Por Santiago Gómez Cañas
Autor del libro: «Historiales de los navíos de línea españoles, 1700-1850»
Esta entrada pertenece a la sección:
Historiales de los navíos de línea españoles (XVIII-XIX)
Índice
Navío de línea de 74 cañones
Construido por el ingeniero Julián Martín de Retamosa, sucesor de José Romero Fernández de Landa, siguiendo los planos del navío San Ildefonso, según la Real orden del 24 de noviembre de 1792. Con este navío y los de su misma clase Neptuno y Argonauta, Retamosa consiguió realizar unos navíos excelentes, los mejores navíos de línea de la época.
El dinero para su construcción, 85.912 pesos, fue aportado en una suscripción popular por los santanderinos, con la mediación del capitán de navío José de Bustamante y Guerra. Este marino, que llegó a Acapulco en 1791 al mando de la corbeta Atrevida, expuso al virrey Juan Vicente Guemes Pacheco de Padilla y Hoscasitas, segundo conde de Revillagigedo, el proyecto de la construcción de un navío sufragado con aportaciones de montañeses residentes en América.
Con el apoyo del virrey y la ayuda del hermano del marino, Francisco de Bustamante, el proyecto fue avanzando. Para el 15 de noviembre de 1791 se habían recaudado 82.000 pesos fuertes entre la población montañesa, informando Francisco de Bustamante a Antonio Valdés, ministro de la Guerra, que el dinero debía llegar a Ferrol.
Botado en Ferrol el 14 de mayo de 1794, recibió la advocación de «Santo Toribio de Mogrovejo».
Entregado a la Armada, se pone al mando del capitán de navío Casimiro Vigodet y estuvo en una campaña del Cantábrico en 1794 durante la guerra con la Francia republicana.
En septiembre de 1794 navega en las islas Azores con la escuadra del Océano del teniente general José de Córdova, esperando a varias naves de guerra y mercantes. La escuadra regresa a Cádiz a mediados de noviembre.
Durante esta navegación, realiza con el navío Monarca varias pruebas comparativas los días 20 y 23 de septiembre, 29 de octubre y los días 2, 4 al 9 de noviembre, siendo favorables al navío Montañés con mayor velocidad y maniobrabilidad.
Era un navío muy rápido, navegaba a 14 nudos con viento fresco a un largo y 10 ciñendo, cuando lo normal eran 10 y 8 nudos respectivamente. Además, conservaba perfectamente su batería baja, con una altura sobre la flotación de 1,89 metros.
El 14 de diciembre de 1794 se posesionó de su mando el capitán de navío José Jordán y Maltés. A finales de 1794, estando en la bahía de Rosas con la escuadra del teniente general Juan de Lángara, que tenía izada su insignia en el navío Reina Luisa, se dio su mando al capitán de navío Antonio de Escaño, que había llegado al apostadero de Rosas a bordo de la fragata Venganza, aunque no llegó a tomar el mando efectivo del navío al ser nombrado Escaño mayor general de la escuadra del Océano, puesta al mando del teniente general José de Mazarredo.
El 17 de enero de 1795 capturó, con la colaboración del navío Reina Luisa, a la fragata francesa Iphigenia (también llamada Efigenia) armada con 32 cañones y tripulada por 280 hombres.
Los hechos comenzaron a las 10 de la mañana del 17 de enero cuando se avistó un buque por el NO navegando a toda vela a lo largo de la costa. Lángara ordenó al Montañés, que se encontraba algo atrasado, darle caza al no responder a las señales. A las cuatro de la tarde la fragata izó la bandera tricolor francesa en respuesta a la española izada en el navío insignia y en el Montañés, quedando a tiro de cañón por la proa.
Se rindió a las seis horas y media de caza. La fragata francesa se encontraba navegando con la fragata Vestal sobre cabo Sicié cuando un temporal del NE la arrastró el 15 de enero hasta el norte de la isla Dragonera, de las Baleares. El 15 de mayo llega el Montañés al puerto de Mahón, donde son desembarcados los tripulantes de la fragata francesa.
Al mando del capitán de navío José Jordan y Maltés y su segundo en el mando el capitán de fragata Bernardo Muñoz sostuvo un combate el 30 de marzo de 1795 durante dos horas y media con una división francesa de diez buques de guerra bajo las baterías costeras de San Feliú de Guixols.
Cuando se encontraba el navío Montañés a cinco leguas al S.E. del cabo San Sebastián, descubrió diez velas a sotavento. Creyendo que eran británicos, se dirigió hacia ellos para averiguar el resultado del combate que habían librado con la escuadra francesa de Tolón en las costas de Italia, combate que tuvo lugar el 14 de marzo, conocido como batalla de Génova.
Se encontraba a una legua de distancia, manteniéndose siempre el barlovento, cuando repitió las señales que antes había hecho y que creía Jordán habían sido respondidas. En esta segunda ocasión las señales de reconocimiento no fueron respondidas, dándose cuenta que era una escuadra enemiga de ocho navíos de línea, uno de ellos de tres puentes, y dos fragatas, según observaron los españoles.
Los franceses llevaban en un principio bandera española, que arriaron e izaron la tricolor republicana, iniciándose la caza del navío español desde las once del mediodía hasta las nueve de la noche del 30 de marzo.
Dada el buen andar del navío, el Montañés llegó al puerto de San Feliú de Guixols, con tiempo suficiente para fondear frente a las baterías a la espera de la escuadra enemiga. Las baterías de tierra estaban al mando del capitán Domingo Remón, del regimiento de infantería Murcia.
La escuadra enemiga pasó frente al navío por espacio de dos horas y media disparando a una distancia de medio tiro de cañón, respondiendo el navío español con 1.100 cañonazos. Los daños del enemigo eran apreciables en los aparejos, mientras que el comandante Jordán tuvo que lamentar la muerte del condestable, dos marineros y varios heridos graves entre marineros y tropa. La escuadra francesa siguió cruzando la costa hasta cabo Creux, perdiéndose de vista a las pocas horas.
Después de este combate, tras haber realizado algunas reparaciones y finalizado su crucero por aquellas costas, el comandante Jordán puso rumbo a Mahón para incorporarse a la escuadra de Lángara el 14 de mayo.
Por el patrón de un falucho capturado por los franceses, y después liberado, se supo que la escuadra francesa que atacó al Montañés llevaba treinta y dos días de navegación desde Brest para unirse a la escuadra de Tolón.
También relató el patrón que el navío comandante tenía 200 enfermos de una tripulación de 800 hombres, y otro de los buques tenía 400 enfermos. En el navío en que se hallaba, una de las balas disparadas por el navío español lo atravesó de costado a costado. A las 28 horas de conocer el suceso, el comandante de la escuadra, Juan de Lángara, zarpó de Mahón con 16 navíos y 8 fragatas a la caza de la escuadra enemiga, a la que no encontró.
Nos queda la duda de la composición y mando de la escuadra francesa. Según el francés Guerin, la división francesa estaba compuesta por un navío, cuatro fragatas, dos corbetas y un bergantín. Es probable que esta escuadra estuviera al mando del contralmirante Jean Francois Renaudin, que salió de Brest en febrero de 1795 y llegó a Tolón el 3 de abril, con los navíos Jemmapes, insignia, Montagnard, Tyrannicide, Trente-et-un Mai, Aquilon y Révolution, todos de 74 cañones, y las fragatas Courageuse, Embuscade, Félicité y Unité, de 32 cañones.
El 16 de junio de 1795 es destinado a la escuadra del Océano, mandada por el teniente general José de Mazarredo, zarpando de Mahón rumbo a Cádiz. A su llegada a Cádiz, el 27 de julio, queda incorporado a la escuadra del Océano. Dos días más tarde izó en este navío su insignia el teniente general Domingo de Nava, aunque su estancia fue corta al ser destinado el navío a aguas de Filipinas.
El 3 de agosto de 1795 deja el mando el capitán Jordán y es sustituido por el capitán José Manuel de Villena, segundo marqués del Real Tesoro.
Al mando de un nuevo comandante, el capitán de navío Fernando María Valcárcel y Vargas, zarpa de Cádiz el 22 de noviembre de 1795 con la división del jefe de escuadra Ignacio María de Álava, tres navíos y dos fragatas, con la insignia de Álava en el navío Europa. Según González de Riancho, el Montañés estuvo al mando del capitán Miguel de la Sierra y Donesteve desde que salió de Cádiz hasta su regreso el 15 de mayo de 1803, pero De la Sierra era oficial de órdenes en el navío insignia.
Su destino era el archipiélago filipino, con la comisión de defender aquellas aguas de los ataques británicos en la futura guerra que se avecinaba entre las dos naciones. La escuadra de Álava llegó a Manila el 25 de diciembre de 1796, entrando posteriormente a Cavite el 8 de enero de 1797 para ser sometido a varias reparaciones tras la larga travesía.
En 1798 es enviado a las costas de China con las fragatas Santa María de la Cabeza y Santa Lucía para interceptar el comercio británico en aquellas costas, aprovechando la travesía para adiestrar a las nuevas dotaciones y probar la nueva arboladura y jarcia fabricada en las Filipinas.
Mandados por el capitán de navío Fernando María Valcárcel, se hacen a la vela los tres buques a mediados del mes de abril, regresando a Cavite a finales del mes de junio sin haber avistado buque enemigo alguno.
Entre el 9 de enero, que salieron de Cavite, y el 2 de febrero de 1799, que regresaron a puerto, realizó un crucero por las costas chinas con el navío Europa, insignia, las fragatas Lucía y Fama, la fragata francesa Preneurse y la corbeta Brulegueille, escuadra que estaba al mando de Ignacio María de Álava. Avistaron varios buques de guerra y mercantes británicos, pero estos prefirieron huir y evitaron el enfrentamiento.
En abril de 1799 es enviado al estrecho de San Bernardino con el navío San Pedro Apóstol a esperar a la fragata Nuestra Señora del Pilar, que escoltada desde Acapulco a la nao Magallanes (fragata destinada a Galeón de Manila).
Regresaron todos los buques a Cavite en el mes de junio. A partir de entonces la escuadra de Álava se dedicó a la protección del tráfico con América y a la defensa del archipiélago filipino ante el aumento de la presencia naval británica en la zona.
El 26 de julio de 1801 zarpó de Cavite al mando del capitán de navío Valcárcel dando escolta a la nao Rey Carlos. Separados en la travesía, llegó a Acapulco el 15 de noviembre, mientras que la nao fondeó en el mismo puerto el 7 de diciembre.
Encontrándose en Acapulco, es puesto al mando a primeros de 1802 del capitán de navío Juan José de Elizalde y Uztariz. El 11 de marzo de 1802 zarpan de Acapulco rumbo a Filipinas el navío Montañés, al mando del capitán Elizalde, y la nao Rey Carlos, al mando del coronel de milicias Jacinto Celis.
El navío llevaba a bordo 2.159.022 pesos (850.385 para las atenciones de la escuadra) y la nao 1.134.027 pesos. Al llegar a puerto desembarcó el capitán Elizalde para mandar la nao de Manila.
En esta campaña asiática, la escuadra española no tuvo enfrentamientos ni combates con las escuadras británicas. Su sola presencia evitó que las islas Filipinas fuesen atacadas. Finalizada la guerra con Gran Bretaña, se ordena el 5 de abril de 1802 el regreso de la escuadra de Álava a la península, zarpando de Manila el 11 de enero de 1803 con las fragatas Santa María de la Cabeza, Nuestra Señora del Pilar, Fama y la urca Aurora.
Estaba al mando del capitán de navío Isidoro García de Postigo y era el buque insignia de Álava. Realizando la travesía por la ruta del cabo de Buena Esperanza entran en Cádiz el 15 de mayo de 1803. El jefe de escuadra Álava arrió su insignia de este navío el 1º de junio. En el arsenal de La Carraca es reparado y se aumenta su artillería a 80 cañones.
El 1º de junio de 1803 se concede su mando al capitán de navío Fernando de Bustillo y de la Concha, con el que pasó a Ferrol, dejando el mando el 10 de agosto de ese año. Por Real orden de 13 de noviembre de 1804 se ordena su alistamiento en Ferrol en previsión de una nueva guerra con Gran Bretaña, pero se le encontraron síntomas de pudrición en sus maderas, por lo que tuvo que entrar en dique el 16 de marzo de 1805.
Por otra Real orden de 5 de junio de 1805 el Príncipe de la Paz ordena que sea alistado junto a los navíos Oriente y San Telmo y unirse a la escuadra de siete navíos del teniente general Domingo Pérez de Grandallana. El 19 de junio de 1805 es nombrado su comandante el capitán de navío Francisco de Alcedo y Bustamante, que antes era el Mayor General del departamento
El 2 de julio salió del arsenal, quedando fondeado en el puerto, donde se terminaron los últimos detalles de su alistamiento. El 8 de agosto salió de Ferrol con la escuadra de Grandallana para unirse a la escuadra combinada de Villeneuve y Gravina, tras el regreso de esta por su singladura en las Antillas. El 10 de agosto de 1805 llega con la escuadra a la rada de Ares.
El 13 de agosto, día en que Alcedo y Bustamante se hace cargo efectivo del mando, zarpa de la rada de Ares con la escuadra combinada y entra en la bahía de Cádiz el día 20 de agosto. Formó parte de una división española apostada a la entrada de la bahía de Cádiz para evitar cualquier ataque enemigo al puerto.
Combate en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805 con la escuadra combinada de Villenauve y Gravina contra la británica del almirante Horatio Nelson. Contaba con 76/80 cañones y una dotación de 749 hombres.
Consigue regresar a Cádiz con las bajas de 20 muertos y 29 heridos al mando del teniente de navío Alejo Gutiérrez de Rubalcaba, al haber muerto en el combate su comandante Alcedo y herido de gravedad su segundo el capitán de fragata Antonio Castaños.
El 22 de octubre fondeó en Rota, haciéndose a la vela al día siguiente con otros navíos, consiguiendo represar a los navíos Santa Ana y Neptuno, fondeando el mismo día 23 cerca del puerto de Cádiz, donde soportó el fuerte temporal.
El 28 de octubre fallece su segundo en el mando, el capitán de fragata Antonio Castaños, y Rubalcaba es sustituido en el mando al día siguiente por el capitán de fragata Ramón Herrera. El 6 de diciembre de 1805 entró en el caño de la Carraca para iniciar su rehabilitación. Reparados los daños en el arsenal de La Carraca queda listo para el servicio el 25 de febrero de 1806, efectuando varios viajes a las islas Canarias y Baleares al mando del capitán de navío Ramón Herrera y Cruzat.
El 19 de febrero de 1808 toma su mando el capitán de navío José Cayetano García de Quevedo y de Chiesa que sustituye a Herrera por enfermedad. En julio de ese año se encontraba en Cádiz con la escuadra del teniente general Juan Ruiz de Apodaca, participando en la rendición se la escuadra francesa del almirante Rosilly, siendo su comandante García de Quevedo, ascendido a brigadier, y su segundo el capitán de fragata Claudio Roig.
El 1º de septiembre de 1808 es desarmado y su comandante García de Quevedo desembarcado. En diciembre de 1808 se mandó armar en Cádiz junto a otros buques de guerra ante la necesidad de proteger el comercio y apoyar las operaciones del Ejército contra los invasores franceses. El 1º de enero de 1809 es puesto de nuevo al mando de José Cayetano García de Quevedo.
Zarpa de Cádiz el 1º de mayo de 1809 con el navío San Lorenzo y otros dos navíos británicos de 74 cañones, Leviathan, capitán Harvey, y Conqueror, capitán Edward Fellowes, los bergantines mercantes San Miguel, capitán Vicente Lenus, Santo Domingo, capitán Ambrosio Martínez, Santa Elena, capitán Miguel Centeno, y el bergantín británico Juana, mandado por el capitán Robert Thompson, para llevar 1.485 prisioneros franceses a las islas Canarias, regresando a Cádiz los días 16 y 17 de junio.
Al mando del brigadier Quevedo zarpa de Cádiz el 12 de agosto de 1809 rumbo a Vigo para llevar pertrechos y caudales a la escuadra y ejército que se encontraban en Ferrol, regresando a Cádiz el 18 de septiembre.
En diciembre de 1809 recibe su comandante Quevedo la orden de zarpar rumbo a Puerto Rico para llevar prisioneros y regresar con los caudales del navío San Leandro, que había arribado en aquel puerto. A primeros de 1810 se encontraba todavía a la espera de zarpar cuando la plaza de Cádiz es asediada por el ejército francés.
Estaba al mando del brigadier García de Quevedo cuando un fuerte temporal, la noche del 6 al 7 de marzo de 1810, arroja al navío y a otros buques que estaban en la bahía de Cádiz contra la costa, entre ellos estaban quince mercantes, los navíos españoles Purísima Concepción, Montañés y San Ramón, el portugués de 74 cañones María y la fragata Nuestra Señora de la Paz.
El navío Montañés, al que le faltaron todos los cables, quedó varado en la costa de Trocadero, siendo quemado por los franceses que ocupaban esa zona. Tras ser recuperado, se vendió en pública subasta el 12 de marzo de 1822.
Dimensiones
Sus dimensiones, en pies de Burgos, eran las siguientes: 190 pies de eslora (54,60 metros), 169 pies y 6 pulgadas de quilla (48,71 metros), 51 de manga (14,65 metros), 25 pies y 6 pulgadas de puntal, 28 de plan, 24,7 de calado a popa, 23,3 de calado a proa, 1.499 toneladas de arqueo, 2.763 de desplazamiento.
Artillado
En 1794: 74 cañones, 28 cañones de a 24 libras en la primera batería, 30 de a 18 en la segunda, 16 de a 8 libras (10 en el alcázar y 6 en el castillo).
En octubre 1805: 76 piezas, 28 cañones de a 36 libras en la primera batería, 30 de a 18 en la segunda batería, 8 cañones de a 8 libras y 10 obuses de a 30 libras.
Dotaciones
En la batalla de Trafalgar:
Oficiales de guerra: 12 + 2 del Ejército: 14
Guardiamarinas: 2
Oficiales mayores: 9
Contramaestres, guardianes y patrones de bote: 9
Carpinteros: 8
Calafates: 8
Armero, buzo, farolero y cocinero: 6
Tropa de infantería: 275 (167 de infantería de marina y 108 del 2º Batallón de Voluntarios de Cataluña)
Tropa de artillería: 53 (33 de artillería de marina y 20 del ejército)
Artilleros de Preferencia: 21
Artilleros ordinarios: 97
Marineros: 112
Grumetes: 114
Pajes: 21
Total: 749
Cádiz, 3 de junio de 1806:
Oficiales de guerra: 11
Oficiales del ejército: 2
Oficiales mayores: 10
Oficiales de mar: 30
Tropa de infantería: 245
Tropa de artillería: 43
Artilleros de mar: 102
Marineros: 122
Grumetes: 107
Pajes: 14
Total: 686
En la captura de la escuadra de Rosilly, 1808:
Oficiales de guerra: 11
Oficiales del ejército: 2
Oficiales mayores: 10
Oficiales de mar de pito: 10
Oficiales de mar de sueldo temporal: 27
Tropa de infantería: 170
Tropa de artillería: 86
Artilleros de mar: 91
Marineros: 118
Grumetes: 72
Pajes: 10
Total: 607
Bibliografía
- Barbudo Duarte, Enrique.: Apresamiento de la escuadra francesa del almirante Rosily en la bahía de Cádiz, el 14 de junio de 1808. Colección Fragata. Cádiz, 1987.
- Fernández Duro, Cesáreo.: Armada española desde la unión de los reinos de Castilla y de Aragón. Museo Naval, Madrid, 1973, tomo VIII, pp. 51, 59; tomo IX, p. 405.
- Fernández Duro, Cesáreo.: Disquisiciones náuticas. A la mar madera. Tomo V. Madrid, 1877. (Facsímil, Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Naval. Madrid, 1996), p. 206.
- Fernández Duro, Cesáreo.: Naufragios de la Armada española. Madrid, 1867, pp. 206-214.
- Franco Castañón, Hermenegildo.: La razón de Trafalgar. La campaña naval de 1805. Un análisis crítico. AF Editores. Valladolid, 2005, pp. 41, 53, 105-106.
- Garat Ojeda, Miguel Ángel.: España y la Real Armada. Un gran desafío: 1809. Navantia, S.A., 2013, p. 41.
- García-Torralba Pérez, Enrique.: Navíos de la Real Armada, 1700-1860. Fondo Editorial de Ingeniería Naval. Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos de España. Madrid, 2016, p. 433.
- González-Aller Hierro, José Ignacio.: La campaña de Trafalgar (1804-1805). Corpus Documental. Ministerio de Defensa, Madrid, 2004, tomo II, pp. 1.703-1.704, 1.706-1.707.
- González de Riancho, Aurelio.: “El navío de guerra El Montañés”. Revista Altamira. Centro de Estudios Montañeses. Gobierno de Cantabria. Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Tomo LXXXIII. Santander. Nº 83, año 2012; pp. 270-275, 278, 280-283, 287.
- Guérin, Léon.: Histoire maritime de France. Tomo VI. Dufour et Mulat Editores. París, 1891, p. 98.
- Hennequin, Joseph Francois Gabriel.: Biographie maritime. Tomo II. París, 1836, p. 456.
- Juan-García Aguado, José María de.: José Romero Fernández Landa. Un ingeniero de Marina en el siglo XVIII. Servicio publicaciones Universidad de La Coruña. Monografías, nº 59, 1998, pp. 87, 245, 247, 249.
- Paula Cuadrado, Francisco de.: Elogio histórico del Excmo. Sr. Don Antonio de Escaño. Imprenta Real Academia de la Historia: Madrid, 1852, p. 18.
- Paula Pavía, Francisco de.: Galería Biográfica de los Generales de Marina. 3 tomos. Imprenta de F. García y C. Mayor. Madrid, 1873, tomo I, p. 216; tomo II, pp. 166, 329-330, 679-680; tomo III, p. 255.
- Rodríguez González, Agustín Ramón.: Otras Victorias por mar de los españoles. Editorial Sekotia. Madrid, 2013, pp. 135-138.
- Rodríguez González, Agustín Ramón.: «Dos combates afortunados en circunstancias desesperadas» Revista General de Marina Marzo 2013
- Travieso, José Marcelino.: Biografía del excelentísimo señor D. Alejo Gutiérrez de Rubalcaba. Teniente General de la Real Armada. Imprenta T. Fortanet. Madrid, 1857, p. 13.
- Archivo General de Indias (AGI). Estado, 45, N.46. Carta de Ignacio María de Álava al Príncipe de la Paz. Cavite, 1º de agosto de 1798.
- AGI. Estado, 45, N. 52. Carta de Ignacio María de Álava a Francisco de Saavedra. Manila, 11 de junio de 1799.
- Archivo General de Marina Álvaro de Bazán (AGMAB). Expediciones a Indias (EI), leg. 29, doc. 073. Carta del virrey Félix Berenguer de Marquina a José Antonio Caballero. México, 27 de diciembre de 1801.
- AGMAB. EI, leg. 31, doc. 008. Carta del virrey Félix Berenguer de Marquina a José Antonio Caballero. México, 27 de marzo de 1802.
- AGMAB. EI, leg. 45, doc. 010. Carta de Ignacio María de Álava a Antonio de Escaño. Cádiz, 29 de diciembre de 1809.
- Archivo Histórico Nacional (AHN). Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, Estado, 25, B. Diario Marítimo. Vigía de Cádiz. Cádiz, 12 de agosto de 1809.
- AHN. Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, Estado, 25, B. Parte del capitán de puerto Diego Butrón al gobernador de la plaza. Cádiz, 19 de septiembre de 1809. Diario Marítimo. Vigía de Cádiz. Cádiz, 18 de septiembre de 1809.
- Gaceta de México, nº 3, tomo V. Martes, 7 de febrero de 1792, pp. 22-28.
- Gaceta de Madrid, nº 8, 27 de enero de 1795, p. 107.
- Gaceta de Madrid, nº 30, 14 de abril de 1795, pp. 404-406.
- Gaceta de Madrid, nº 46. Martes, 10 de junio de 1800, pp. 488-490.
- Mercurio histórico y político. Imprenta Real, Madrid, junio de 1794, tomo II, pp. 273-274.