Por Juan García (Todo a Babor)
En 1769 se encontraba el navío de S.M. Triunfante de corso por aguas del Cabo de San Vicente, intentando capturar o destruir cualquier buque argelino, que por entonces eran más molestos que las moscas con sus pequeños y rápidos corsarios.
El 15 de octubre de ese mismo año los del Triunfante se encontraron con que un pequeño paquebote argelino se les acercaba misteriosamente. Por aquel entonces era costumbre que los buques se acercaran a reconocerse, esto es largar cada cual su bandera (o la que creyeran conveniente en aquel momento) y comprobar su nacionalidad.
Un poco más lejos del navío español se encontraban una fragata y otro buque menor también argelinos, y que habían mandado al paquebote a investigar.
El pobre capitán argelino debió tragar saliva cuando el poderoso navío de 70 cañones, que tenía a «tiro de cañón», largó la bandera de guerra española. Mala suerte y un poco despistado el comandante argelino, puesto que no podía huir sin ser hundido al estar tan cerca.
Mientras que la fragata y el otro buque que esperaban más lejos creyeron oportuno salir de la zona cuanto antes. Así que el Triunfante se anotó una fácil captura. El 22 del mismo mes entraba con la presa en Cádiz.
- Fuente: Gaceta de Madrid
- Imagen: Fotografia de parte del pecio del Triunfante. Diario ABC