Segunda batalla de Playa Honda. 15 de abril de 1617

Por Santiago Gómez Cañas
Autor del libro: «Historiales de los navíos de línea españoles, 1700-1850»

Después de la primera derrota holandesa en Playa Honda en 1610, los holandeses y españoles siguen combatiendo por el control del comercio de las especias en las Molucas. En 1617 organizan los holandeses una nueva escuadra para bloquear Manila, que daría lugar a la segunda batalla de Playa Honda que se saldaría con una nueva derrota holandesa

Antecedentes. La ofensiva española

El enérgico gobernador Silva pasó a la ofensiva. Ordenó construir en Manila dos galeras, en Cavite se realizaron dos galeones, llamados Espíritu Santo y San Miguel, y otras seis galeras.

Otros dos galeones se construyeron en Camarines, llamados Nuestra Señora de Guadalupe y Ángel de la Guardia, dos galeones menores en Bagatan y Bicol, el San Felipe y el Santiago, y el Marinduque los galeones San Juan Bautista y San Marcos.

En 1611 envió una expedición contra los holandeses sin demasiado éxito, aunque capturó al enemigo las islas de Gilolo y Sabougo, donde construyeron un fuerte. 

España y las Provincias Unidas seguían en la tregua de la guerra de los ochenta años, por lo que los holandeses recibían refuerzos en el lejano oriente de manera continua, lo que obligó al gobernador Silva a pretender asegurarse el apoyo portugués en la campaña contra los holandeses.

En 1612 envió a Cristóbal de Azcueta, ex gobernador de Ternate, a la India portuguesa para negociar con el virrey una acción combinada. Por desgracia, Azcueta y toda la expedición naufragó entre Manila y Macao.

En 1615 llegaron por el cabo de Buena Esperanza 350 soldados, salidos de Cádiz en seis mercantes. Ese mismo año llegaron dos emisarios jesuitas a Goa, Pedro Gomes y Juan de Ribera, y consiguieron un acuerdo con los portugueses. Debían enviar a Malaca a cuatro grandes galeones.

Galeón español del siglo XVII
Galeón español. Pintado por Andries van Eertvelt cerca de 1628. National Maritime Museum, Greenwich, Londres, Palmer Collection.

Llegadas estas noticias a Manila, para el mes de julio de 1615, se prepara una escuadra, una de las más potentes que se habían visto hasta entonces en las Filipinas para atacar a los holandeses en el archipiélago de las Molucas.

Estaba formada por diez galeones, un patache, cuatro galeras, otros buques menores, 300 cañones y 5.000 hombres (entre ellos 2.000 españoles y una unidad japonesa de 500 hombres).

La escuadra quedó lista para hacerse a la vela en febrero de 1616

El gobernador de Filipinas sale de Manila al frente de la expedición, que contaba de 10 galeones, 4 galeras, un patache y otros buques más pequeños.

Los galeones eran el Salvador, capitana de 2.000 toneladas y 46 cañones, San Marcos, almiranta, de 1.700 toneladas, San Juan Bautista y Espíritu Santo, de 1.300 toneladas cada uno, los galeones menores San Miguel y San Felipe, ambos de 800 toneladas, Nuestra Señora de Guadalupe y Santiago, de 700 toneladas, San Andrés, de 500 toneladas, y San Lorenzo, de 400 toneladas. 

Para obtener este importante número de cañones, se habían debilitado las defensas de las fortalezas de Manila, con grave riesgo ante un posible ataque holandés.

Sin noticias de la escuadra portuguesa, la escuadra española llega a Malaca el 9 de febrero de 1616. Navega en el estrecho de Malaca con la intención de unirse a los portugueses y atacar a los holandeses, primero en Java y después en las Molucas.

No hubo ningún encuentro con la flota portuguesa, que había sido atacada por el holandés Van der Hagen en Malaca, y habían quemado sus galeones para evitar su captura.

La flota española entra en el estrecho de Singapur el 25 de febrero de 1616. Juan de Silva envía parte de la flota, al mando de Juan Gutiérrez Páramo, a reforzar la posesión española de Ternate, en las Molucas.

Silva se encontraba muy enfermo, y falleció en Malaca el 19 de abril de 1616. La campaña es abandonada por orden de su sucesor en el mando Alonso Enríquez, y la escuadra regresa a Manila el 1º de junio de 1616.

Las bajas fueron enormes a causa de las enfermedades. De haberse enfrentado a los holandeses en combate, quizás esas bajas hubieran sido menores.

La escuadra navegó demasiado tiempo en los estrechos de Malaca y Singapur, quizás debía haberse dirigido directamente a desalojar a los holandeses de las Molucas, como mencionan varios historiadores.

La Audiencia de Filipinas sustituyó a Juan de Silva por su tío Jerónimo de Silva, hasta la llegada del nuevo gobernador Alonso Fajardo de Tenza, que tomó posesión del cargo en julio de 1618.

La campaña holandesa

El 8 de agosto de 1614 zarpa del puerto de Texel una escuadra holandesa al mando de Joris van Spilbergen (Spielberg).

Después de tener varios encuentros con los portugueses en la costa de Brasil, llegan al estrecho de Magallanes el 25 de marzo de 1615.

Patrullaron toda la costa americana del Pacífico hasta Acapulco y saquearon varios puertos españoles. Cerca de Lima se enfrentaron en combate a los españoles al mando de Rodrigo de Mendoza, cerca de Cerro Azul, en la playa de Cañete, y los derrotaron a mediados de julio de 1615.

El 18 de noviembre de 1615 Spilbergen pone rumbo hacia el oeste y llega a las islas Marianas el 1º de enero de 1616. Embocaron el estrecho de San Bernardino el 9 de febrero y cruzaron las islas Filipinas con la ayuda de varios pilotos nativos.

Al llegar a la bahía de Manila, obtiene Spilbergen noticias de la expedición de Silva para atacar a los holandeses en las Molucas, poniendo rumbo hacia aquel destino el 10 de marzo. Dos de sus galeones son enviadas a Europa, llegando a puerto holandés el 1º de julio de 1617. 

Enterados los holandeses de la muerte de Juan de Silva, creyeron que era el momento oportuno para bloquear y atacar Manila de nuevo. En esta ocasión no iba a estar defendida por el experimentado militar.

Como había hecho ocho años antes Vittert, atacan al sur de la isla de Panay, en Ilo-ilo, el 28 de septiembre de 1616, donde los españoles contaban con una pequeña guarnición de 60 soldados y 7 cañones, al mando de Diego de Quiñones, gobernador de Visayas.

Después de bombardear las posiciones españolas durante todo un día, desembarcan 500 hombres la noche del día 29 de septiembre. Son rechazados y tienen que reembarcar, dejando 87 muertos y 100 heridos.

Fuerzas en presencia

Escuadra española

Con los restos de la escuadra enviada a las Molucas, los españoles se prepararon para el nuevo combate. A esta escuadra le faltaba casi toda la dotación y no estaba en condiciones de combatir después de la larga navegación anterior. Los buques tuvieron que ser carenados en el astillero y se hicieron nuevas levas.

  • Galeón capitana San Salvador. 1.900 toneladas. 46 cañones. 712 hombres. General, el maestre de campo, Juan Ronquillo del Castillo. 
  • Galeón almiranta San Marcos. 1.100 toneladas. 38-42 cañones. 428 hombres. Almirante, el capitán Juan de la Vega. 
  • Galeón: San Juan Bautista. 1.000 toneladas. 30-32 cañones. 329 hombres. Capitán Pedro de Heredia. 
  • Galeón: Nuestra Señora de Guadalupe. 700 toneladas. 24 cañones. 260 hombres. Capitán Juan Bautista de Molina. 
  • Galeón: San Miguel. 900 toneladas. 31 cañones. 290 hombres. Comandante  el almirante Rodrigo de Guillistegui. 
  • Galeón: San Felipe. 700 toneladas. 27-29 cañones. 306 hombres. Capitán Sebastián de Madrid y Luna. 
  • Galeón: San Lorenzo. 400 toneladas. 22 cañones. 207 hombres. Capitán Juan de Acevedo. 
  • Patache: San Antonio. 100 toneladas. 6 cañones. 74 hombres. Capitán Andrés Coello. 
  • Galera: San Antonio. 7 cañones. 355 hombres. Capitán, el general Alonso Enríquez, comandante a su vez de las tres galeras. 
  • Galera: Caridad. 4 cañones.223 hombres. Sargento mayor Pedro Téllez de Almacán. 
  • Galera: Victoria. 7 cañones. 223 hombres. Sargento mayor Diego de Quiñones. 

Escuadra holandesa

La escuadra holandesa, formada por diez galeones, pone rumbo a Manila, fondeando en la costa de Mariveles, al sur de la península de Bataan, a finales de octubre de 1616.

Allí permanecieron varios meses, controlando los movimientos de los buques que entraban y salían de la bahía de Manila, capturando varias naves.

También atacaron varias posiciones en la costa. Finalmente, tomaron como base el puerto del Fraile o Playa Honda, usando como fondeadero el islote de Capones.

Parece un calco a la estrategia empleada por Vittert en el anterior ataque a Manila.

  • Galeón capitana Sol de Holanda o Gran Sol (Hollandse zon). 700 toneladas. 47 cañones, 18 pedreros. 144 hombres. 
  • Galeón almiranta Luna Nueva o Gran Luna (Groote Maan). 600 toneladas. 32 cañones, 16 pedreros. 
  • Galeón: Sol Viejo (Oude zon). 600 toneladas. 32 cañones, 18 pedreros. 75 hombres. 
  • Galeón: León Rojo (Rode Leeuw). 600 toneladas, 36 cañones, 16 pedreros. 
  • Galeón: Luna Vieja (Oude Maan). 590 toneladas. 35 cañones, 12 pedreros. 90 hombres. 
  • Galeón: Fresne. 500 toneladas. 28 cañones, 10 pedreros. 94 hombres. 
  • Galeón: Angel (Engel). 500 toneladas. 24 cañones, 10 pedreros. 84 hombres. 
  • Galeón: Danolays. 400 toneladas. 32 cañones, 12 pedreros. 90 hombres. 
  • Galeón: Berber. 400 toneladas. 32 cañones, 14 pedreros. 80 hombres. 
  • Galeón: Donart. 700 toneladas. Buque auxiliar, sin artillería. 

Segundo combate de Playa Honda

Jerónimo de Silva, gobernador interino, y Andrés de Alcaraz, encargado de los asuntos militares, ordenan al mariscal de campo Juan Ronquillo del Castillo, general de la escuadra, hacerse a la vela el 7 de abril de 1617.

Era muy inferior en artillería, superando a la holandesa en número de hombres a bordo. La táctica española de la época era desarbolar al enemigo para propiciar el abordaje, de ahí el mayor número de hombres.

Cerca de Playa Honda avistó la escuadra española a la holandesa la mañana del jueves 13 de abril. Todo el día y esa noche siguió la escuadra avanzando hacia el enemigo.

Segunda batalla de Playa Honda, 1617
Combate naval. Pintura de Hendrick Vroom (sobre 1620). Museo Nacional del Prado. En esta pintura observamos a dos galeones neerlandeses combatiendo contra dos galeones españoles. Estos buques serían parecidos a los de la Segunda Batalla de Playa Honda de 1617.

La capitana del general Juan Ronquillo, que iba en cabeza por ser el más velero de los galeones, a pesar de su tamaño, se vio en solitario frente al enemigo la mañana del día 14, que era viernes, recibiendo un daño considerable, pero consiguió dañar los aparejos y velamen de los galeones holandeses, momento en que los galeones San Felipe y Guadalupe para apoyar a su capitana, pero el mayor calibre de los cañones holandeses mantuvo a raya a los españoles, imposibilitados de acercarse al enemigo.

El combate se generalizó al día siguiente, cuando los españoles ganaron el barlovento, y se enzarzaron en una melé con los buques muy cerca unos de otros, que era lo que buscaban los españoles para propiciar el abordaje con la ventaja de su mayor número de hombres.

El primero en abordar un galeón enemigo fueron las tropas del galeón Guadalupe, seguidos por los del San Miguel y San Juan Bautista, que abordó a la almiranta holandesa.

La capitana Salvador se acoderó tan cerca de la capitana enemigo, que sus disparos a flor de agua acabaron por hundirla, con casi toda su dotación, después de cuatro horas de lucha.

Los hombres del San Miguel incendian al galeón abordado y seguidamente a otro que había acudido en su socorro.

Al San Lorenzo se le ordenó no abordar a ningún galeón, pues debía acudir a apoyar a sus compañeros donde fuese más necesario.

El galeón San Felipe abordó al Sol Viejo, donde la lucha era encarnizada, hasta que un balazo de mosquete mató al capitán Sebastián de Madrid, quedando los españoles desanimados y confusos, dando ocasión a que escapase el holandés.

Los hombres del San Juan Bautista, al mando de Heredia, tuvieron mucha resistencia enemiga en la almiranta, que consiguió separarse del galeón español, pero el holandés es de nuevo abordarlo y continuó una lucha durante horas, en la que murió el capitán enemigo, momento que flaquearon las fuerzas, con muchos muertos y heridos a bordo, pero las tropas españolas tuvieron que abandonar el intento al recibir el apoyo de otro galeón holandés

Los combates finalizaron al llegar la noche. Habían hundido tres galeones holandeses y se creía, en ese momento, que la almiranta enemiga se iría al fondo por los graves daños recibidos.

Al amanecer ya no estaba a la vista el resto de la escuadra enemiga, que había puesto rumbo norte. La escuadra española siguió la estela de la enemiga para alcanzarla, pero la capitana hacía mucha agua y todos los buques estaban muy dañados, ordenando Ronquillo regresar a Manila.  

Los españoles tuvieron 87 muertos, entre ellos 37 nativos pampangos y el capitán Madrid, y 148 heridos.

Las bajas holandesas debieron rondar los 400 muertos y un número similar de heridos. Habían perdido tres galeones, otros cuatro consiguen llegar a las Molucas muy dañados y otros dos, el Rode Leeuw y el Fresne, son enviados a Japón.

La escuadra española perdió a la almiranta San Marcos por la cobardía de su comandante Juan de la Vega, que, en vez de presentar combate al enemigo, huyó hacia el norte.

Cerca de Ilocos avistó a dos galeones de la escuadra holandesa, a los que tampoco se enfrentó, prefiriendo varar al galeón en la costa e después incendiarlo. De la Vega acabó en presidio con su cobarde conducta.  

Se cree que solo dos buques de la escuadra holandesa siguieron prestando servicios, el resto estaban demasiado dañados.

Spielbergen, que se había salvado de morir ahogado al ser recogido a bordo de uno de sus galeones, regresa a Java y después a Texel el 1º de julio de 1617, convirtiéndose el otro de los marinos que consigue dar la vuelta al mundo.   

Por el mes de octubre, época de tifones, los galeones españoles pusieron rumbo al astillero de la isla de Marinduque para ser carenados. Una tormenta impidió que llegaran a su destino, perdiéndose los seis galeones en la costa de Mindoro, entre el 13 y el 15 de octubre, además de 400 hombres. 

A pesar de las victorias españolas, los combates y campañas siguieron en Asia por el control del comercio.

Bibliografía

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