Goliat contra David: Un navío apresando a un corsario

Por Juan García (Todo a Babor)

El 15 de agosto de 1784 el navío de línea de 112 cañones Purísima Concepción entró en Cádiz, junto con la fragata Santa Gertrudis al mando del capitán de navío don Juan Landecho, procedentes de Cartagena; en cuya navegación pasando el día 8 de agosto a 4 leguas del Cabo Sacratif, avistó el Comandante del navío una embarcación por la parte de tierra que por sus maniobras consideró sospechosa, confirmándoselo el comandante de la fragata don José Justo Salcedo con la señal de ser argelina, y la oportuna maniobra de virar de bordo con fuerza de vela para quedar a su sotavento.

El Concepción siguió a barlovento virando cuando tuvo al enemigo por su popa, con cuyas maniobras lo estrecharon de tal modo que no sirviéndolo su ventaja en el andar, aunque procuró la fuga intentando cortar la proa a la fragata, se manejó esta de tal suerte que a las 10 de la mañana empezó a hacerle fuego, que fue correspondido por el argelino abordándolo a la media hora, y echándole abajo la entena del trinquete.

Navío de línea Purísima Concepción de 112 cañones

Era este corsario un «canario» con 4 cañones, 2 pedreros, 8 esmeriles, 10 turcos y 41 moros de los que 7 murieron y 8 quedaron heridos; salió de Argel el 30 de julio con dos galeotas, que se le separaron, quedando en el puerto los demás corsarios. En la fragata hubo solamente un soldado levemente herido de bala de fusil.

Como vemos, incluso los más enormes navíos de línea, si estaban en el sitio indicado, podían ayudar a capturar presas mucho más rápidas y maniobrables.

  • Fuente: Gaceta de Madrid.
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