Por Juan García (Todo a Babor)
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Los primeros grandes buques de guerra de un nuevo país
La marina de los Estados Unidos que llegó a la guerra contra Gran Bretaña de 1812 estaba compuesta aproximadamente por 50 buques de distinto tipo y tamaño.
Un comité del Congreso, a principios de 1812, había determinado que una flota de 12 navíos de línea y 20 fragatas sería suficiente para proteger los intereses y costas de EE. UU. Pero el Congreso estadounidense paralizó el proyecto de construcción de navíos de línea, ya que no podían permitirse tal gasto.
No hay que olvidar que los EE.UU. era todavía una nación joven y con pocos medios económicos (1). El coste de un sólo de estos buques de línea era prohibitivo para la mayoría de las naciones, excepto las más poderosas.
Los buques más grandes de la flota estadounidense en 1812 eran las fragatas de 44 cañones: Constitution, United States y President.
Botadas entre 1798 y 1800, estas tres fragatas fueron construidas principalmente para proteger el comercio estadounidense en el Mediterráneo, cerca de la costa norte de África.
En efecto, a causa de la amenaza presentada por los corsarios argelinos y del Magreb, el Congreso de los Estados Unidos decidió en 1794 construir tres fragatas de 44 cañones y tres de 38.
Se decidió por este número de embarcaciones al comprobar que los portugueses, con sólo tres navíos de línea, les bastaba para proteger su flota mercante.
Aquellas seis fragatas originales fueron:
Cañones | Nombre | Construido | Año | Toneladas | Coste |
44 | United States | Filadelfia | 1797 | 1.576 | 299.336 dólares |
44 | Constitution | Boston | 1797 | 1.576 | 302.718 dólares |
44 | President | Nueva York | 1800 | 1.576 | 220.910 dólares |
38 | Constelation | Baltimore | 1797 | 1.265 | 314.212 dólares |
38 | Congress | Portsmouth | 1799 | 1.268 | 197.246 dólares |
38* | Chesapeake | Norfolk | 1799 | 1.244 | 220.677 dólares |
Cuando comenzó la construcción de las fragatas, había sido estimado que las de 44 cañones costarían 100.000 dólares cada una y requerirían sólo de 18 meses de construcción.
Sin embargo, estos costes se pasaron de lejos lo previsto. El coste eventual pagado por cada fragata era más de lo que Inglaterra gastaba en la construcción de sus navíos de 74 cañones y era mucho más lento de lo esperado. Como comprobamos en la tabla anterior, el costo de algunas de estas fragatas triplicaba el presupuesto inicial y la que menos lo doblaba.
El apoyo del Congreso al programa de construcción fue bajando. Los Federalistas en el Congreso tomaron las reuniones con Argelia como una excusa para retrasar o cancelar totalmente el programa de construcción.
En 1795 un se alcanzó un tratado de paz con los corsarios argelinos, provocando un parón en la construcción de estos seis buques (2).
Pero en 1797 el Congreso votó por terminar las USS United States, Constitution y Constelation en respuesta a los ataques repetidos por corsarios franceses sobre los mercantes de EE UU y debido a esto las relaciones se deterioraron con Francia (3).
Aunque las fragatas de 38 cañones se distinguieran en la lucha contra las embarcaciones francesas en la «Cuasi guerra» y más tarde contra los barcos de los piratas argelinos del Mediterráneo, las fragatas de 44 cañones no entrarían en acción hasta 1812.
Hasta entonces no pudieron demostrar lo realmente poderosas que eran estas fragatas. De hecho, lo eran en tal medida que hasta una generación después de que fueran construidas, estos buques podían todavía combatir en igualdad de condiciones con otras embarcaciones de su clase.
Una vez que la decisión política de construir los buques fue reemprendida, la siguiente tarea era determinar quién los construiría.
Construcción de las súper fragatas norteamericanas
Eventualmente se seleccionó para diseñar estas fragatas a Josue Humphreys. Este era un ingeniero en una firma de astilleros de Filadelfia que se había labrado una reputación como uno de los mejores constructores navales de América. También jugaría un papel fundamental en el diseño de estas fragatas Josia Fox.
El Secretario de Guerra, Henry Knox había designado a Fox que en esos momentos hacía un estudio de maderas americanas y comparación con las maderas europeas para la construcción de barcos.
Tanto Fox como Humphreys trabajarían juntos bien al principio, pero eventualmente desarrollarían tal aversión el uno hacia el otro que cada uno preparó y diseñó distintos proyectos.
Finalmente, el diseño seleccionado, aunque en gran parte era diseño original de Humphrey, reflejó algunas influencias de Fox.
Aunque el Congreso, siempre preocupado por el presupuesto que se iba disparando, insistió en restringir el tamaño de las fragatas, aun así fueron los barcos más grandes que hasta entonces se habían construido en Estados Unidos.
Diferencias de construcción y materiales con otras marinas
Humphreys en su primer diseño previó una eslora total para sus tres súper fragatas de 204 pies (62,7 metros) con una manga de 43,5 pies (13,2 metros). Este diseño los hizo aproximadamente 50 pies (15,2 metros) más largos que la mayoría de las mayores fragatas británicas de la época, acercándose a las medidas de un navío de línea, aunque como veremos más adelante, estaban lejos del poder y tamaño de estos.
Humphreys creyó (y más tarde fue demostrado correcto) que estas dimensiones darían mayor andar a sus barcos y también proveerían en ellos una plataforma de cañones más estable para el combate.
La mayor eslora y manga también permitieron a Humphreys romper con el diseño de fragata tradicional, incorporando dos cubiertas de cañones separadas.
Aunque fuera corriente, las fragatas solían tener una cubierta sola llena de cañones, mientras que el alcázar y castillo estaban armadas sólo con cañones auxiliares y de caza.
Al hacer los buques con más eslora y más mangudos, proporcionaban bastante espacio para una segunda batería de cañones sobre la primera batería.
Las fragatas de la Marina de los Estados Unidos eran no sólo diferentes en el diseño, también en los materiales en los cuales fueron construidas.
El roble era la madera más utilizada por la mayor parte de las marinas del mundo. Este era uno de los pocos tipos de madera capaz de resistir no sólo los elementos de la naturaleza, sino también las penetraciones de las balas de cañón.
Las Marinas europeas confiaron principalmente en el roble tanto para las cuadernas, cubiertas, como los costados de sus buques (4).
En gran parte debido al trabajo de Josia Fox, la madera escogida por EE. UU. para construir los costados para sus fragatas, era el roble americano que él correctamente pensó que duraría mucho más que el roble común.
El roble común y el pino amarillo fueron escogidos para las cubiertas. El roble común también fue seleccionado para las tracas.
La construcción de cada fragata requirió que aproximadamente 3.000 árboles fueran talados. Cada uno tuvo que ser cortado a mano y de tal manera que se asegurase su utilidad en la serrería.
Esto demostró ser una tarea sumamente difícil. No sólo porque la madera era tan densa y dura que cortarla era un trabajo arduo y lento. Peor aún era el hecho de que el roble americano crecía principalmente en los pantanos del sur, donde las enfermedades costaron las vidas de muchos de los que fueron enviados para cortarla.
El proyecto, de hecho, fue retrasado en alguna ocasión mientras se contrataban taladores adicionales, incluyendo al hijo de Humpreys, que fueron enviados al sur para sustituir los que se habían puesto enfermos o habían muerto.
Las cuadernas de roble americano formaban el esqueleto de cada fragata. El diseño de Humphreys requería cuadernas tan pesadas como las utilizadas en un navío de línea y espaciados en intervalos de poco más de 1 pulgadas 1/2 (casi 4 centímetros).
Las cuadernas estaban unidas por pernos de cobre (suministrados por Paul Revere) y forradas por las tracas. Los costados de estas fragatas eran casi una pared sólida de roble, de 15-20 pulgadas de espesor (entre 38 y 50 centímetros).
Para impulsar estas embarcaciones, Humphreys diseñó un buque que llevó casi tanta vela como un navío de línea.
El palo mayor construido de pino blanco tenía 185 pies (más de 56 metros) y con 4 millas de cabos (6,4 kilómetros), las fragatas de 44 cañones llevaron aproximadamente 42.000 pies cuadrados de vela (12.000 metros cuadrados).
La mayor parte de los críticos dijeron que estas fragatas eran demasiado grandes y serían difíciles de manejar. Antes de la Guerra de 1812 las fragatas fueron capaz de demostrar su agilidad. Podían navegar a 12-14 nudos, demostrando ser las más rápidas de su clase.
Artillería sobredimensionada
En el diseño original de Humphreys de sus súper fragatas estas llevaban 44 cañones. Lamentablemente, el Congreso había asignado a los capitanes para cada una de las embarcaciones mientras estas estaban siendo construidas.
Estos capitanes sabían que sus buques estaban destinados a luchar e insistieron en meter tantos cañones como fuera posible. Una eterna lucha entre ingenieros y comandantes de buque, que también se dio en otras marinas, como la española, que en Trafalgar, en contra de la opinión de los ingenieros navales, sobrecargaron sus navíos con piezas de más calibre de lo aconsejado.
La Constitution, por ejemplo, tenía 60 cañones cuando fue botada. Era insólito que unas fragatas portaran tan elevado número de cañones. De hecho, durante el período de 1812-1815 sólo dos fragatas de EE UU y dos británicas lo hicieron.
Esta sobrecarga de armas realmente hizo que navegaran más despacio de lo que Humphreys había querido, pero fue incapaz de convencer a ninguno de sus capitanes de quitar un sólo cañón. Aun así seguían siendo unas fragatas rápidas.
Cada una de las tres fragatas norteamericanas fue armada con 30 cañones largos de 24 libras. Hasta 9 pies de 6 pulgadas de largo (casi tres metros), y descansando sobre una cureña de madera con pequeñas ruedas de madera, cada uno de estos cañones pesaba 5.544 libras (cerca de 2.500 kilogramos), y podía disparar una bala de cañón que pesa 24 libras hasta 2.150 yardas (la distancia máxima, casi 2.000 metros).
Aunque capaz de disparar a la misma distancia, el cañón largo de 18 libras que usaban los británicos pesaba sólo 4.704 libras (casi 2.100 kilogramos).
Además, en el castillo de proa llevaban otros dos cañones largos de 24 libras que eran los cañones de mira o de caza y que servían para disparar al aparejo de un barco enemigo para retrasarlo en las persecuciones, lo que les proporcionaba gran alcance respecto a los de otras clases, incluso de navíos de línea que armaban sus cañones de caza con 18 libras como mucho.
La marina británica consideró que los 24 libras eran demasiado pesados e incómodos para el empleo rápido y repetido durante el combate y optaron por usar los de 18 libras en casi todas sus fragatas.
Los ingleses suponían que si ellos podrían disparar cinco tiros con el de 18 libras por cada tres tiros del de 24 libras entonces causarían más daño y serían más rápidos.
Los británicos debieron aprender a fuerza de sinsabores lo errados que estaban. En la lucha entre la HMS Macedonian y la USS United States, por ejemplo, la fragata norteamericana disparó el doble que la Macedonian.
En una de aquellas ironías del destino, el capitán Carden de la HMS Macedonian conversó con el capitán americano Steven Decatur de la USS United States mientras los dos cenaban juntos antes de la guerra, comentando a su homólogo americano que los 24 libras eran demasiado pesados y demasiado lentos para la lucha, y que esperaba que nunca ocurriese un enfrentamiento entre ellos porque sin duda los ingleses harían daño al buque norteamericano con más rapidez.
Además de sus 30 cañones largos de 24 libras, tanto la USS President como la United States llevaron 20 carronadas de 42 libras, mientras la Constitution llevó 20 carronadas de 32 libras.
La carronada era un cañón más corto, pero más ligero que un cañón largo del mismo calibre, y que lanzaba balas más pesadas a una distancia más corta.
Es interesante mencionar que, aunque en los enfrentamientos cortos las carronadas eran las que provocaban el mayor daño, la mayor parte de las marinas decidieron tasar sus barcos únicamente sobre el número de cañones largos que estos llevaron en el momento de la botadura.
Así la USS United States fue tasada como una fragata de 44 cañones cuando por lo general llevó 50 cañones largos y 20 carronadas de 42 libras.
Una desventaja significativa en los buques de los Estados Unidos al principio, era que el metal de su armamento era de inferior calidad. Las Fundiciones americanas eran tan pobres que los capitanes a menudo se quejaban de cañones que explotaban o incluso se desintegraban en mitad de un combate.
Esto fue compensado al menos algo por algunas ventajas que los artilleros estadounidenses tenían sobre sus colegas británicos: el empleo por los Estados Unidos de un nuevo cartucho en pólvora hecho de capas delgadas de plomo que no dejaban residuos de pólvora.
A diferencia de los británicos, que usaron los cartuchos de franela para la pólvora, los artilleros estadounidenses no tenían que limpiar el cañón después de cada empleo para extinguir cualquier rescoldo dejado en él. Obviamente esto ahorró tiempo y permitió disparar más rápido.
El número y calibre de los cañones que EE. UU. colocó sobre sus «súper» fragatas, era la excusa principal dada por los británicos para explicar sus pérdidas en la lucha contra estas fragatas en 1812.
Seguramente las fragatas de la marina estadounidense fueron diferentes que la mayor parte de fragatas de la época, pero la crítica británica exponía que las fragatas norteamericanas no eran nada más que pequeños navíos de línea rebajados y que, por tanto, la lucha contra sus fragatas era desigual a todas luces; como si estos no hubieran hecho lo mismo alguna vez pero con navíos de línea de verdad.
Basta una breve comparación de estas fragatas con los navíos de línea para ver que no eran ni parecidos. Pesando los navíos entre 2.000-4.000 toneladas y llevando entre 74 y 130 cañones, las fragatas americanas no tenían obviamente ni el tamaño ni el número de cañones que estos llevaban.
Ni siquiera el hecho de que tenían dos cubiertas, ni que llevaron cañones de 24 libras era suficiente para dar la razón a la reclamación por parte de los británicos de que las fragatas en realidad eran navíos.
La prensa inglesa de la época pasó hábilmente por alto que había, de hecho, tres fragatas pesadas en la marina inglesa (Cornwallis, Endymon, Indefatigable, Magnanime y Anson) cada una de las cuales llevó cañones de 24 libras.
Es más, estas tres últimas fragatas británicas fueron en su origen navíos de línea de 64 cañones, que pasaron a ser fragatas pesadas al quitarles una batería. A esto lo llamaban Razee, que derivaba del francés vaisseau rasé («buque arrasado» por quitarle una batería a un navío).
Tripulaciones
Pero lo verdaderamente importante en un buque de vela era su tripulación. En esta categoría las fragatas estadounidenses eran también superiores a las de la marina británica.
Al igual que los barcos de la Royal Navy, que pasaron períodos largos en el mar (cosa que dio una gran ventaja sobre sus adversarios franceses) los marineros de la flota estadounidense normalmente tenían la misma experiencia en navegación como sus colegas ingleses.
Los marineros americanos, sin embargo, recibieron mejor entrenamiento en el empleo de sus cañones que los marineros ingleses. El empleo de municiones reales para el entrenamiento fue visto con buenos ojos por los capitanes británicos que para ello requerirían que sus buques se quedaran en el mar durante largos períodos, ampliando su tiempo lejos de casa y su reabastecimiento.
La flota estadounidense se entrenó generosamente con municiones reales y puso esta experiencia con gran efectividad durante la guerra.
Las tres grandes fragatas de Estados Unidos estaban diseñadas para ser tripuladas por aproximadamente 400 hombres.
A causa de los cañones suplementarios atestados después de su botadura durante la guerra, en realidad llevaban entre 400 y 490 hombres. Esto era un número mayor que la mayor parte de las fragatas en la marina británica, pero mucho menos que los 550-1.000 hombres que hasta el navío de línea más pequeño llevaba.
La tabla siguiente indica el número de hombres a bordo de cada una de las fragatas durante las acciones de 1812 y las bajas sostenidas:
Fragata estadounidense | Tripulación | Bajas | Buque Brit. | Tripulación | Bajas |
Constitution | 456 | 14 | Guerrerie | 302 | 101 |
United States | 428 | 12 | Macedonian | 301 | 104 |
Constitution | 485 | 58 | Java | 377 | 124 |
La crítica más rastrera hacia los éxitos americanos decía que hasta la mitad de las tripulaciones de cada una de estas fragatas americanas eran británicos.
Esta aserción realizada por un autor inglés, aunque sin ninguna base, fue generalmente aceptada durante décadas en Inglaterra después de la guerra.
Pero la verdad es que las embarcaciones de guerra de la U.S. Navy fueron tripuladas por tripulaciones norteamericanas. Es más, una de las causas de la guerra de 1812 fue el embarque obligatorio que la Royal Navy hizo de compatriotas americanos en buques de guerra británicos, que los desalojaban de los mercantes que tocaban suelo británico o solamente por trabajar en mercantes de esta misma nacionalidad.
Se estima que cerca de 6.000 norteamericanos fueron obligados a enrolarse a la fuerza en la marina británica. Y, lo que es peor, muchos de estos norteamericanos fueron obligados por crueles oficiales británicos a luchar contra sus paisanos en la guerra, acto que va en contra de los derechos del hombre.
La paga para los marineros estadounidenses era mejor que sus colegas británicos, llegando a ganar de 10 a 17 dólares al mes, que era tanto o más de lo que un pescador experto en la costa podría ganar.
La disciplina era menos asfixiante y el alimento generalmente mejor. Como caso único en el mundo, en la Marina de los Estados Unidos los marineros podía revisar sus buques antes del reclutamiento.
Los términos del alistamiento eran de una duración de un año, a diferencia de los marineros ingleses que firmaban, o eran obligados, a estar tiempo indefinido en el servicio.
Aunque la disciplina era severa, generalmente no era tan estricta como en los barcos ingleses de guerra y las deserciones de buques norteamericanos eran raras.
Todas estas condiciones eran punteras frente a todas las marinas del mundo. El marinero pasaba a ser un miembro más respetado de lo que había sido hasta entonces y por lo tanto si sus condiciones mejoraban su eficacia también.
Las tripulaciones de las fragatas de Estados Unidos demostrarían al mundo en 1812 que ellos y sus barcos estaban a la altura de cualquier marina del mundo.
Que la marina americana en el Golfo de Persia demostrara ser una maravilla tecnológica acudida por profesionales expertos en su arte no sorprendió a nadie. Aquella marina de 1812 con sus impresionantes fragatas pesadas, vino a presentar la entrada de Estados Unidos de América en la política mundial.
Armamento de la fragata USS Constitution
Como muestra del armamento de estas súper fragatas vamos a tomar una de ellas como ejemplo. En este caso se trata de la fragata USS Constitution, botada en 1797 y que aún hoy continua navegando, siendo por lo tanto el barco más antiguo que se mantiene a flote en el mundo.
¿Porqué fue tan eficiente el armamento de estas fragatas? No eran sólo los cañones, o los diferentes tipos de cañones que podían ser encontradas a bordo de los buques de guerra de principios del diecinueveavo siglo. La diferencia era el hecho de que muy pocas fragatas de la época llevaban cañones de gran calibre en gran cantidad.
Las baterías de cañones de la Constitution comenzaron con la firma de un contrato el 8 de agosto de 1794 con la esperanza de la pronta entrega de su armamento por la fundición en la isla de Rhode. Muy optimistas, firmaron para que treinta cañones largos de 24 libras fueran entregados antes del 1 de mayo de 1795 a un precio de 106,66 $ por tonelada, cerca de 225 $ por cañón.
Un cañón largo de 24 libras era un cañón que se cargaba por la boca, capaz de disparar una bola maciza de hierro de 24 libras (10,8 kilogramos).
Montado en una cureña de cuatro ruedas, tenía un alcance efectivo máximo de cerca de 1.200 yardas (cerca de 1.100 metros) y podría ser disparado aproximadamente una vez cada tres minutos por unos artilleros entrenados de doce hombres y de un grumete (el llamado «mono de pólvora»).
Contando el peso de la cureña, un 24 libras pesaba cerca de 6.000 libras (más de 2.700 kg). A consecuencia de que un cañón de tal tamaño nunca había sido fabricado antes en los Estados Unidos, la fundición no pudo entregarlos en la fecha del contrato.
La batería completa de treinta cañones fue entregada en Boston en agosto de 1797. Sin embargo, todavía no estaba completada la construcción de la fragata.
Debido a que surgieron en las piezas pequeños problemas, se intentó contactar con otras fundiciones como Cecil en Maryland, porque no había otra interesada en este tipo de trabajo.
Los contratos para los cañones largos de un calibre más pequeño previstos para las cubiertas superiores de las fragatas no fueron dejados de mala manera. Se pretendía adquirir veinte obuses de latón de 8″ (20 centímetros), conseguidos igualmente entre Paul Revere en Boston y James Byers en Springfield, Massachusetts.
Estaba previsto que cuatro de estos obuses de 1.700 libras (770 kg) fueran montadas en cada una de las tres fragatas grandes y dos en cada una de las dos fragatas más pequeñas.
Cuando los constructores intentaron instalar los obuses en la Constitution, comprobaron que eran incompatibles con la construcción de la cubierta, cerca de los palos de la nave, y fueron devueltos a tierra, para no volver a intentar instalarlos nunca más.
Cañones y más cañones
A últimos de mayo de 1798, menos de dos meses antes de que se hiciera a la mar, la Constitution tenía solamente los treinta cañones de 24 libras en la cubierta principal. En su desesperación, el gobierno federal persuadió a la Commonwealth de Massachusetts para que le prestaran a la marina los dieciséis cañones largos de 18 libras que se encontraban en el puerto de Boston.
Y entonces, en las tres semanas siguientes, la fragata recibió también catorce cañones largos de 12 libras de una fuente no denunciada. Ningún detalle ha llegado a nosotros sobre estos cañones en particular pero, en términos generales, cada cañón de 18 libras pesaba 4.700 libras (casi 2.200 kg) y eran de 8′ de largo (2,5 metros); cada cañón de 12 libras era en longitud casi igual, pero pesaba cerca de 4.100 libras (1.800 kg).
Ambos eran de avancarga. El número de artilleros era proporcionalmente menor que el de un 24 libras, pero la distancia de disparo era prácticamente igual.
Resumiendo, la fragata USS Constitution, clasificada como fragata de 44 cañones, llevó en su primera travesía treinta cañones de 24 libras, dieciséis de 18 libras, y catorce de 12 libras. Sesenta cañones largos en total. El buque llevó este enorme armamento a la «Cuasi-Guerra» con Francia, y hasta que fue puesta en reserva en junio de 1802.
Volviendo al servicio activo en el verano siguiente, navegó hacia el Mediterráneo para hacer frente a los piratas argelinos sin los cañones de 18 libras, que habían sido devueltos a sus dueños.
Después de seis meses en comisión, el comodoro Edward Preble, su comandante, deseó un fuego más pesado con el cual cañonear el Bashaw de Trípoli. Para ello solicitó prestados seis cañones de 24 libras más al rey de las dos Sicilias en Nápoles, que estaba muy contento con que se hiciera frente al «problema del pirata».
Después de atacar al Bashaw en el verano de 1804, Preble fue sustituido como comandante de la escuadrilla y después de eso se devolvieron los cañones prestados.
Llegan las carronadas
El Capitán John Rodgers asumió el control a principios de noviembre, poco después de que la Constitution recibiera ocho carronadas de 32 libras desde los Estados Unidos.
Ya hemos comentado que una carronada era un arma relativamente ligera (400 yardas de alcance máximo eficaz, unos 365 metros) de potente energía a corto alcance.
Con solamente 4′ de largo (un metro y medio) y con un peso de apenas 2.000 libras (900 kg), la carronada era servida por un número más reducido de artilleros que un cañón naval al uso y, debido a su ligereza, podían ser montadas en gran cantidad en la parte más superior del barco, donde podía causar más daño.
Gracias a un nuevo tipo de cureña diferente al de los cañones largos, podía moverse lateralmente sin esfuerzo. Era una arma nueva de fabricación americana, aunque de invención británica, siendo fundidas por Henry Foxall en la fundición de Columbia en Georgetown, Maryland, un suburbio de la capital federal.
Además, artillaron también a la fragata con ocho cañones de 12 libras, para montar cuatro por costado en el castillo y alcázar. Este armamento fue el que montó entre noviembre de 1804 hasta diciembre de 1807, cuando la fragata quedó otra vez inactiva. Eran treinta cañones largos de 24 libras, catorce cañones largos de 12 libras, y ocho carronadas de 32 libras.
Nuevos cañones de 24 libras
La Constitution seguía estando en ultramar en septiembre de 1807 cuando se mandó a la fundición de Cecil, ahora experta en la fabricación de cañones, un encargo de una nueva batería de cañones de 24 libras. Con cerca de 6.400 libras (2.900 kg) y 9′ y 6″ de largo (cerca de tres metros), las nuevas piezas eran más largas y más pesadas que sus predecesoras.
A su vuelta al Mediterráneo, el capitán Hugh Campbell, recomendó encarecidamente que los cañones de 12 libras de la fragata fueran sustituidos por carronadas.
En el invierno de 1808, la secretaria de marina siguió la recomendación del capitán Campbell, ordenando a Foxall fabricar dos docenas de estas carronadas y que fueron entregadas cuando la nave pasó a la reserva.
La Constitution volvió al servicio activo en 1809 llevando los treinta nuevos cañones largos de hierro de 24 libras de Cecil en su cubierta principal y las veinticuatro carronadas de Foxall en la cubierta superior.
Hasta el principio de la guerra en junio de 1812, solo un cañón largo de 18 libras había sido agregado como arma de caza.
Era con estos cincuenta y cinco cañones con los que la fragata USS Constitution derrotó al HMS Guerriere el 19 de agosto de 1812, ganado su apodo de «Old Ironsides» («viejo costados de hierro»). Este alias, que aún perdura, era debido a que los disparos británicos de menor calibre literalmente rebotaban sin poder penetrar en los duros costados que parecían estar hechos de hierro.
Después de la sustitución al mando de la nave, el 15 de septiembre 1812, el comodoro William Bainbridge eliminó el cañón de caza de 18 libras. Este cañón había sido virtualmente inútil, puesto que la estructura del barco no estaba adecuada para soportar un cañón de caza.
Aun así, con el resto de cañones fueron más que suficientes para terminar con el servicio del HMS Java el 29 de diciembre de 1812.
La Constitution tuvo una batalla más importante durante la guerra. Hasta ese punto, el 20 de febrero 1815 el capitán Charles Stewart había estado al mando año y medio y había realizado otro cambio en el armamento de la fragata.
Se redujo el número de carronadas a veinte y agregó dos cañones largos de 24 libras, capturados recientemente a los británicos por un corsario americano, para utilizarlos como cañones de mira o de caza.
Estos cañones fueron diseñados por sir William Congreve en 1814, cada uno con 8′ el 6″ de largo (de 2,5 metros), pero siendo de construcción más refinada, pesando solamente cerca de 5.000 libras con la cureña (menos de 2.300 kg).
El diseño era una tentativa de combinar la gama de un cañón largo con el peso más ligero de una carronada. El par se asentó en las cureñas como cañones largos, y se esperó que, puesto que eran más ligeros, podrían ser cambiados de puesto más fácilmente de lado a lado mientras el combate lo requería.
Para superar la debilidad de la nave en el disparo frontal, se quitó una cabina de oficiales que se encontraba en la parte delantera, de modo que los 24 libras pudieran disparar sin ningún obstáculo. Estos cambios contribuyeron a sus simultáneos éxitos derrotando al HMS Cyane, una fragata, y al HMS Levant, una corbeta.
En el momento en el que la USS Constitution volvió al servicio activo en 1821, algunos de sus cañones de 24 libras construidos en 1807 habían sido transferidos al primer navío de línea de los Estados Unidos, el USS Independence de 74 cañones.
Para llevar otra vez en la cubierta treinta cañones, fueron sustituidos por cañones de 24 libras que en 1816 salieron de la misma fundición. Había poca diferencia entre los dos diseños. En la cubierta superior, quedaban sólo 16 carronadas de 32 libras y los dos cañones de 24 de caza.
Después de siete años en misiones por el Mediterráneo, y otros siete en reserva, la Constitution fue nuevamente puesta en servicio en 1835 con veinte de sus veinticuatro carronadas originales en la cubierta superior.
Los cañones de mira fueron bajados a la cubierta principal, donde había sido reducida a veinticinco cañones largos de 24 libras. Se esperaba que estos dos cañones cambiaran de puesto fácilmente, permitiendo que cualquier banda tuviera esencialmente su batería llena normal cuando se combatiera solamente por un costado.
Se instalan los cañones bomberos
La tecnología causó el cambio siguiente en el armamento de la nave, en 1842.
Aquel verano, la fragata recibió cuatro cañones Paixhans de 68 libras (casi 31 kg) en su cubierta principal. Eran 8′ y 10″ (más de dos metros y medio) de largo y pesaban cerca de 7.700 libras con la cureña (cerca de 3.500 kg).
Con ellos en la cubierta principal había veintiséis de 24 libras fabricados entre 1807/1816. En la cubierta superior llevaba 20 carronadas de 32 libras fabricadas en 1808 y los dos cañones de caza de 24 libras que cambiaban de puesto. Con este armamento hizo una travesía alrededor del mundo, 1844-46.
Mientras esta se encontraba en su largo viaje, el departamento de marina realizó un estudio sobre el armamento de las fragatas y se decidió sobre un nuevo sistema que implicaba armar sus naves principalmente con los cañones de peso y longitud variable, pero todos del mismo calibre: el de 32 libras.
Bajo este plan, la Constitution pasó sus siete años finales del servicio activo (1848-55) llevando una batería en la cubierta superior de veinte cañones largos de 32 libras de 7′ y 4″ de largo (algo más de 2 metros) y que pesaban 4.100 libras cada uno (1.900 kg), y una batería en la cubierta principal de los cuatro Paixhans de 68 libras y de veintiséis cañones largos de 32 libras de 8′ largos (2,5 metros) y pesando cerca de 5.200 libras cada uno (cerca de 2.400 kg).
Durante sus años en la academia naval (1860-71) y como nave de entrenamiento (1876-81), llevó generalmente menos de veinte cañones de 32 libras de ambos tipos. Éstos fueron utilizados sobre todo para el ejercicio de sus artilleros, y eran raramente disparados todos a la vez.
Notas
- Después de la victoria de la Constitution sobre el Guerrerie, el Congreso autorizó la construcción de los tres primeros navíos de línea de su marina y seis fragatas más. Estos navíos de línea eran el Washington (74), Independence (74) y Franklin (74). Todos fueron completados en 1815, por lo que no estuvieron en servicio durante la Guerra de 1812.
- La inclusión de una cláusula a aquel efecto en el Acta Naval de 1794 había sido el único camino para George Washington para obtener la aprobación del Congreso para la construcción de los barcos.
- La USS President fue completado más tarde en 1800.
- El roble común, después de décadas de guerra europea, se hacía cada vez más difícil de encontrar. Hacia 1813, de hecho, requirieron que Gran Bretaña ordenara la construcción de seis nuevas fragatas pesadas con abeto. El empleo de abeto fue muy criticado debido al hecho que cuando era golpeado por una bala de cañón, se astillaba muy mal, causando tanto si no más víctimas que la bala de cañón en sí mismo. Después de las acciones de 1812 y tras una revisión por la Marina inglesa de las listas de víctimas estadounidenses, la Marina inglesa reconsideró su posición más en cuanto al empleo de abeto. Que el pequeño número de víctimas estadounidenses se debía más que nada con el hecho de que los cañones de las fragatas inglesas raras veces daban a los buques americanos era algo que los británicos no pensaron que había que tener en cuenta.
En este artículo se ha mantenido las unidades de medidas anglosajonas y su equivalente métrico.
Fuentes
- Steve McQuillan.
- USS CONSTITUTION web.
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