Por Santiago Gómez Cañas
Autor del libro: «Historiales de los navíos de línea españoles, 1700-1850»
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Historiales de los navíos de línea españoles (XVIII-XIX)
Índice
Navío de 68 cañones
Este navío sirvió en la Real Armada y posteriormente como buque de registro, siendo protagonista involuntario de una nueva crisis diplomática con Gran Bretaña, a pesar de ser aliados en una guerra contra la Francia republicana.
El 2 de mayo de 1752 se ordena la puesta en grada de dos navíos, el Aquiles y el Firme, además de cinco fragatas, Venganza, Águila, Victoria, Flecha y Hermiona, con el sistema de construcción a la inglesa o de Jorge Juan. El ingeniero Mateo Mullan fue el encargado de los trabajos. Quedó bajo la advocación de «San Román». Se le coloca la quilla en La Carraca el 16 de mayo de 1752.
Tuvo una botadura accidentada. Concluido en 13 de agosto, se fija su botadura para el 19 de agosto de 1754 por haber una buena marea, pero no se consiguen picar las amarras, y al día siguiente se detuvo, por lo que se puso la nueva fecha del 5 de septiembre a las tres de la tarde, pero se fue solo a la una de la tarde, dos horas antes de la hora fijada.
El 31 de marzo de 1755 zarpa de Cádiz rumbo a Ferrol con aparejos y municiones de guerra. Ese mismo año, al mando del capitán de navío Juan de Soto y Aguilar, realiza varias patrullas de corso. A mediados de junio de 1755 escolta desde el cabo San Vicente a Cádiz a varios buques de guerra y mercantes salidos de la Habana a primeros de abril, mandados por el capitán de navío Gutierre de Hevia.
A mediados del mes de julio salen de Cádiz los navíos Aquiles, Tigre y Dragón, mandados por el jefe de escuadra Joaquín Manuel de Villena y Guadalfajara, para unirse al navío Eolo en la patrulla por los cabos de San Vicente y Santa María.
En abril de 1760 se encontraba en la escuadra basada en la bahía de Cádiz. Estaba al mando del capitán Hermenegildo de Orbe. Al año siguiente, a mediados de marzo, entra en La Carraca para ser carenado. En mayo de 1761 zarpa de Cádiz al mando del capitán de navío Juan Ignacio de Salavarría con los buques del jefe de escuadra Juan Manuel de Villena, marqués del Real Tesoro, destinada a cruzar entre el cabo de San Vicente y las islas Azores para proteger la recalada de las embarcaciones que llegaban de América.
El 17 de julio de 1761 salen de Cádiz los navíos Aquiles y Glorioso para cruzar los cabos San Vicente y Espartel y combatir a los corsarios berberiscos. En enero de 1762 seguía destinado en el departamento marítimo de Cádiz.
El 26 de febrero de 1763, estando al mando del capitán de navío José de Somaglia, y en conserva de los navíos África, Héctor y Princesa y los mercantes San José y Sol, sale de Cádiz para llevar tropas y pertrechos a la Habana. Mandaba estos buques el jefe de escuadra José de Zapiaín.
Para su regreso a la península, fue a Veracruz a recoger caudales, sale de dicho puerto el 17 de junio de 1765 y de la Habana el 9 de julio, en conserva del navío de registro San Pedro y San Pablo, de la fragata Astrea y de la fragata correo Príncipe. Fondea en la bahía de Cádiz el 2 de septiembre de 1765. Llevaban a bordo 2.117.023 pesos fuertes, 2.232 quintales de cobre, 1.100 quintales de palo de tinte, 8.396 arrobas de azúcar, 1.725 de grana fina, 720 de grana silvestre, 400 de azúcar, 120 de añil, 725 de jalapa, 139 de achiote, 252.425 vainillas y 283 cueros al pelo.
En octubre de 1765 zarpa de nuevo de Cádiz para repetir travesía a Veracruz, mandado por el capitán de navío Joaquín de Zabalza. Regresa a Cádiz con caudales y varios productos. En febrero del año siguiente se encontraba en el arsenal de La Carraca y necesitó reparaciones urgentes, siendo el presupuesto tan costoso que en el mes de julio todavía no habían comenzado los trabajos.
A primeros de junio de 1767 llega a Cartagena desde Cádiz al mando del capitán de navío Francisco Espínola. En Cartagena debía ser carenado, y las obras se estimaron que durarían no menos de cinco meses de trabajos.
A propuesta de Francisco Gautier, director general de construcciones y carenas, el navío Aquiles es excluido y desarmado en Cartagena en agosto de 1770, después de una visita que realiza al departamento marítimo.
A partir de esta fecha comienza su historial como buque de registro y, como tal, realiza numerosas travesías al océano Pacífico, cambiando su nombre por el de Santiago Apóstol (a) Aquiles. A pesar de ser un navío mercante, sirvió en escuadras de guerra en el conflicto contra Gran Bretaña, de 1779 a 1783.
El 7 de abril de 1773 sale de Callao como buque de registro y llega a la bahía de Cádiz el 10 de septiembre con 2.552.951 pesos de particulares. En septiembre de 1776 regresa de nuevo a Cádiz procedente de Callao de Lima con 889.089 pesos y otros productos. El 4 de enero de 1777 se hizo a la vela desde Cádiz con el navío de guerra San Pedro Alcántara rumbo a los puertos de Mar del Sur. Fondea en Callao el 11 de junio de 1777.
Vuelve a hacerse a la vela rumbo a Cádiz con el navío de guerra Astuto el 13 de marzo de 1778, llegando a la bahía gaditana el 10 de septiembre de 1778 al mando del capitán José de Arróspide, con 1.461.075 pesos de particulares.
En 1779 realiza una nueva travesía al océano Pacífico desde Cádiz, llegando al puerto del Callao de Lima a mediados del mes de agosto. En plena guerra con los británicos se emite una Real orden el 15 de marzo de 1780 para que se armen en guerra varios navíos de registro. El virrey Agustín de Jáuregui decide armar el Aquiles, el que años atrás había pertenecido a la Real Armada, para incorporarse a la escuadra al mando del brigadier Antonio María Vacaro.
En septiembre de 1780 embarca en el puerto de Callao al virrey saliente Manuel de Guirior, que es llevado a Valparaíso para su regreso a la península, vía Buenos Aires. Regresa a Callao el 3 de noviembre de 1780, momento en que es reconocido en el apostadero para armarlo en guerra. Se le hicieron las obras necesarias y quedó armado, utilizándose los cañones del navío de registro San Pablo.
El 8 de marzo de 1781 se hace de nuevo a la vela rumbo a la plaza de Valdivia, donde llega el 16 de junio, desembarca los caudales del situado y se incorpora después a la escuadra de Vacaro en Talcahuano el 18 de junio de 1781. Había salido de Callao armado con 42 cañones (30 x 12 y 12 x 6 libras), y tripulado por 402 hombres, más 16 criados.
El 10 de enero de 1781 se había nombrado como su comandante al capitán de fragata Benito Jiménez Guzmán, y quedó como su segundo su dueño Manuel Calvo, habilitado por el virrey como teniente de navío.
El 11 de septiembre de 1781 se nombra como comandante al capitán de navío Manuel de Eguía cuando se encontraba en el puerto de Talcahuano. No siendo necesarios sus servicios, en noviembre de 1782 se ordena a su comandante dirigirse a Callao para ser desarmado. Zarpa de Talcahuano el 16 de noviembre y llega a Callao el 4 de diciembre de 1782.
El 15 de enero de 1783, con la guerra a punto de finalizar, se desarma en el Callao y se entrega a su dueño en febrero de 1783, volviendo a servir, a partir de entonces, como navío mercante.
El 25 de marzo de 1785 zarpa de Callao y entra en Cádiz el 29 de julio con la siguiente carga: 2.563.393 pesos y 12 reales de plata, 10.373 marcos de plata labrada, 27.534 arrobas de cacao, 27.788 de quina, 619 de lana de vicuña, 5.121 quintales de cobre en barras y otros efectos. A finales de 1785 zarpa de nuevo de Cádiz rumbo al puerto de el Callao de Lima, de donde regresa a Cádiz el 22 de agosto de 1789 con 731.468 pesos, cobre, cacao y otros efectos.
El navío Santiago Apóstol (a) Aquiles, zarpa del Callao de Lima rumbo a Cádiz el 30 de abril de 1792. Regresa de arribada a puerto por una vía de agua. Fue descargado y reconocido para averiguar por dónde entraba el agua. Esta arribada fue una mala suerte, como veremos en su salida definitiva y travesía a Cádiz.
Incidente con los británicos
Zarpa de nuevo el 10 de noviembre de 1792. Seguía siendo su capitán, dueño y maestre Manuel Calvo (escrito con “b” en algunos documentos). Sale en conserva de otros buques de registro, como el San Pedro, Nieves y la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y San Francisco de Paula (a) Unión. Dicha fragata consigue entrar en Cádiz el 15 de abril de 1793, al igual que el San Pedro el 7 de mayo de 1793, pero no el navío Aquiles.
Cuando se hizo a la vela de Callao no había comenzado la guerra contra la República francesa. Francia estaba en guerra con Gran Bretaña desde primeros de febrero de 1793 y declara la guerra a España el 7 de marzo de 1793. Su capitán Calvo solo conocía la noticia de la muerte del rey francés.
El navío Aquiles es capturado el 7 de abril de 1793 por el corsario francés General Dumourier (22 cañones de a 6 libras y 196 hombres), tras cinco horas de duro combate, donde el navío español pierde a 10 muertos y 37 heridos. Pocos días después, el 17 de abril, la fragata británica Phaeton, de 38 cañones y al mando del capitán Andrew Snape Douglas, captura a 140 leguas al oeste del cabo Finisterre al corsario francés y represa al navío español, llevando a los dos buques a puerto británico de Portsmouth.
Esta fragata pertenecía a la escuadra del contralmirante John Gell, que había zarpado el 5 de abril rumbo al Mediterráneo, concretamente a la base de Gibraltar. Dicha escuadra estaba compuesta por los navíos St. George, 98, insignia de Gell, capitán Thomas Foley, Boyne, 98 cañones, capitán William A. Otway, Ganges, Edgar y Egmont, de 74 cañones, mandados por los capitanes Anthony James Pye Molloy, Albermarle Bertie y Archibald Dickson.
Estos buques pertenecían a una escuadra superior, a la del mando del vicealmirante Lord Hood, que izaba su insignia en el Victory. La pérdida de este buque mercante español no fue uno más de los buques perdidos en la guerra, tuvo graves repercusiones en el futuro, siendo una de las causas por las que España y Gran Bretaña llegaron a romper hostilidades el 7 de octubre de 1796.
Los británicos estimaron el valor de la captura en unas 900.000 libras esterlinas. Algunas fuentes elevan la suma hasta 1.200.000 o 1.300.000 libras esterlinas.
Es de suponer que en estas cifras más elevadas se incluyen los precios de los dos buques. El valor actual sería de 100 millones de libras. Los caudales fueron llevados a la Torre de Londres en 21 carros, escoltados por una compañía de dragones, una imagen que recuerda a tiempos pasados de las capturas de piratas famosos como Morgan o Drake.
Según documentos españoles, el valor de la carga embarcada en el navío Aquiles superaba los cuatro millones de pesos, de los que poco más de dos millones de pesos son en monedas de plata y oro y el resto es el valor de los productos que transportaba, desglosado de la siguiente manera:
Para S.M.:
- 200.000 pesos, 3 reales, correspondientes a la Real Hacienda.
- 11.267 pesos, 4 reales, correspondientes a la Real Orden de Carlos III
- 92.351 pesos, 7 reales, correspondientes a la Renta de Tabacos.
- 1.124 pesos, 2 reales, correspondientes a los sueldos supernumerarios.
- 3.390 pesos, 5 reales, correspondientes a los sueldos de Real Hacienda.
- 29.477 pesos, 1 real, correspondientes a Asignaciones y reintegros.
- 7. 203 pesos, 7 reales, correspondientes a Pensiones y Obras Pías.
- 49.088 pesos, 7 reales, correspondientes a Azogues de Europa.
- 2.704 pesos, correspondientes a la Casa de la Moneda.
- 40.000 pesos, correspondientes a la Renta de Correos.
- 64.000 pesos, correspondientes a Temporalidades.
- Total: 500.240 pesos.
- 1 cajón con partidas de oro y plata amonedadas del año 1791.
- 1 bote con piezas minerales.
- 1 caja con vegetales para el Jardín Botánico.
- 63 piezas de varias maderas.
- 13 quintales de palo santo.
- 147 cajones de cascarilla para la Real Botica.
Para particulares:
- 1.635.038 pesos, en plata y oro.
- 7.044 marcos, 2 onzas de plata labrada pasta y piedras.
- 707 castellanos de oro en alhajas.
- 2.135.278 pesos en productos.
- 4.898 quintales de cobre en 2.774 barras.
- 520 quintales de estaño en 877 barras.
- 3.191 cargas con 44 libras de cacao y 75 libras de mantequilla.
- 375.795 libras de cascarilla en 2.571 cajones.
- 380 libras de extracto de cascarilla.
- 31.259 libras de lana de Vicuña.
- 625 arrobas y 9 libras de azúcar.
- 150 libras de bálsamo.
- 8 docenas de cueros de Cordobanes.
- 119 piezas de pieles de lobo marino.
- 4 barriles de miel, 3 barriles de vino.
- 1 cajón con ornamentos.
- Otros 9 cajones con menudencias de corta consideración.
Los británicos se quedaron con el navío español y los caudales, a pesar de ser aliados en la guerra contra los franceses y de las reiteradas quejas que se realizaron ante la corte británica. Con las protestas del gobierno español comenzó un largo debate.
El 11 de diciembre de 1793 el Alto Tribunal del Almirantazgo (High Court of Admiralty) sentenció que el navío Aquiles debía ser restituido a España, menos un octavo del valor por los gastos del salvamento. Los agentes de los capitanes británicos apelaron esta decisión y, finalmente, se llegó a una conclusión el 4 de febrero de 1795, por la que los captores británicos podrían repartirse 935.000 libras esterlinas. Había para todos. Lord Samuel Hood se llevó la suma de 50.000 libras.
La razón por la que el Tribunal de presas británico sentenció que la presa era legítima era que los franceses habían transbordado la plata y oro a su buque corsario, y allí lo encontraron los británicos, en el buque francés, y no en el español.
Habían pasado más de veinticuatro horas a bordo del corsario y, por tanto, del armador francés, por lo que a tenor del derecho marítimo era declarado buena presa. Pero los británicos se olvidaron del convenio que se ajustó entre las dos naciones aliadas, y firmado por el embajador de Su Majestad Británica en España Lord Saint Helens y el Secretario de Estado español Manuel Godoy, por el cual estaban obligadas a restituirse los cargamentos y buques represados del enemigo francés.
Este no fue el único caso, pero sí el más grave. Así es como se comportaba un «aliado» de España en la guerra contra los republicanos franceses.
Dimensiones
En codos y pulgadas: 94 codos y 15 pulgadas de eslora, 72 codos y 18 pulgadas de quilla, 28 y 17 de manga, 12 y 22 de puntal. Arqueo de 1.859 toneladas.
Armamento
68 cañones: 28 x 24 libras en la 1ª batería, 30 x 18 libras en la 2ª batería y 10 x 8 en el alcázar y castillo.
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