaspina durante toda la expedición.

Como vemos ambos barcos navegan de popa redonda con las alas del trinquete desplegadas para aprovechar mejor el viento y las magníficas cualidades de las dos corbetas de la clase Romero de Landa.

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