Además del conocido HMS Victory, en la localidad inglesa de Portsmouth tienen varios buques más con solera. Uno de ellos es el HMS Warrior. ¿Y qué tiene de especial este buque de guerra? Bueno, fue la respuesta británica al desafío lanzado por Francia con su Gloire, el primer buque blindado que tenía planchas de hierro sobre la madera.
El HMS Warrior fue entregado a la Royal Navy en 1860 y de inmediato dejó anticuados a los demás buques de guerra de por entonces. Con más de nueve mil toneladas, 128 metros de eslora, 17,8 de manga, 40 poderosos cañones y 700 tripulantes, le hacía ser temible. Además, sus placas de hierro, lo hacían acorazado. Con la escalada armamentística subsiguiente el Warrior se quedó atrás bastante pronto.
El buque tuvo entonces diferentes cometidos hasta quedar casi abandonado y en malas condiciones. Sin embargo, la The Maritime Trust, una fundación para la preservación de los buques históricos, se lanzó a salvarlo. Así, tras buscar apoyo financiero para su restauración, logró restaurarlo y en 1985 fue presentado en su nuevo hogar en Portsmouth, donde se puede visitar de arriba a abajo.
No me parece un buque tan bonito como los de línea, pero hay que reconocer que tiene su encanto y que sería una gozada visitarlo en persona. De momento, nos conformaremos con el vídeo que les traigo. Podremos visitar las cubiertas de cañones, la cabina del Pocomandante, la sala de máquinas,…
