Fragata Astrea (2ª) (1756)

Por Santiago Gómez Cañas
Autor del libro: «Historiales de los navíos de línea españoles, 1700-1850»

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Historiales de las fragatas españolas (XVIII-XIX)

Historial de la fragata Astrea, advocación de Santa Catalina Virgen

Una de las fragatas que más tiempo estuvo en servicio en la Real Armada, más de 60 años, navegando en todos los mares y océanos en infinidad de servicios, combatiendo desde piratas en el Mediterráneo, hasta contrabandistas y corsarios en el Pacífico.  

Segunda con este nombre, la primera es construida en la Habana en 1737.

Esta segunda fragata Astrea es construida en el arsenal de Cartagena con el sistema de Jorge Juan, por el constructor Eduardo Bryant. Se coloca su quilla el 21 de noviembre de 1753 y es botada el 29 de marzo de 1756.

Era gemela de las fragatas Palas y Juno. Por Real Orden de 10 de junio de 1754 las tres fragatas reciben sus nombres y advocación, correspondiendo a la Astrea el de «Santa Catalina Virgen».  

Su primer comandante, desde finales de 1756, es el capitán de fragata José Ponce, con el que parte de Cádiz el 12 de marzo de 1757 formando división con el navío América y los jabeques Catalán y Gavilán, llegados de Cartagena, para realizar patrullas de corso.

Su salida es aprovechada para dar escolta hasta cierta altura a un buque de aviso destinado a Buenos Aires con el obispo de Paraguay a bordo, Manuel de la Torre. Cumplida la comisión, regresa la división a Cádiz el 22 de marzo de 1757. 

Los meses siguientes combate a los piratas moros en el Océano y el Mediterráneo. En octubre de 1757 zarpa de Cartagena, al mando del capitán de fragata Antonio Rodríguez Valcárcel, para llevar caudales a Génova en conserva del navío Septentrión. Regresan a Cartagena en marzo de 1758.

Ese mismo mes y año sale de Cartagena, de nuevo con el navío Septentrión, para patrullar en el Mediterráneo. En el año 1758 inaugura uno de los dos diques secos construidos en el arsenal de Cartagena. Hasta diciembre de 1758 realiza varias campañas de corso con el navío América, además de la conducción de tropas entre varios puertos de la Península.

Al mando de Manuel Bustamante, zarpa de Cartagena a finales de agosto de 1759 con el jabeque Cuervo para cruzar sobre las costas de África y bocas del Estrecho. Regresa a Cartagena en noviembre de 1759 con tres jabeques, volviendo a zarpar ese mes con otros cuatro jabeques que estaban en Cartagena.

A mediados de diciembre de 1759 inicia una campaña de corso de cuatro meses por las costas de Cataluña, Valencia e islas Baleares. 

Con los navíos Terrible y Triunfante, mandados por el capitán de navío marqués de Casa Tilly, combate el corso en el Mediterráneo entre los meses mayo y agosto de 1761. La división se hace a la vela el 8 de agosto rumbo a Cádiz.

Al comenzar la guerra con los británicos en enero de 1762 forma parte de los buques del jefe de escuadra Agustín de Idiáquez, eran los navíos Astuto, Terrible y Atlante y fragatas Juno, Perla y Dorada, con los que navega en las costas de Marruecos y Argelia, regresando a Cartagena en junio de 1762.

Fragata Astrea
Fragata Astrea con el velamen desplegado. Museo Naval de Madrid, dibujo de Berenguer. «Fragatas de vela de la Armada española 1600-1850», Enrique García-Torralba Pérez.

Regresa de nuevo a Cartagena en diciembre de 1762 tras una patrulla con la fragata Juno y los navíos Astuto, Glorioso y Atlante. Zarpa de nuevo en febrero de 1763 para realizar nuevas patrullas en la costa argelina con los navíos Terrible y Glorioso.

El 27 de marzo de 1763 entra en Cádiz desde Cartagena y Málaga al mando del capitán de fragata Jerónimo Argomedo, con armas y municiones destinadas a la Habana, mientras que el día anterior, 26 de marzo, había llegado a Cádiz el navío Glorioso

El 8 de febrero de 1764 entra en Cádiz procedente de Cartagena con el navío Terrible. Se inicia su carena en La Carraca, Cádiz, el 22 de marzo de ese año. En abril de 1764 zarpan de Cartagena rumbo a Cádiz los buques al mando del jefe de escuadra Agustín de Idiáquez, los navíos Terrible, Atlante y Astuto y las fragatas Juno, Astrea, al mando del capitán de fragata Argomedo, Perla y Dorada

Realizada su primera travesía del Atlántico, parte de Veracruz el 17 de junio y de la Habana el 9 de julio de 1765 con el navío Aquiles, la fragata correo Príncipe y un navío de registro. Llegan a Cádiz el 2 septiembre, el navío con 1.212.862 pesos de S.M. y 842.974 de particulares, y la fragata con 32.228 pesos de particulares.

El octubre de 1765 estaba en La Carraca para unas reparaciones. Zarpa de Cádiz el 22 de diciembre de 1765 rumbo a la Habana con la fragata Nuestra Señora de la Concepción (a) Punto Fijo, con el nuevo gobernador de Cuba Antonio Bucarelly, una urca holandesa cargada de pólvora, un mercante danés con 250 tropas, además del navío mercante Águila, destinado a Perú, todos al mando del capitán Ignacio de Orbe, comandante de la Astrea.

Zarpa al mismo tiempo la urca San Juan para Puerto Rico, Cartagena de Indias y la Habana con tropas y pertrechos. La fragata parte de la Habana el 14 de julio de 1766 con los navíos San Fernando y Brillante, la fragata Concepción, las urcas San Juan y Resolución y una tartana. Regresan a Cádiz el 24 de septiembre de 1766. 

A finales de octubre de 1766 estaba en Cádiz. Tras haber realizado dos travesías al Caribe tras su última carena, necesita entrar de nuevo en el dique, quedando lista en el mes de diciembre de 1766 para una nueva travesía del Atlántico.

En 1767 llega a Veracruz desde Cádiz con el navío Castilla y la fragata Palas. Llega después a la Habana, donde es carenada en el verano de 1767. De regreso en Cádiz, el 4 de marzo de 1768 zarpa rumbo a Veracruz con seis urcas suecas, cargadas con tropas de los regimientos Saboya, Flandes y Ultonia.

A causa del mal tiempo entran de nuevo en la bahía el 6 de marzo. Al mando del capitán Luis de Lortia, salen de nuevo la tarde del 22 de marzo, y llegan a Veracruz el 17 de junio. Regresa a Cádiz el 14 de marzo de 1769 con la urca sueca Vicent, con tropas del regimiento América, 1.154.912 pesos y otros géneros.  

A partir de 1765 la Corona española, sin cerrar la vía tradicional del Galeón de Manila, decide abrir una ruta directa de comercio desde la Península hasta Filipinas, a través del Cabo de Buena Esperanza, travesía que es iniciada por el navío Buen Consejo. La fragata Astrea realiza varias de estas navegaciones. 

Al mando del capitán de fragata José de Córdova y Ramos, zarpa de Cádiz el 14 de enero de 1770 rumbo a Filipinas. Después de una travesía de más de ocho meses llega a Manila el 9 de agosto de 1770. Lleva a bordo al nuevo gobernador y capitán general de Filipinas Simón de Anda y Salazar.

En enero de 1771 zarpa de Manila y regresa a Cádiz el 1º de agosto. Iban a bordo ocho jesuitas que quedaban en las Filipinas tras la expulsión de la orden. La fragata llega el 2 de agosto al Puerto de Santa María, con solo siete jesuitas, al fallecer el padre Domingo Insausti, siendo recibidos por el gobernador Conde de Trigona y el comisionado marqués de la Cañana, que al día siguiente los visitó y realizó el inventario del equipaje de los jesuitas depositados en un almacén. 

En abril de 1772 zarpa de Cádiz rumbo a Cartagena de Indias al mando del capitán de fragata Manuel Miguel de León. Lleva a bordo al teniente general de la Armada Manuel de Guirior, designado como nuevo virrey de Santa Fe, embarcado junto a su esposa y numerosos sirvientes el 29 de junio. Sale en su conserva el paquebote Marte, cargado con pertrechos.

Llega a Cartagena el 8 de julio de 1772. La fragata queda como guardacostas con base en Cartagena hasta 1773. Zarpa de Cartagena de Indias y fondea en marzo en la Habana. Al mando del capitán de fragata Gaspar Quiroga zarpa de la Habana el 26 de abril con el paquebote San Miguel y el navío de registro Nuestra Señora del Rosario, de la flota de Nueva España procedente de Veracruz. Viaja bordo de la fragata el virrey saliente de Santa Fe Mesía de la Cerda.

Llegan a Cádiz el 17 y 18 de junio de 1773 con 2.093.403 pesos, escoltados desde los cabos por las fragatas Gertrudis y Esmeralda. La fragata trae 2.296 pesos de S.M. y 2.037.992 de particulares, y en el Rosario 53.115 de particulares. Sobre el 23 de septiembre de 1774 regresa a Cádiz con la fragata Gertrudis después de una comisión de patrulla. 

Sobre el 3 o 4 de enero de 1775 zarpa de Cádiz al mando del capitán de fragata Antonio Albornoz para ir de nuevo a Filipinas por el cabo de Buena Esperanza. En esta salida debía dar escolta a los navíos de registro Gallardo, Toscano y Aquiles que van a Lima, Angélica, que va a Cartagena de Indias, la Aurora a Buenos Aires, y cuatro mercantes para la Habana.

Debía haber salido en su conserva la fragata Venus, al mando de Gabriel Guerra, pero se retrasó en su apresto. Tras realizar varios servicios contra los piratas filipinos, sale de Cavite el 5 de enero con la fragata Venus y regresa a Cádiz el 20 de julio de 1776. 

En marzo de 1777 zarpa de Cádiz para realizar una nueva travesía a Filipinas al mando del teniente de navío Antonio Mesía de la Cerda, escoltando hasta las Canarias a un navío destinado a Honduras. El 30 de abril de 1777 deciden regresar a puerto, entrando en Cádiz el 29 de junio o 1º de julio por una epidemia declarada a bordo de fiebres pútridas (malaria).

Zarpa de nuevo el 17 de diciembre y llega a Manila el 26 de julio de 1778. Disponía de una dotación de 226 hombres, más 16 criados, con 14 pasajeros, entre ellos al Capitán General de Filipinas.

Al día siguiente de su llegada a Manila desembarcó el capitán de fragata José Basco, electo gobernador de Manila, presidente de la Audiencia y Capitán General de las Filipinas. Sale de Manila el 13 de enero de 1779 con la urca Santa Inés, y regresa a Cádiz en solitario el 5 de septiembre de 1779. 

Armada como una urca, y al mando del capitán de fragata Mesía, zarpa de Cádiz a finales de octubre de 1779 con la fragata Winchcomb, las urcas Santa Polonia, Santa Florentina y Anónima y los mercantes ragusinos Nuestra Señora de Loreto y Concepción, cargados con suministro de raciones y municiones para la escuadra del teniente general Luis de Córdova que se encontraba en Brest. De regreso en Ferrol entra en el arsenal para su reparación.  

Procedente de Ferrol, llega a Cádiz el 11 de abril de 1784 con la fragata Nuestra Señora del Pilar, ambas forradas de cobre. Las dos fragatas, la Pilar al mando de Carriazo, y la Astrea al mando de Alejandro Meca, con los navíos San Sebastián y San Fermín y el bergantín Atocha salen de Cádiz el 3 de mayo rumbo a Cartagena, donde debían unirse a otros buques para realizar una campaña contra Argel. 

En el verano de 1784, al mando del capitán de fragata Meca, se une a la escuadra del teniente general Antonio Barceló en el bombardeo de la plaza de Argel. A finales de agosto forma parte de la 5ª división que patrulló en las costas de Mallorca con las fragatas Santa Clara, Nuestra Señora del Carmen y Santa Rosa.  

El 14 de enero de 1785 llega a Cádiz desde Cartagena al mando del capitán Meca. Llegó después del mediodía, con la fragata Santa Clara de Europa y la urca Santa Librada, los tres buques escoltados por las fragatas Pilar y Loreto.  

El 31 de enero sale un convoy de Cádiz rumbo a Menorca cargado con municiones, pertrechos y tropas del regimiento de infantería Guadalajara. Estaba compuesto por el navío Rayo, al mando del capitán de navío Baltasar de Sesma, las fragatas Santa Tecla, Pilar, Loreto y Astrea y las urcas Santa Polonia y Aduana.

Los vientos contrarios impiden el avance hacia el este del convoy y los buques regresan a la bahía de Cádiz. Los mismos buques zarpan de nuevo el 2 de febrero de 1785. La fragata Astrea regresa a Cádiz con varios buques del convoy por el mal tiempo, de hecho, solo el navío Rayo y la fragata Pilar consiguen cruzar el estrecho.  

Pocos días después se hace a la vela de Cádiz dando escolta a un convoy de ocho buques mercantes destinados, uno a Canarias y el resto a varios puertos de América. Procedente de las islas Canarias regresa a Cádiz, al mando del capitán de fragata Meca, el 26 de febrero. Zarpa de nuevo el 2 de marzo para realizar un crucero de patrulla en aguas cercanas a Cádiz. 

En 1786 estaba desarmada en Cádiz, a cargo del brigadier Domingo Perler. La fragata es fletada en 1786 por la Real Compañía de Filipinas para realizar un viaje a Manila con mercancías, siendo habilitada para este servicio por real Orden de 6 de junio. Para mandarla se designa al capitán de fragata Alejandro Malaspina.

Los apoderados de la Compañía habían pedido para mandar la fragata al primer piloto José Henríquez. Como 2º oficial es designado el teniente de navío Luis de la Conga y como 3º al alférez de fragata Francisco Javier de Viana. La Astrea entra en el arsenal de La Carraca para realizar varias reformas, como modificar el interior para dejar espacio a las mercancías. Arbolada de sus cuatro palos el 17 de junio, es forrada en cobre.

La artillería se reduce a 22 cañones, 20 x 8 libras y 2 x 6, y las municiones correspondientes, 9 proyectiles para cada pieza de a 8 y 24 para la de 6, en vez de las 40 balas por cada cañón.

Según las ordenanzas de 1785 debían contar con 283 hombres, 15 oficiales mayores, un guardiamarina, 14 oficiales de mar, 46 marineros, 66 grumetes, 7 pajes, 72 suboficiales y soldados, 14 suboficiales artilleros, 34 artilleros y 14 servidores, pero en este servicio solo contará con 115 plazas.

Además de la tripulación, debía llevar 14 reclutas a Manila, y a Lima a dos misioneros y a un comandante de ingenieros con dos criados. 

La fragata queda lista para hacerse a la vela en julio de 1786. Malaspina ordena zarpar el 5 de septiembre de 1786. Una semana después estaba a la altura de las islas Canarias. El 11 de enero de 1787 avista Concepción de Chile y fondea a dos leguas y media de Callao el 1º de febrero al no poder entrar en puerto por las calmas y corrientes contrarias.

La navegación fue tranquila y no se perdió a ningún miembro de la tripulación. Tras la descarga de las mercancías, se embarcan otros diez pasajeros y queda lista para hacerse a la vela el 26 de febrero, zarpando a finales de ese mes o primeros de marzo.

El 26 de abril llega a Guam y ancla en la bahía de Humatac para dar descanso a la tripulación y embarcar un práctico que guíe a Malaspina por el estrecho de San Bernardino. Zarpa el 30 de abril y avista el cabo Espíritu Santo el 6 de mayo. Llega finalmente a Manila la mañana del 14 de mayo.

Después de más de seis meses de estancia en las Filipinas, el día 29 de noviembre de 1787 zarpa de Manila, llegando a Batavia la tarde del 24 de diciembre. El 26 de diciembre empiezan a cargar las pipas de agua. Cuando habían cargado 22 pipas, se presenta el práctico de la Compañía de Filipinas.

Estado individual del apresto y armamento de la fragata Astrea que por la Real Compañía de Filipinas debe navegar a los Puertos de Lima y Manila.
Estado individual del apresto y armamento de la fragata Astrea que por la Real Compañía de Filipinas debe navegar a los Puertos de Lima y Manila. Museo Naval de Madrid, dibujo de Berenguer. «Fragatas de vela de la Armada española 1600-1850», Enrique García-Torralba Pérez.

Malaspina decide zarpar sin cargar las últimas 14 pipas, sin duda el único error que comete Malaspina. Pasado el ecuador, y en ruta a las islas Azores, mueren 16 hombres y enferman otros muchos de escorbuto. Regresa a Cádiz el 17 de mayo de 1788. 

A finales de junio de 1790 se estaba armando en Cádiz. Había sido destinada al Caribe junto a la fragata o urca Santa Bibiana. Las dos fragatas fondean en la Habana el 18 de agosto de 1790.

La mañana del 11 de abril de 1791 zarpa de la Habana rumbo a Veracruz al mando del capitán de fragata Manuel Mª de Atienza para recoger caudales y algunas piezas pequeñas de maderas de construcción. El 17 de mayo de 1791 zarpa de Veracruz. Llega a la Habana el 4 de junio con los caudales del situado, 618.020 pesos, 30.000 pesos de la renta de correos y harina.

Con destino a la Península llevaba 4.280 planchas de cobre, 93 zurrones de cacao y piezas de madera para montajes de artillería.  

El 14 de diciembre de 1791 regresa a la Habana con caudales desde Veracruz el navío San Isidro. Juan de Araoz, comandante de Marina de la Habana, decide que el navío se quede de dotación en la Habana y regrese a Cádiz la fragata Astrea con los caudales, al tener necesidad de entrar en dique para renovar su forro de cobre.

El 31 de diciembre de 1791 zarpa de la Habana rumbo a Cádiz al mando de Atienza y en conserva de la fragata Santa Bibiana, con caudales y maderas de construcción. Hasta el Canal de Bahama debían navegar juntas, y después cada una con su respectivo andar.

La noche del 10 de febrero se separan y la Astrea llega a Cádiz el 17 de febrero de 1792, con 1.192.904 pesos de S.M. y 128.354 pesos, 3.080 planchas y cobre y 14 zurrones de grana de particulares.  

De nuevo en el Caribe, zarpa de Cartagena de Indias y el 1º de junio de 1792 llega a la Habana al mando del capitán de navío Juan Gastelu para abastecerse de víveres y agua y seguir su travesía a Cádiz.  

En 1793 estaba en Cádiz, desarmada y al mando del capitán de navío Francisco de Montes. En agosto de 1793 se ordena armar en Cádiz al navío Miño, capitán de navío José Mendoza, la fragata Astrea, capitán de fragata José de Vargas Machuca, y la urca Santa Bibiana para llevar 10.000 quintales de azogue a Veracruz.

Según un informe, dado por el ingeniero comandante Miguel de la Puente el 26 de agosto, la fragata Venus era más adecuada para realizar el viaje, por lo que la Astrea es sacada del dique y su lugar ocupado por buques que necesitan obras de más corta duración.

Para primeros de febrero de 1794 se destinan a las fragatas Sant Rosalía y Astrea a realizar una travesía hasta Callao. El capitán de fragata Pedro Alcántara de Cabrera queda al mando de la Astrea. La Rosalía sale de Cádiz la mañana del 15 de marzo y la Astrea al mediodía.

No vuelven a reunirse. La fragata Astrea llega de arribada a Montevideo el 3 de julio de 1794 por los quebrantos que padece en los temporales, haber consumido las dietas y tener a bordo 54 enfermos. A los pocos días, la mayor parte de la dotación estaba enferma.

A finales de octubre de 1794 se encontraba lista para hacerse a la vela rumbo a Callao, quedando a la espera del correo de Buenos Aires con los pliegos del virrey. Aprovechando la arribada de la fragata, se embarcan en ella 2.500 quintales de azogue, en 1.666 cajones, destinados a Lima.

Sale de Montevideo a las 9 de la mañana del 22 de noviembre de 1794 y llega a Callao sin novedad el 21 de enero de 1795, a los sesenta y un días de travesía.

El 4 de octubre de 1795 sale de Callao al mando de Cabrera. Llega a Valparaíso, el 8 de noviembre, de donde sale el 10 de noviembre rumbo a Valdivia con 34 pasajeros, entre ellas el presidente de Chile, Ambrosio O’Higgins, el obispo de Concepción, ayudantes, secretarios y religiosos, además de 200 familias para poblar la ciudad de Osorno.

La acompaña el bergantín Limeño, llegado de Juan Fernández con colonos enfermos. Llegan ambos buques a Valdivia el 1º de diciembre y la fragata se hace a la vela el 19 de enero de 1796, mientras el bergantín parte rumbo a Chiloé con el obispo a bordo.

Regresa la fragata a Valparaíso el 22 de enero y sale el 18 de febrero, y después permanece en Valdivia entre el 1º y el 14 de marzo, para regresar el día 19 de marzo a Valparaíso. Zarpa el 31 de marzo y regresa a Callao el 13 de abril de 1796. 

Sale de Callao rumbo a Cádiz el 23 de diciembre de 1796 con la fragata mercante San Pedro (a) La Reina, del comercio de Cádiz. Embarca el anterior virrey del Perú Francisco Gil de Taboada Lemos y Villamarín, sustituido por Ambrosio O’Higgins. Entran en Montevideo la tarde del 19 de febrero de 1797.

La fragata lleva a bordo 3.441.193 pesos (de los que 379.857 son de S.M.), 1.619 barras de cobre (3.139 quintales), cacao, cascarilla, algodón, lana de vicuña, chocolate, azúcar, y el mercante lleva 1.815.000 pesos en oro y plata de particulares.

Al llegar a Montevideo, el 19 de febrero de 1797, los dos buques permanecen en puerto al haberse declarado la guerra a Gran Bretaña, quedando la fragata y los caudales retenidos hasta no saber la actitud de los portugueses ante esta nueva guerra con los británicos.  

A finales de 1798, ante la falta de caudales y pertrechos navales del apostadero de Montevideo, el comandante de Marina, José de Bustamante y Guerra, ordena desaparejar las fragatas Astrea y Escolástica para la conservación de sus jarcias, quedando en servicio las fragatas Leocadia y Magdalena.

El teniente de navío José del Llano y Garay, comandante de la Astrea, solicita en 1799 ser relevado del mando de la fragata y pasar a Lima a mandar uno de los bergantines Peruano y Limeño. Al mando del capitán de fragata Pedro Cordero, sale de Montevideo en julio y regresa a Cádiz el 17 de octubre de 1802. 

Con el comienzo del nuevo siglo es destinada de nuevo a América, y permanecerá en aguas del océano Pacífico unos seis años, en los que la fragata será protagonista de varios combates con los británicos. Zarpa de Cádiz el 25 de septiembre de 1803 al mando del capitán de navío Pedro Bernardo Esquivel, cargada con 1.500 quintales de azogue y otros productos.

Llega a Montevideo el 15 de diciembre de 1803, y a bordo el brigadier de la Armada Pascual Ruiz Huidobro, sucesor de José de Bustamante y Guerra en el mando de la plaza y apostadero de Montevideo. El virrey del Perú, marqués de Avilés, pide a su homólogo de Buenos Aires que la fragata fuese a Callao con azogues.

Sale de Montevideo el 13 de noviembre de 1804 con 2.051 quintales de azogue y carga de particulares, acompañada por los bergantines Peruano y Castor y la goleta Alavesa. La falta de agua obliga a Esquivel a recalar en Valparaíso el 30 de enero de 1805.  

Una nueva guerra con Gran Bretaña había comenzado en diciembre de 1804, tras la captura de las cuatro fragatas el mes anterior. Las fuerzas navales del apostadero de Callao estaban al mínimo, y las costas chilenas defendidas desde 1797 por la corbeta Júpiter, pero estaba en tan mal estado que Ugarte, comandante de Marina, había propuesto su venta en 1804.

La llegada de la fragata Astrea y el resto de buques no supuso demasiado alivio, pues la costa a patrullar era inmensa y no se esperaba a corto plazo la llegada de más buques de guerra. 

El Capitán General de Chile ordena a Esquivel dar caza a varios buques británicos contrabandistas. El 6 de febrero de 1805 sale con el bergantín Peruano rumbo a Coquimbo escoltando a las fragatas mercantes Piedad y Nueva Limeña.

Unas horas antes que la fragata Astrea, el Peruano llega a Coquimbo sobre las 8 de la noche del 10 de febrero, encontrando en puerto al bergantín británico Dart. El teniente de navío Colmenares, comandante del bergantín, hace subir a bordo al capitán británico, retiene sus papeles y le dice que al amanecer reconocerá su carga, dando así tiempo a que llegue la fragata, que aparece en el puerto a la una de la mañana del 11 de febrero.

Poco después, con la ayuda de sus botes y al amparo de la oscuridad, el bergantín Dart trata de salir de puerto. A pesar de los disparos de los buques españoles, el bergantín británico consigue llegar a la boca del puerto. Al amanecer se inicia la caza.

La fragata, más lenta, pierde de vista a los bergantines la noche del 11 al 12 de febrero, regresando a puerto para proteger al mercante Piedad. El bergantín Peruano mantiene la caza por dos días, regresando a Coquinbo el 14 de febrero. La fuga del bergantín generó el enfado y las protestas del virrey al Secretario de Marina.

El bergantín británico sería capturado poco después en el puerto de Guayaquil. Esquivel entrega al gobernador 500 quintales de azogue según le ordena el Capitán General de Chile.

El 17 de febrero zarpa con la fragata Piedad y llega a Callao el 4 de marzo. La fragata tiene que ser sometida a varias reparaciones entre marzo y mayo antes de volver a hacerse a la vela. 

El 4 de junio de 1805 zarpa de Callao al mando de Pedro Esquivel y llega a Panamá el día 22 con el situado, con órdenes de regresar con tabaco y reconociendo la costa en busca de naves enemigas. Patrulla la costa entre el 4 y el 16 de julio, zarpa de nuevo el 1º de agosto y entra en el puerto de Manta el 16 de septiembre.

Llega a Paita el 1º de octubre para abastecerse de víveres. Dos días después, el 3 de octubre, avistan los vigías de la fragata a dos naves. A media mañana del día siguiente se presentan ante Paita las fragatas británicas Port-au-Prince y Lucy, a las que se enfrentará la fragata española en varios combates entre el 4 y el 7 de octubre.

Al tener noticias de estos combates, el virrey marqués de Avilés ordena alistar varios buques, el bergantín Peruano, la corbeta Castor y la fragata mercante Nuestra Señora de la Paz, armada en corso por el Consulado de Comercio. La tarde del 24 de diciembre zarpan de Callao la corbeta Castor y la fragata Paz, escoltando al mercante Dichosa y al bergantín Diligente.

Llegan a Paita el 1º de enero de 1806 con pertrechos, municiones y víveres para la fragata, que se hace a la vela con la corbeta y los dos mercantes rumbo a Guayaquil, donde la fragata debía reparar su arboladura, mientras la corsaria Paz patrulla la costa. 

El retraso del envío de los socorros para la fragata provocó varios incidentes entre el virrey y los oficiales de Marina, que habían propuesto, además de armar en guerra la fragata Paz, armar para esta campaña a las fragatas mercantes Joaquina, Nuestra Señora de la Piedad y Nuestra Señora de las Mercedes, y servir sin sueldos ni gratificaciones.

Al haber hecho públicas estas peticiones, el virrey se lo tomó como una afrenta e incluso insubordinación, pidiendo en carta al ministro de Marina que fueran sancionados, pero la respuesta del Secretario de Marina fue la de elogiar la actitud de los oficiales. 

Los dos buques de guerra, la Astrea y Castor, permanecen en Guayaquil entre el 15 de enero y el 7 de abril de 1806. En ese tiempo de espera se armó el bergantín británico apresado Dart, nombrado Nuestra Señora del Rosario, alias Flecha, que se puso al mando del teniente de navío Ángel Texeyro, de la dotación de la Astrea.

Ese día, 7 de abril, zarpan la Astrea, la corbeta Castor, la goleta Alavesa, al mando del alférez de navío Antonio Guartará, el corsario Flecha y siete mercantes, recalando en Paita el 19 de abril. Vuelven a hacerse a la vela el 6 de junio y regresan a Callao el 3 de julio de 1806. 

El 26 de agosto parte rumbo a Valparaíso escoltando a la fragata Piedad, que lleva 400 quintales de pólvora para ser enviados a Buenos Aires. Se hace a la vela rumbo a Callao el 12 de enero de 1807.

Recala en Iquique y Arica para dejar pertrechos, embarcando azufre y algunas piezas recuperadas de los naufragios de las fragatas Minerva y Lucy. Regresa a Callao el 3 de marzo de 1807. El 27 de abril de 1807 zarpa de Callao y llega a Panamá el 10 de mayo con el situado. Se hace de nuevo a la vela el 4 de junio y fondea en Paita el 16 de julio.  

A partir de junio de 1807 irrumpe en las costas del Pacífico la fragata corsaria británica Cornwallis haciendo gran número de presas. La fragata Astrea zarpa de Paita el 27 de julio en busca del corsario en la costa al norte de Callao, empleando todo el mes de agosto en buscarlo sin resultado.

Pocos días después de la partida de la fragata, el 2 de agosto, la fragata Cornwallis y su flotilla detienen al bergantín Moquinguo y, en la noche siguiente, después de reconocer la isla Lobos de Afuera, el San Gabriel. Los botes de la fragata enemiga entran en Paita y queman una corbeta y cuatro botes.

La fragata Astrea regresa a Callao el 6 de septiembre. El capitán de navío José Pascual de Vivero, comandante de Marina de Callao, cuenta también con las corbetas Castor y Peruano, que buscan a la fragata británica durante septiembre y octubre, mientras la goleta Alavesa estaba destacada en Panamá durante ese año.

Para el mes de enero de 1808 habían finalizado las obras de reparación de la fragata, solo quedaba pintarla, quedando en puerto sin destino y a media tripulación. 

Zarpa de Callao a finales de 1808 y regresa a puerto desde Montevideo en marzo de 1809. La fragata es sometida a extensas reparaciones antes de volver a quedar operativa en abril de 1809. Zarpa de Callao rumbo a Cádiz con el navío San Fulgencio el 27 de abril de 1809, separándose el mismo día de la salida.

La fragata sigue al mando del capitán de navío Pedro Bernardo Esquivel, y lleva a bordo cerca de seis millones de pesos. Regresa a Callao el 6 de junio desde los 35º Sur por hacer mucha agua y con 35 enfermos a bordo, quedando desarmada.

La Junta de Marina, presidida por el brigadier Joaquín de Molina, llegado a Callao en agosto, determina que se desarme y habilite como urca y que sus oficiales pasen a la Península en buques mercantes. 

Al mando del teniente de navío Joaquín Toledo y Parra, y armada con solo 8 cañones de a 12 y 2 de a 6 libras, zarpa de Callao en enero de 1810 para llevar el situado a Valparaíso, Valdivia, islas Juan Fernández y Chiloé, regresando a Callao el 18 de julio de ese año.

El 29 de mayo de 1810 estaba en Valparaíso con órdenes de Carrasco, presidente de Chile, de partir rumbo a Callao para entregar a tres presos a disposición del virrey. En junio parte de Callao para llevar el situado a la isla Juan Fernández y a Valdivia, regresando a Callao el día 18 de julio de 1810. Poco después, el teniente Toledo y Parra pasa a mandar el bergantín Castor.  

El 14 de octubre de 1810, armada como urca, zarpa de Callao rumbo a Cádiz al mando del alférez de navío Antonio de Arbizú. Lleva a bordo caudales, 3.000 quintales de pólvora, carga de S.M. y particulares. Llega a Cádiz el 22 de febrero de 1811.  

El 11 de junio de 1811 zarpa de Cádiz rumbo al Mediterráneo, regresando a puerto el 14 de agosto. Zarpa de nuevo el 24 de agosto, recala en Alicante, Tarragona y Mallorca y regresa a Cádiz el 9 de septiembre de 1811. El 8 de julio de 1812 estaba en Algeciras junto a otros buques menores.

Es desguazada en 1817 según Agustín Rodríguez, dada de baja y desguazada en la Carraca al año siguiente, según Bordejé y Morencos. Fue reparada en Cádiz y destinada al Caribe en 1820 a las órdenes de Ángel Laborde, que la envió de regreso a Cádiz en 1822. Excluida en Cádiz en 1823.

Dimensiones

Las dimensiones, en pies y pulgadas de Burgos, eran las mismas en las tres fragatas gemelas. Como es habitual, existen varios documentos en los que varían las dimensiones.  

Según Agustín Rodríguez: Eslora 146-7, Quilla 136-2, Manga 37-3, Puntal 14-9, Plan 18-4. Arqueo: 600 t. 

Según Enrique García-Torralba Pérez: Eslora 143-6 (39,979 metros), Quilla 124-4 (34,639 m), Manga 34-11 (9,727 m), Puntal 13-11 (3,876 m), Plan 22-10 (6,361 m), cala popa 14-4, cala proa 10-3, Batería en medio 7. Arqueo: 624 t. 

Según AMNM. Ms 0526, fol. 5r. Cádiz, 17/12/1777: Eslora 136, Quilla limpia 130, Manga 34, Puntal 14, Plan 17, calado a popa 22, calado a proa 20, Batería en medio 6-1/3. Lastre: 500 quintales (de piedras). Arqueo: 543 y ½ t. 

Artillado

Diciembre de 1777: 28 cañones, 26 x 12 libras y 2 x 4, 2 pedreros x 2 y 10 esmeriles, 1.040 balas de a 12, 80 de a 4, 50 de a 2, 130 palanquetas de a 12 y 10 de a 4, 312 saquillos de metralla de a 12, 24 de a 4 y 10 de a 2 libras, 160 granadas de mano, 60 frascos de fuego, 2 camisas de fuego, 71 quintales de pólvora, 100 espadas, 57 chuzos, 52 achuelas de abordar, 52 fusiles y 100 pistolas.  

A comienzos de 1784: 32 cañones, 24 x 8 y 8 x 6 libras.  

Desde 1810, sirviendo como urca, montaba solo 8 cañones x 12 libras, 2 x 6 y 2 obuses x 3 libras.

Dotación

1772: 270 plazas (6 oficiales de guerra, 8 oficiales mayores, 20 oficiales de mar, 43 artilleros, 50 tropas, 66 marineros, 65 grumetes y 12 pajes), más 14 criados. 

1778: 226 hombres (teniente de navío Mesía de la Cerda, 2º el teniente de navío Juan Galarza, tenientes de fragata José Barrientos y Rato y José Vasgas y Bazán, alférez de navío Vicente Perea Bustillo y Alejandro Malaspina, alférez de fragata Antonio Izquierdo, contador Jorge Monson, capellanes Juan Vely y Miguel Baldobí, cirujano Juan Reyes, cirujano 2º José Portillo, guardiamarinas Pedro Bertendona y Antonio Wanhalen, 45 tropas de infantería, 10 tropas de artillería, 26 oficiales de mar, 45 artilleros, 45 marineros, 33 grumetes y 8 pajes) más 16 criados, con 14 pasajeros, entre ellos al CG de Filipinas. 

1786: 115 plazas (Real Compañía de Filipinas): 9 oficiales mayores (capitán, segundo y tercer oficial, primero y segundo piloto, 2 pilotines, un capellán y un cirujano), 2 guardiamarinas, 10 oficiales de mar (primer, segundo y tercer contramaestre, calafate, carpintero, sangrador, velero, despensero, herrero y despensero), 8 marineros especializados (segundo calafate, segundo carpintero, cocinero, patrón de lancha, patrón de bote, dos gavieros y un pañolero), 34 marineros, 30 grumetes, 7 pajes, un suboficial y 5 soldados, un suboficial de artillería, un artillero y 7 servidores. Además de la tripulación llevaba 14 reclutas destinados a Manila, un comandante de ingenieros con dos criados destinado a Lima y dos misioneros que iban también a Lima. 

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  • AGMAB. EI, leg. 37, doc. 52. Colmenares a Esquivel. Coquimbo, 14/02/1805. 
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  • AGMAB. EI, leg. 41, doc. 056. Vivero al Príncipe de la Paz. Callao, 27/04/1807. 
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  • AGMAB. EI, leg. 45, doc. 034. Vivero a Escaño. Callao, 07/06/1809.  
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  • AGMAB. EI, leg. 47, doc. 080. Félix de Tejada a José Vázquez Figueroa. Cádiz, 27/02/1811. 

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