Lo que pasó antes de la Batalla de Trafalgar

Por Juan García (Todo a Babor)

Este especial se compone de los siguientes artículos:
¿Cómo se llegó? | Antecedentes | Antes de la batalla | Escuadra británica | Escuadra combinada | Columna de Nelson | Columna de Collingwood | Tras la batalla | Epílogo | ¿Por qué se perdió la batalla?

Los británicos se concentran

Entre junio y octubre de 1805 se fueron reuniendo en la zona numerosos efectivos navales británicos.

El vicealmirante Collingwood fue el primero en llegar a las cercanías de Cádiz con su escuadrón el 8 de junio. Desde esa fecha hasta el 22 de agosto se le unieron algunos buques más, quedando su división como sigue: Dreadnought (98), Tonnant (80), Achille (74), Bellerophon (74), Colossus (74), Mars (74), Minotaur (74) y Queen (98).

El escuadrón del vicealmirante Calder llegó el 30 de agosto al punto de encuentro. Estos navíos habían combatido previamente en Finisterre y se unieron a otros. Estos buques eran: Britannia (100), Neptune (98), Prince (98), Temeraire (98), Conqueror (74), Defence (74), Orion (74), Revenge (74), Spartiate (74), Swiftsure (74), Polyphemus (74).

También formaba parte el propio insignia de Calder, el Prince of Wales (98) que tuvo que regresar a Inglaterra para que el almirante británico hiciera frente a un Consejo de guerra el 14 de octubre, al igual que varios comandantes de navío que fueron en calidad de testigos.

De este escuadrón formaba parte también el Canopus (74), Donegal (74), Spencer (74), Tigre (74) y Zealous (74), que tuvieron que ir a Gibraltar, bajo el mando del contralmirante Louis para reaprovisionarse (entre el 2 y el 17 de octubre) y posteriormente escoltaron un convoy a Malta, por lo que no pudieron asistir al combate del 21 de octubre.

El 29 de septiembre llegó Nelson, con su insignia Victory (100), para hacerse cargo de la escuadra. Le acompañaban desde Inglaterra el Ajax (74) y el Thunderer (74).

Entre el 3 y el 10 de octubre llegaban también desde Inglaterra el Belleisle (74) y el Defiance (74). El Leviathan (74) se unió desde Gibraltar el día 8 de octubre.

Otro potente buque llegaba en solitario desde las islas británicas, el Royal Sovereign (100). Collingwood, como segundo comandante en jefe de la flota izó su insignia en este buque desde el Dreadnought. Por último y también desde Inglaterra, el 13/14 de octubre llegaron los 64 cañones Africa y Agamemnon.

La mayoría de estos navíos eran provenientes de la flota del Canal. Marinados y mandados por hombres acostumbrados a la mar, aunque no al combate, puesto que sus misiones eran casi siempre de bloqueo. No obstante, eran una fuerza a tener en cuenta dado el alto grado de pericia y disciplina que había a bordo.

De la escuadra del Mediterráneo, que había mandado con éxito Nelson y junto a los llamados hermanos de sangre, los comandantes de los navíos, poco quedaba en esta nueva y poderosa agrupación. Pero la fama de Nelson en la Royal Navy, al menos entre la marinería y buena parte de la oficialidad de los buques, les hizo tener esperanza en algo grande.

Se decide quedarse en Cádiz

Villeneuve sabía las escasas posibilidades de sacar algo de provecho en un enfrentamiento en el mar con Nelson, pero el miedo a su Emperador le obligaba a buscar una excusa para no enfrentarse a él.

Napoleón había ordenado que Villeneuve se dirigiera al Mediterráneo sin excusas de ningún tipo y que si se tenía que enfrentar a los británicos lo hiciera. El almirante francés sabía perfectamente la opinión contraria de Gravina a la salida de la combinada, así que el 8 de octubre le comunica al General español su intención de salir a combatir, esperando que Gravina le convenciese para no hacerlo y así poder justificarse ante Napoleón por la no partida de la escuadra.

Quería utilizar a los españoles como pretexto para salvar su honor. Gravina, que se lo esperaba, y en contra de lo que el jefe francés había esperado, no dijo nada y ordenó a la escuadra española prepararse para el combate. Villeneuve se asustó y ese mismo día decidió celebra un consejo a bordo del Bucentaure para tratar de sacar la excusa allí.

En el consejo intervenían:

El Vicealmirante Villeneuve, los Contra-Almirantes Dumanoir y Magon, y los capitanes de navío Cosmao, Maistral, Villegris y Prigny, todos por parte francesa, y los tenientes Generales Gravina y Álava, los jefes de escuadra Escaño y Cisneros, y el brigadier Galiano, por parte española.

Desde el principio Villeneuve pretende que la escuadra salga de Cádiz, pero Gravina sensatamente le replica que lo mejor es quedarse en Cádiz y esperar a que el invierno haga el bloqueo de los británicos tan duro en pérdidas como un combate naval.

Las palabras de Gravina es lo que esperaba el almirante francés, que ya tenía la excusa para su Emperador, y se acuerda permanecer en Cádiz hasta que las fuerzas británicas disminuyan.

Navío francés Bucentaure
El «Bucentaure», navío de 80 cañones insignia de Villeneuve, pintura de Geoff Hunt. Los navíos de 80 cañones franceses eran unos poderosos buques que armaban cañones de a 36 libras en la primera batería y de a 24 libras en la segunda. En Trafalgar los franceses tenían cuatro de estas unidades y los españoles dos. Los franceses estaban tripulados por casi un millar de hombres cada uno.

Semanas anteriores a la batalla

Nelson ordena atacar todo barco de avituallamiento que se dirige a Cádiz, lo que agrava los problemas de la escuadra, que tiene dificultad de aprovisionarse al estar Andalucía recuperándose de la epidemia de fiebre amarilla que había matado a miles de personas y gran parte del ganado.

Muchos tripulantes fueron gravemente afectados y tuvieron que sustituirse por gente con mucho menos experiencia de los que ya estaban, que no contaban con mucha más.

Las plazas de infantería de marina que faltaban en los navíos para dotarlos según las Reales Ordenanzas fueron cubiertos por soldados del ejército de tierra que no habían pisado nunca la cubierta de un barco para luchar y que se veían afectados por mareos y la incomodidad de un medio al que no estaban acostumbrados. Lo mismo pasó con los artilleros.

En cambio la flota de Nelson se preparaba minuciosamente para el combate, las tripulaciones diariamente hacían prácticas de tiro, y la comida era generosa para todos, aunque su mejor baza era su constante navegación.

Eran, además, avituallados constantemente por barcos venidos desde Inglaterra, o colonias británicas en el exterior, o principalmente de países aliados como Portugal. Aunque había que tener cuidado, ya que de prolongarse el bloqueo la escuadra británica sufriría los desperfectos propios de estar en la mar tanto tiempo y los hombres caerían en una rutina muy dañina para la moral.

Y así podían haber seguido las cosas, el invierno se acercaba y se esperaba que este hiciera sufrir a los británicos. Pero Villeneuve recibe una misiva de Paris en el que se le informa de su sustitución por el Almirante Rosilly, que se dirige a Cádiz a tomar el relevo.

A Villeneuve le entra pánico ante la idea de tener que volver a Paris y presentarse fracasado ante Napoleón y decide que su carrera es más importante que los miles de hombres a su cargo. Con la excusa de la partida de varios navíos británicos a Gibraltar decide salir definitivamente a buscar el enfrentamiento, para así buscar la rehabilitación ante Napoleón.

A continuación indicamos la línea de batalla que se planeó el 1 de octubre y redactada por Antonio de Escaño. Los navíos estaban diferenciados con sus grimpolones o banderas identificativas.

Nótese que los diferentes buques insignias de las escuadras y divisiones tenían asignados una fragata o bergantines a disposición del mando de cada escuadra para poder comunicarse entre ellos, ya que la línea de combate era de dimensiones tan enormes que el uso de banderas de señales no podían usarse entre navíos lejanos.

Así, el bergantín francés «Argos», por ejemplo, comunicaba las noticias y novedades de Gravina a Villeneuve.

Cuerpo de la ArmadaGrimpolones
Segunda escuadra1Plutón Rojo
2Monarca Azul
3Fogueaux Amarillo
4Santa AnaRhinBlanco
5Indomptable Rojo y blanco
6Justo Azul y blanco
7Intrépide Azul y rojo
Primera escuadra8Redoutable Rojo
9San Leandro Azul
10Neptune (F) Amarillo
11BucentaureHortense
Furzi
Blanco
12Trinidad Rojo y blanco
13Hero Azul y blanco
14San Agustín Azul y rojo
Tercera escuadra15Mont-Blanc Rojo
16Asís Azul
17Duguay Trouin Amarillo
18FormidableCornelieBlanco
19Rayo Rojo y blanco
20Scipion Azul y blanco
21Neptuno (E) Azul y rojo
Escuadra de observaciónGrimpolones
Primera división1San Juan Rojo
2Berwick Azul
3PríncipeThemis
Argus
Amarillo
4Aquilles Blanco
5San Ildefonso Rojo y blanco
6Argonaute (F) Azul y blanco
Segunda división7Swift-Sure Rojo
8Argonauta (E) Azul
9AlgesirasHermioneAmarillo
10Montañés Blanco
11Aigle Rojo y blanco
12Bahama Azul y blanco
Notas: 1ª. La primera escuadra usará el grimpolón de distinción en el palo mayor, la segunda escuadra en el palo de trinquete y la tercera en el de mesana. 2ª. La primera división del cuerpo de reserva usará la grimpola de distinción en el palo trinquete, agregando una pequeña grimpolita roja en el palo de mesana; y la segunda división de dicho cuerpo llevará el distintivo en el palo de mesana, con una grimpolita blanca en el de trinquete. 3ª. Los grimpolones tendrán cuatro pies de ancho y diez y ocho de largo, y las grimpolitas tendrán las dimesiones ordinarias. 4ª. Los grimpolones de dos colores deben ser por mitad verticales, y el color que se halla primeramente es el de la vaina. Navío Príncipe de Asturias, en Cádiz, 1º de octubre de 1805.- Antonio de Escaño.

Aquellos buques que no lo habían hecho ya, habían empezado la tarea de prepararse para el combate. En un buque de guerra del siglo XIX, esto era una tarea primordial.

Las Evoluciones de las Flotas Combinada y británica entre el 19 y el 21 de Octubre de 1805

19.X.1805 O6.00. Se inicia la salida de la Escuadra Combinada de la rada de Cádiz.

19.X.1805 07.00. Fragata inglesa Sirius comunica mediante señales ópticas al Defence la noticia. Este a su vez la pasa al Colossus quien a su vez la pasa al Mars y finalmente este la comunica a Nelson a bordo del Victory.

19.X.1805 Nelson da orden de persecución a su flota con rumbo SE (145º). No precisa la hora y la supongo sobre el mediodía.

19.X.1805 12.00 Solo 7 navíos de la Combinada han logrado salir del puerto en esa hora. Ligera brisa del Oeste, los buques se ven obligados a salir a remolque de lanchas y Villeneuve ordena fondear la flota por esa noche, en espera de vientos más favorables.

19.X.1805 El grueso de la flota inglesa al iniciarse la salida del enemigo estaba en una posición al Sureste de Cabo de Santa María, demorando al 135º de este cabo y al 270º del C.de San Sebastián en Cádiz.

20.X.1805 Entre 12.00 y 13.00 La escuadra combinada navega con rumbo NW1/4 al N (326º). Se iza la señal de que la escuadra de observación de Gravina se sitúe a la izquierda del cuerpo fuerte de la armada formando dos líneas: La 1ª División a la derecha y la 2ª División a la izquierda.

20.X.1805 13.30 Señal para que los buques de sotavento fuercen velas. A 13.45 Gravina iza señal de que toma la cabeza de su formación. A las 14.15 iza señal para que las fragatas diesen cara a la izquierda y el Príncipe de Asturias diese cara al Achille, San Juan Nepomuceno y Algeciras que por orden de Villeneuve y desde horas antes van por delante de la escuadra general en misión de reconocimiento.

20.X.1805 14.15 Orden de virar toda la escuadra por redondo a un tiempo. Lo hacen de vuelta al N1/4NW (349º) con viento en el momento de dirección W ¼ SW (259º). Al mismo tiempo se ordena a la escuadra de observación arribar sobre el cuerpo principal para estrechar distancias.

20.X.1805 La Flota combinada, agrupada en cinco columnas, con las dos divisiones de la Escuadra de Observación de Gravina en cabeza, seguida de las tres divisiones del Cuerpo Fuerte de la Armada al mando de Villeneuve, aprox. a las 15.00 pone rumbo al Estrecho de Gibraltar con viento del SW (225º).

20.X.1805 16.30 Neptuno señala la presencia de 4 navíos al SSW (202,5º)

20.X.1805 17.30 Señal a los exploradores (San Juan, Achille, Algeciras) y a las fragatas de retirarse y reagruparse con la escuadra antes de la noche. Al mismo tiempo se ordena zafarrancho de combate. Existe mar picada del NW (315º)

20.X.1805 19.30 – 20.00 Destacados en misión de reconocimiento algunas horas antes por orden de su Almirante en Jefe, los buques Achilles, San Juan Nepomuceno y Algeciras avisan presencia de 18 buques ingleses. A 19.45 se observan luces y fogonazos (los avisos al cañón que Nelson hacia a sus barcos).

20.X.1805 20.00 Se toca generala y ocupa cada buque su lugar.

20.X.1805 20.30 Izada la señal de formar en línea de batalla, el Príncipe de Asturias indica ser el cabeza de línea izando un farol en el tope del palo de mesana. Hace rumbo al SE1/4 S (147º) para formarla sobre el navío más a sotavento.

20.X.1805 21.00 Orden al cañón de formar Línea de Batalla sobre navíos más sotaventados de la Flota Combinada. Entre ambas escuadras se veían las luces de las fragatas inglesas. La escuadra inglesa hace igualmente señales al cañón para formación de combate. Desde que se percibe el disparo (fogonazo) hasta la llegada del sonido a los barcos de la Combinada transcurren 8 segundos. Velocidad del sonido: 1340 m/seg x 8 = 10.720 m = 5,78 millas marinas. (En Trafalgar de Cayuela y Pozuelo se dice que la distancia era de 2 millas. Un error.)

20.X.1805 21.00 Un bergantín francés lleva la orden a la voz de formar la línea a la izquierda del navío más sotaventado y que deben seguir las aguas del Príncipe de Asturias.

20.X.1805 22.00 Se ven las señales del enemigo desde el SW hasta el WSW.

21.X.1805 Amanecer. La flota combinada se encuentra en las proximidades de Cabo de Trafalgar, “algunas leguas” al S de Cádiz, por el 1º y 2º Cuadrante (del N al E y del E al S).

Si a las 15.00 del día 20 inicia su arribada con rumbo hacia el estrecho y al amanecer del 21 se encuentra en las proximidades de Trafalgar, la distancia que ha recorrido la escuadra en un intervalo aproximado de 16 horas ha sido de aprox. 27 millas = 7,82 leguas. Su velocidad por consiguiente era de aprox. 1,69 Millas/hora. Dato confirmado por un parte del TN. Paul Harry Nicholas, a bordo de Belleisle quien en sus memorias dice que, a pesar de llevar desplegadas todas las velas posibles, su progresión nunca excedía la velocidad de 1,5 millas /hora.

Dice también que, al amanecer de ese día, la escuadra inglesa estando aproximadamente a 9 millas de Cabo de Trafalgar, descubrieron la presencia de la totalidad de la flota enemiga hacia el SW.

La Flota inglesa había navegado desde aprox. las 12.00 horas del día 19.X hasta las 07.00 del 21.X una distancia de 58 millas en 43 horas, lo que da una velocidad media de 1,35 millas/hora. Sin error sensible y a falta de poder estimar o precisar las horas exactas del movimiento indicado y solo con una aproximación de los rumbos reales, podemos estimar la velocidad media de ambas escuadras en 1,5 millas/hora.

Por otra parte, el Diario de Navegación del Príncipe de Asturias señala las presencia de la escuadra inglesa en ese momento entre 4 y 5 millas hacia el NNW. Por barlovento (nuestra flota estaba a sotavento).

21.X.1805 04.30 Dice el parte de Gravina: Amaneció con cielo claro y aturbonado por el 1ª y 2º cuadrante. Viento del WNW (292,5º) bonancible. Línea mal formada, nosotros a la cabeza de ella. Dice también: “El enemigo por la amura de babor? Distancia de unas 4 o 5 millas. (Entiendo que hay un error de trascripción, por babor solo se vería la costa de Trafalgar, el enemigo seria visible por estribor, teniendo en cuenta que llevaban rumbo hacia el SE1/4 E).

21.X.1805 06.30 Villeneuve ordena a las fragatas destacarse a reconocer al enemigo y ordena que se tomen distancias entre buques de 1 cable (183 metros).

Una observación: De haberse alineado la flota exactamente en la forma pedida, sabiendo que había 33 buques, que cada buque tenia como promedio unos 52 metros de eslora y que la separación con el siguiente era de 183 metros, la línea combinada ocuparía una distancia de 7.520 metros (4,05 millas marinas = 7,5 Km.)

La realidad es que aun fue mayor, cerca de 6 millas de longitud desde cabeza a cola.

21.X.1805 07.00 Villeneuve ordena formar línea de batalla orden natural iniciándose esta orden, después de transmitida y entendida por toda la línea, a las 08.15 horas.

A la misma hora la flota británica comienza a arribar en dos columnas perpendiculares en dirección al centro y retaguardia de la escuadra combinada. (En el Diario de Navegación del Neptuno de Cayetano Valdés, el marino hace una grafica muy simple señalando que la flota inglesa se les vino encima en formación de cuña, de forma que cada navío ingles iba ya eligiendo su presa).

21.X.1805 07.30 Villeneuve ordena virada en redondo a un tiempo “ciñendo viento por babor el primer navío y siguiendo los demás orzando en sus aguas sucesivamente”.

El problema es que para restablecer el orden tenían que navegar “a un largo” (viento por la aleta) y lo que se les pide es ceñir por babor (viento por la amura). El viento a un largo se recibe abierto de la proa 10 cuartas (112,5º) mientras que el viento a ceñir se recibe abierto de la proa 6 cuartas (67,5º). Naturalmente las velas reciben menos viento, hay que bracearlas para aprovechar lo que se pueda y eso conlleva mucho tiempo, mucho trabajo y perdida de velocidad.

Tardaron entre 2 y 2,5 horas en realizar lo pedido. Había fuerte oleaje y la deriva y el abatimiento eran factores desequilibrantes.

Si incluimos la corriente cuya intensidad en ese punto puede muy bien ser de 2 millas/hora en dirección SE, la formación que se pedía era casi imposible de realizar.

Multitud de buques quedarían a sotavento, otros retrasados, otros más adelantados y como se lee en los partes, muchos de ellos que intentaban llegar a su posición predeterminada se encontraban el hueco ocupado por otro que no había podido llegar más lejos o que había llegado antes.

21.X.1805 08.30 Se ve al Santa Ana abrirse al viento por estribor para dejar claros a la vanguardia que se encontraba apelotonada.

Lo mismo hace el Príncipe de Asturias con el mismo fin y lo hacen también el Berwich y el Nepomuceno que estaban a la popa.

21.X.1805 10.30 Parte de Gravina. ”En facha para permitir alinearse algunos buques, el Achille vira en redondo y aborda al Príncipe de Asturias por babor pero se separan sin averías de consideración.

Algo más tarde, una fragata hace señal de que la línea se prolongaba demasiado en centro y retaguardia.

Ordena Villeneuve que el navío de cabeza ( ahora el Neptuno de Cayetano Valdés) ciñese al viento que en este momento era del WNW (292,5º) por consiguiente el Neptuno y con el el resto de la escuadra tenia que ponerse al rumbo N (360º).

Gravina, para poder cumplir esta orden, se vió obligado a navegar con el viento abierto 10 cuartas por babor, es decir, el Príncipe de Asturias tuvo que poner rumbo NE (045º) para poder reincorporarse a la formación y tomar las aguas de los demás navíos.

21.X.1805 11.45 Gravina ordena a su escuadra romper el fuego en el momento que se este a tiro, al alcance de sus cañones.

21.X.1805 12.08 Rompe el fuego el centro de la escuadra (varios buques dicen haber sido el primero, así lo cita el San Agustín, el Redoutable y el Fougueux entre otros) largando banderas e insignias en los penoles toda la flota.

(Elaborado por Luis Rodríguez Vázquez. Fuentes documentales: Diarios de Navegación de diferentes navíos participantes en el combate, Partes de Gravina y otros, Reports Ingleses y Franceses. Testimonios escritos).

Gráfico con los movimientos previos de las escuadras antes de iniciarse el combate de Trafalgar
Gráfico con los movimientos previos de las escuadras antes de iniciarse el combate de Trafalgar. Entre las 6.10 y las 12.00 de la mañana. Poco después de las 6 de la mañana la pequeña división mandada por el Contralmirante Northesk (insignia en el Britannia) se fundía con la columna de Nelson haciendo las definitivas dos líneas de ataque. Ilustración de Todo a babor basada en un gráfico del Corpus Documental de Trafalgar, Aller, 2004.

El error garrafal de Villeneuve

La nefasta maniobra de la virada ordenada por Villeneuve hizo descolocar la ya de por si mala línea de combate.

Esto ocasionó estar cerca de hora y media maniobrando agotadoramente mientras que los británicos navegaban a plena vela sin ningún esfuerzo. Curiosamente, el navío de Gravina, que era Almirante en jefe de los españoles y segundo después de Villeneuve, el Príncipe de Asturias de 112 cañones, era de los pocos que navegaron perfectamente e intentó, sin mucho éxito, que los demás barcos formaran una línea cerrada.

Seguramente el hecho de que Gravina y su mayor general Antonio de Escaño estuvieran en este barco era el por qué de este buen andar, lo que nos da la razón al decir que si la flota hubiera estado mandada por Gravina en vez de Villeneuve a lo mejor no se hubiera ganado la batalla, pero tampoco se hubiera perdido tanto.

Gravina demostró sólo unos meses antes en Finisterre que era un hombre con arrojo al combatir con sólo 6 navíos españoles a 15 británicos mientras los franceses apenas hicieron algo. Lástima que su sentido de la disciplina ahogara sus ganas de rebelarse de Villeneuve y luchar bajo su criterio, tal y como Nelson había hecho más de una vez, como en la Batalla de San Vicente, donde desobedeció la orden de navegar en línea de combate para salirse de la misma y atacar a los españoles antes de que estos hicieran una maniobra peligrosa.

Los navíos Victory y Temeraire aproximándose a la escuadra franco española.
Los navíos Victory y Temeraire aproximándose a la escuadra franco española. De Thomas Whitcombre. National Maritime Museum, Londres.

En vez de usar la configuración de velas óptima para el combate, estos utilizaron toda la lona disponible para maximizar su velocidad y reducir al mínimo la cantidad de tiempo con la que el enemigo sería capaz de disparar sobre ellos, ya que los británicos eran incapaces de contestar debido a que atacaban perpendicularmente.

Las tripulaciones aliadas, muchos de quienes esta era su primera salida del puerto, demostraron acusada incapacidad de mantener una formación en condiciones, acelerándose la marcha de algunos navíos (echándose por tanto encima casi de su predecesor) y retardo en otros barcos, creando una larguísima línea irregular de seis millas.

Los británicos, con mucha más experiencia no tenían ningún problema en mantener su formación de combate cerrada. El comandante del San Juan Nepomuceno, Cosme Damián Churruca, advierte desde su puesto en la toldilla del navío de que Villeneuve debe dar la orden de que la vanguardia de la línea vire hacia los británicos y así tenerlos entre dos fuegos, pero la maniobra no es ordenada ante el desaliento del capitán español.

Villeneuve, con esta última maniobra de viraje había terminado de condenar a su escuadra, y le había hecho un decisivo favor a los británicos, al minimizar el principal riesgo de estos y el único momento de la batalla en el que podían haber corrido grave riesgo.

La formación combinada había quedado con muchos barcos sotaventeados de su línea, con enormes huecos, mientras los buques se preparaban a recibir como podían a los británicos, que se les echaban encima ya sin tiempo casi de poder contestar adecuadamente porque seguían intentando incorporarse a sus puestos, quedando muchos buques imposibilitados en el disparo, por encontrarse otros de la combinada paralelos y por tanto ocultando los blancos.

A las 12h 00. en respuesta a las banderas de guerra británicas, la flota española iza su bandera roja y amarilla, y la flota francesa el nuevo estandarte tricolor, la que ondeó por primera vez, por desgracia, en Aboukir.

Villeneuve despliega entonces su señal, la número 242 de las señales generales de la vela: «comience el combate».

Situación de las dos flotas después de la virada ordenada por Villeneuve (11.45), que descolocó la ya mala línea de combate, dejando amplios claros que fueron por donde acometieron las dos líneas británicas.
Situación de las dos flotas después de la virada ordenada por Villeneuve (11.45), que descolocó la ya mala línea de combate, dejando amplios claros que fueron por donde acometieron las dos líneas británicas. Ilustración de Todo a babor.

Compartir
Twittear
Pin